DIY: productos sin químicos para cuidar el planeta

Ni hablar de los productos que usamos para limpiar nuestra casa. En una simple rutina matutina expusiste tu cuerpo a un largo listado de químicos que podrías evitar si tan solo fabricaras tus propios productos.

Acá, te pasamos algunas recetas prácticas y fáciles de hacer, con algunos ingredientes que seguramente guardás en la alacena.

Medio litro de alcohol.

5 gotas. de aceite de citronella o lavanda.

100 g de clavo de olor.

Cantidad necesaria de aceite vegetal.

Cantidad necesaria agua.

Difusor o frasco de vidrio.

Macerá el clavo de olor en el alcohol durante 7 días, en un frasco de vidrio. Mantenelo alejado de la luz y el calor y agitalo a diario. Al finalizar la maceración, colá el clavo de olor y separá el líquido resultante. En un difusor, envasá partes iguales de agua, aceite vegetal y el macerado de clavo de olor. Como opcional, podés agregar unas 5 gotitas de aceite esencial de citronella o lavanda. Agitá antes de usar. Te dura hasta 1 año.

500 ml de vinagre blanco.

2 cucharadas de bicarbonato de sodio.

1 litro de agua.

1 frasco o botella.

Mezclá primero el vinagre y el agua. Después, echá poco a poco el bicarbonato, hasta que haga espuma. Cuando estén bien mezclados, ponelo en un frasco o botella. Para utilizarlo, usá la misma proporción que un suavizante convencional.

Agua.

Cáscaras de cebolla.

1 difusor.

Para este limpiador casero, juntá bastante cantidad de cáscaras de cebolla, esas finitas y doradas, ponelas con agua al fuego y dejá que hiervan durante unos minutos. Apagá el fuego y dejá enfriar. ¡Envasalo y está listo para usar! Si querés que además tenga rico olor, podés sumarle unas gotitas de algún aceite esencial cítrico.

7 gotas de aceite esencial de naranja.

7 gotas de aceite esencial de limón.

7 gotas de aceite esencial de mandarina.

1 cuharada sopera de bicarbonato de sodio.

1 litro de agua.

Opcional: reemplazar 100 ml de agua con alcohol etílico.

1 frasco

Disolvé en el agua los aceites esenciales cítricos. Se eligen de este tipo porque son los que tienen el poder de disolver las grasas por su contenido de ácidos naturales. El de limón, en particular, es muy desinfectante y ayuda a blanquear, además de tener un aroma fresco y agradable. A esa mezcla sumá el bicarbonato de sodio y, si preferís, la opción del alcohol etílico.

Media pastilla de carbón activado.

1 cucharada de gel de aloe vera.

2 gotas de aceite de coco o de almendra.

1 frasco y 1 cepillito de pestañas

Mezclá el gel de aloe vera con el aceite de almendra o coco, que son los más espesos e hidratantes. Pulverizá la pastilla de carbón hasta volverla un polvillo y mezclala con el gel y el aceite. ¡Y listo! Volcá la preparación en un recipiente que pueda sellarse bien.

Eso sí, tené en cuenta que tenés que limpiar el cepillo inmediatamente después de cada uso, porque si no, se seca. Conservá la preparación en un lugar fresco, seco y al resguardo de la luz.

3 cucharadas de aceite

Media taza de café molido

Media taza de azúcar

Mezclá el café con el azúcar y el aceite. Aplicá masajeando circularmente en piernas y glúteos. Hacelo 2 o 3 veces por semana. Es ideal para antes de la ducha.

100 g de manteca de cacao.

100 g de manteca de karité.

100 ml de aceite de jojoba.

100 ml de aceite de coco.

5 gotas de aceites esenciales.

1 frasco de vidrio

A baño María y a fuego medio, derretí todos los ingredientes menos los aceites esenciales. Revolvé hasta lograr una consistencia homogénea. Vas a ver que la preparación se hace líquida. ¡A no desesperar! Cuando la temperatura desciende, toma una consistencia cremosa.

Retirá del fuego, dejá que la temperatura baje y quede tibio. Agregá los aceites esenciales –algunos que recomendamos son romero, lavanda, melisa, sándalo, lemongrass, menta o citronella– y batí con batidora. Verté la preparación en un frasco de vidrio (procurá que sea de boca ancha porque las mantecas y el aceite de coco tienden a solidificarse cuando baja la temperatura y, si la boca es estrecha, te costará meter la mano). Conservá la emulsión en la heladera para que te dure más.

500 g de fécula de mandioca

40 gotas de aceite de menta

250 g de bicarbonato de sodio

500 g de caolín, 300 g de jarilla, eucalipto y menta molidas a polvo en molinillo

Una talquera

Mezclá en un bol la fécula de mandioca, el caolín, el bicarbonato de sodio, la jarilla, el eucalipto y la menta. Si querés, podés agregarle 40 gotas de aceite esencial de menta para que sea más refrescante. Enfrascalo en una talquera y etiquetalo. Te dura hasta 1 año.

10 cc de clavo de olor

1 cda. de bicarbonato de sodio

100 g de caolín

3 cdas. de infusión caliente de hierbas, Hojas de stevia

Un frasco de vidrio

Incorporá en un bol el caolín (es una especie de arcilla muy pura, que se vende en droguerías o en lugares de cosmética natural), el macerado de clavo de olor –se hace poniendo el clavo de olor en un frasco con alcohol durante 7 días–, el bicarbonato de sodio y una infusión caliente de tomillo, menta, canela, salvia o hierba buena endulzada con hojitas de stevia. Integrá todos los ingredientes con batidora eléctrica, hasta lograr una pasta suave y homogénea. Envasá en frasco de vidrio y etiquetá.

Esta pasta tiene un poder exfoliante, alcalinizador y remineralizador de los dientes. Se recomienda usarla hasta 3 veces por semana, reemplazando la pasta dental. El resto de los días te hacés un cepillado normal, solo con agua. Dura hasta 6 meses. Usando regularmente esta pasta natural evitás entrar en contacto directo con compuestos peligrosos utilizados en los dentífricos industriales, como el flúor, el triclosán, sulfato de sodio, etc.

Una mujer aplica, en promedio, 168 químicos por día en su cuerpo. Los más comunes son:

1. Parabenos: están en desodorantes, lociones, productos para el pelo y maquillaje. Se ha demostrado que imitan la actividad del estrógeno.

2. Sulfato láurico de sodio (SLS): está en champúes, baños de crema y tinturas para el pelo, pasta de dientes y jabones líquidos. También en detergentes para la ropa y aceites y sales de baño. Puede irritar y secar la piel, además de causar eccemas.

3. Tolueno: está hecho de petróleo o alquitrán y está en la mayoría de las fragancias sintéticas y esmaltes de uñas. La exposición continuada está relacionada con la anemia, conteo bajo de glóbulos, daño en el hígado o riñones.

4. Siliconas: son las que están en la mayoría de las cremas y crean un efecto de piel sedosa. Pero es una falsa hidratación. También están en acondicionadores y baños de crema para el pelo. ¿Qué hacen? Impiden que la piel y el pelo respiren, lo que hace más difícil la regeneración natural de las células.

Warmipura Red Herbolaria

FB: Warmipura Red Herbolaria.

Flor Fasanella, farmacéutica con posgrado en fitomedicina y fitodermatología.

FB: Florecer Medicina Natural.

Abril Preatoni, médica patóloga con formación en fitodermatología y dermatopatología.

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Verde Eco, dan clases de limpiadores ecológicos para el hogar con recetas propias.

verdeecoargentina@gmail.com.