Networking: cómo vencer la timidez en el trabajo

Scrollear el celular y abstraerte ahí como si alguien súper importante estuviera pasándote la última data. Mirar al otro lado de la sala como buscando a alguien específico. Servirte agua nuevamente. Hacerlo por tercera vez. Ir al baño, otra vez. Pararte en una esquina del salón sin poder dejar de sentirte una planta (¡a la que todos miran!). ¿Te suena? Si vivís algo así cada vez que tenés algún evento laboral, te estaría costando interrelacionarte. No está mal ser introvertida, solo hay que saber cómo optimizar esta aptitud para que, a pesar de esto, logres tu networking y potencies tus oportunidades.

En las organizaciones, un buen networking te ayuda a acceder a personas y a entidades que sirvan de plataforma para desarrollar tu carrera, generar nuevos clientes o negocios. Por otra parte, te da perspectiva, porque sumás conocimiento acerca del entorno laboral y de la competencia. Y cuando tenés un equipo a cargo, es importante armar una red para potenciar tu área, darles visibilidad y nuevas oportunidades de carrera a los integrantes e involucrarlos en la red de contactos para que esta se vuelva más sólida.

Podés generar muchos espacios para ampliar tu red de contactos y establecer vínculos fuertes. Cambiá el chip, movete por la empresa, generá reuniones y vínculos que sostengan y generen oportunidades para vos y tu equipo. Mirá más allá de los objetivos de tu área, cuáles son los objetivos de la empresa. Con este mapa más global podés asumir un rol mucho más proactivo, ayudar a otras áreas. Involucrate con tu equipo en proyectos más allá de los que tengan planteados dentro de tu sector. Así vas a construir nuevas relaciones y vas a dar un impacto de motivación a tu equipo dada la visibilidad hacia otras áreas de la compañía.

Aprovechá todos los eventos y congresos en los que puedas participar para hacer el ejercicio de perder el miedo a conversar con gente que pueda ampliar tu red de contactos. Una vez que empezás a compartir con otros colegas, vas a darte cuenta de que la otra persona también requiere tu información. Aprovechá para enterarte de qué están haciendo en otras empresas con ese proyecto en el que esté trabajando tu área. Que otros te cuenten cómo están enfrentando obstáculos que se les presentaron en situaciones similares te allana mucho el camino. También podés compartir los desafíos que creas interesantes.

Una buena idea es invitar a colegas a que visiten tu empresa, dar el puntapié inicial y ser la anfitriona convocando a charlar sobre algún tema que sea de interés general dentro del mercado. Podés sugerir a los participantes ampliar la red con quienes ellos consideren para que la red de redes cobre valor y se magnifique.

Y si estás liderando tu propia empresa, los eventos interempresariales te ayudan a reforzar relaciones laborales con clientes actuales o potenciales, y también con proveedores. Contribuyen a dar a conocer tu producto o servicio de forma más eficiente y a aumentar el rango comercial de tu negocio o emprendimiento.

Establecer nuevas relaciones no es una tarea fácil. El gran desafío de las personalidades introvertidas es enfrentarse a la exposición. La ventaja con que contás al ser introvertida es que tenés una gran capacidad de escucha y análisis. Una vez que entablás vínculos, lográs que sean mucho más profundos y duraderos. Por eso, concentrate en que tenés que afrontar las nuevas relaciones con un paradigma de cooperación. La red vas a poder nutrirla siempre y cuando vos también estés ahí para cuando te necesiten del otro lado. El networking solo logra potenciarse cuando la cooperación de los vínculos facilita el logro de objetivos.

Sacate de la cabeza que es meramente una exposición. Enfocate en compartir experiencias y cultivar vínculos beneficiosos para poder sacarle jugo a tu red de relaciones. Eso sí, para que acudan a vos dentro de la red, es sumamente importante que te valoren, es decir, del otro lado tienen que sentir que es útil tu aporte.

No se trata únicamente de recolectar contactos. Más que de cantidad, hablamos de calidad de los vínculos con los que interactúes. Las “personas adecuadas” dentro de tu red son aquellas que puedan ayudarte a alcanzar tus metas profesionales, pero también aquellas que te ayuden a defender tus intereses cuando sea necesario.

¡Salí de la caja! Una de las dificultades en las que podés caer es establecer vínculos azarosamente o por afinidad. Pautá una estrategia adecuada para elegir los vínculos de tu red. Tené presente que cuanto más variada y plural sea tu red, más beneficios vas a poder encontrar en ella.

Para hacer tu selección, evaluá el corto y el largo plazo. Tené presente el concepto de inversión a futuro. Pensá cuáles son las personas clave que pueden aportar a tu red en tu contexto actual y también en un contexto de cambio. Si sos de las que les piden a sus pares o a sus jefes que hablen con tal persona porque vos no tenés relación, es hora de pensar que incluir a esa persona con la que hoy no hablás dentro de tu red te ayuda a hacerte visible y, al mismo tiempo, te acerca a esos contactos si un cambio de contexto sucede.

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Expertas consultadas: Cecilia González, directora en BMC Strategyc Innovation, Business through People, Fernanda Caminos, consultora en Marketing y liderazgo y Andrea Churba, coach laboral.