Charly García tendrá su propia esquina en Nueva York en honor a los 40 años de Clics Modernos

A cuatro décadas del lanzamiento de Clics Modernos, el cruce de las calles Walker Street y Cortlandt Alley pasaron a llamarse “Charly García Corner”, en honor a que fue justo allí en donde el músico creó la portada del disco.

El proyecto fue promovido por el director y actor argentino Mariano Cabrera quien, gracias al respaldo del Consulado nacional en Nueva York, logró inmortalizar al músico en esa esquina.

Lejos de tratarse de un renombramiento y nada más, la ceremonia contó con la presencia de otros músicos que fueron piezas clave en la trayectoria del autor de “Yendo de la Cama al Living”, como el baterista Fernando Samalea, el bajista y tecladista Fabian "El Zorrito" Von Quintiero, la cantante Hilda Lizarazu y el guitarrista chileno Kiuge Hayashida. 

Cuatro décadas atrás, Charly García viajó a Nueva York para finalizar la creación de su segundo proyecto solista, que se llamaría Últimos Trapos. La misión era clara: encontrar una buena pared, escribir el nombre del disco con aerosol y que su amigo, el fotógrafo Uberto Sagramosso -exiliado en Estados Unidos desde 1979- capturara el momento para después plasmarlo en la tapa del álbum.

Pero las calles de la Gran Manzana tenían otro plan. Una vez lograda la postal que tenían en mente, la dupla de artistas siguió caminando hasta encontrarse con una esquina que les pareció todavía más interesante que la original. Charly se sentó contra la pared, posó con el ese aire desinteresado y desafiante que tanto lo caracterizaba y Sagramoso capturó el momento con su cámara analógica.

Una vez revelado el rollo, García descubrió que la segunda foto era tan buena que incluso lo inspiró a cambiar el nombre del álbum. Este pasó a llamarse “Clics Modernos”, en base al grafiti que leía Modern Clix, el nombre de una banda de punk que pisaba fuerte en la escena de esos años y que el músico recién conoció varios años después.

Pero en la imagen hubo otro aspecto que terminó de decidir al ex Sui Generis y es que, justo al lado suyo, había una pintura de un “Shadowman” (hombre sombra) que, para él, representaba a la figura de los desaparecidos durante la dictadura cívico-militar argentina que tanto influyó en su obra como cantautor.