Carlos Menem y Zulema Yoma: ¿cómo fue su historia de amor?

Haya sido un flechazo a primera vista o un matrimonio arreglado, lo cierto es que Carlos Saúl Menem y Zulema Fátima Yoma tenían mucho en común: su descendencia árabe, La Rioja como tierra natal y el sueño de formar una familia. Fue así como el 7 de septiembre de 1966 la pareja contrajo matrimonio en una ceremonia religiosa bajo el rito musulmán y católico. “Me casé enamorada, fue el único hombre de mi vida”, dijo ella en más de una oportunidad.

Su amor se consolidó con la llegada de sus dos hijos. Mientras que Carlos Saúl Facundo nació en 1968, Zulema María Eva (más conocida como Zulemita) lo hizo dos años después; se concretaba así el sueño de la familia perfecta. Sin embargo, puertas adentro este clan atravesó por varios tormentos y escándalos a lo largo de los años.

La primera separación de la pareja ocurrió dos años después de dar el sí. En busca de distancia y con la excusa de que su padre estaba enfermo, Zulema decidió instalarse en Damasco con su hijo. Dicen que el riojano se deprimió y le escribió varias cartas pidiéndole que regresara, algo que se concretó en 1970.

El segundo distanciamiento ocurrió en 1976, cuando Carlos ya era gobernador de su provincia natal y fue depuesto y encarcelado en Las Lomitas, Formosa por el golpe de estado del 24 de marzo de 1976. Allí fue donde conoció a otra mujer, Martha Meza, con quien tuvo a su hijo extramatrimonial Carlos Nair.

Con la vuelta de la democracia, Carlos Menem volvió a ser elegido gobernador de su provincia, aunque rápidamente empezó a soñar con algo más grande: ser el presidente de la Nación Argentina, objetivo que finalmente cumplió en 1989. Mientras que su carrera política iba en ascenso, su vida sentimental estaba inmersa en una crisis cada vez más profunda.

Sin embargo, por exigencias legales, religiosas y protocolares, el matrimonio tuvo que dejar las diferencias de lado y mostrarse unido hasta las elecciones, cuando finalmente él alcanzo el poder y Zulema se convirtió en primera dama. Algunos dicen que ya estaban separados a la hora de salir al balcón de la Casa Rosada luego del triunfo en las urnas.

Con el correr de los meses, las apariencias fueron insostenibles. A las críticas de Yoma a algunas medidas del gobierno de su marido, se sumaron algunas infidelidades del político que terminaron por resquebrajar el poco amor que quedaba entre ellos. La convivencia se volvió insostenible y las peleas se convirtieron en moneda corriente. 

En junio de 1990, Menem se encontraba en plena gira protocolar por Europa cuando a través de un decreto presidencial expulsó a su esposa de la residencia de Olivos. Junto a sus dos hijos, Zulema se mudó a un departamento de Recoleta y pidió el divorcio. “Si bien me casé enamorada, los únicos momentos de felicidad fueron cuando nacieron mis hijos”, contó tiempo después en una de sus tantas visitas al programa Almorzando con Mirtha Legrand.

En 1995, Carlitos Menem Jr. iba junto al piloto automovilístico Silvio Oltra en su helicóptero cuando éste se enredó con unos cables de alta tensión y se estrelló al costado de la ruta nacional 9, en el kilómetro 211,5, entre Ramallo y San Nicolás. Sin embargo, tiempo después la teoría de un posible atentado político comenzó a sonar fuerte. La primera en sospechar fue la propia Zulema, quien se mostró muy disgustada con su exmarido y lo responsabilizó por lo sucedido.

"Carlos no quería tocar el tema. Nunca quiso ver la autopsia, no quiso ver las filmaciones. Él me reconoció el atentado y hay que recordar que Menem me aclaró la manera en la que le dio el impacto de bala. Desde un principio se habló del impacto de bala en la cabecita. Yo pensaba que fue en la nuca, pero él, en un almuerzo de diez o quince personas, me dijo 'no, no fue en la nuca, fue en la frente'", comentó Yoma en una entrevista radial de 2017.

El tiempo pasó y quien por ese entonces seguía al frente de la presidencia del país comenzó a alinearse con el pensamiento de su exmujer; generando una tregua entre ambos. Mientras tanto, Zulemita repartía su tiempo entre contener a su madre y acompañar a su padre en el rol de Primera Dama. 

“Fue absolutamente doloroso. Mi papá nunca volvió a ser el mismo después de lo que pasó con mi hermano. Ninguno de nosotros. Acompañar el dolor de tus padres es muy duro. Los padres estamos preparados para sufrir la pérdida de un padre, pero no de un hijo”, contó quien, por ese entonces, tenía 25 años, en una reciente charla con LA NACION.

En los últimos años, la expareja dejó los rencores de lado y volvió a mostrarse unida. De hecho, cuando Menem estuvo tan mal de salud ella no dudó en instalarse en la mansión de la calle Echeverría para cuidarlo.

Hasta se habló de un nuevo intercambio de votos; algo que finalmente nunca sucedió debido al delicado estado de salud del exmandatario. “No hay un interés económico detrás de todo esto”, dijeron algunos allegados, mientras se la acusaba a Zulema de perseguir un rédito económico con esta decisión de volver a dar el sí.

Su abogado, Mauricio D'Alessandro, también se encargó de advertir que se trataba de un "acto de amor". "Zulema nunca dejó de amarlo, porque le perdonó todo. Es un acto formal de casamiento, con funcionario público, con las restricciones que tiene hoy el sistema (era en la época de la pandemia del coronavirus). Es una decisión de amor. Acá no hay ningún interés económico, es gente que no lo necesita", indicó.

Sin embargo, el enlace no se pudo concretar. Carlos Menem murió el 14 de febrero de 2021 luego de atravesar una neumonía severa y una posterior infección urinaria. “Cuando el monitor marcaba que ya se iba, le dije a mamá: ‘yo no puedo con esto’ y salí de la habitación. Fue ella la que se quedó a su lado tomándole la mano. Una de las enseñanzas que me transmitieron mis padres fue que no deben guardarse rencores, que el amor siempre es más fuerte. Eso es lo que pasó con ellos. Mi papá se fue de esta vida de la mano de la vieja. Él para ella era el amor de su vida y creo que para papá también... siempre se terminaron eligiendo”, le contó Zulemita a LA NACION.

A pesar de que su relación tuvo varios altibajos, lo cierto es que Menem murió acompañado por esa mujer, esa a la que le prometió las mil y una noches en suelo árabe, a la que humilló públicamente pero a la que, sin dudas, admiró hasta el final de sus días.