Corrida bancaria en EE.UU.: ¿cómo afecta en Argentina?

Por si no estás al tanto de la situación, acá te la contamos de la forma más resumida posible. El Silicon Valley Bank (SVB) era un banco de 40 años de trayectoria en el que muchísimas start-ups de todo el mundo solían depositar el dinero que recibían de sus inversores. 

Este dinero el SVB lo invertía, al igual que lo hacen todos los bancos del mundo (es decir, ningún banco tiene disponible el 100% de los depósitos de sus clientes). Estas inversiones pagaban una tasa de interés muy baja, que era la disponible en ese momento. 

Pero un tiempito después, pandemia de por medio, pasaron dos cosas, que en realidad tienen una que ver con la otra. La primera es que, como consecuencia de la política de Biden para controlar la inflación de EE.UU., la tasa de interés de las Letras del Tesoro (un instrumento de inversión de extremadamente bajo riesgo) aumentó a un 4% anual aproximadamente. Esto provocó una pérdida de valor importante en las inversiones que tenía el SVB.

En otras palabras, sus inversiones ya no valían tanto, ya que habían dejado de ser atractivas, al pagar mucho menos que un 4% anual en dólares.

Lo segundo fue que a las start-ups se les acabó este “veranito” de poder levantar tanto capital y, por lo tanto, también cayó bruscamente el nivel de depósitos en el SVB (que, recordemos, es en lo que se basa su negocio).

El SVB, para subsanar sus finanzas, tuvo que salir a vender las inversiones que tenía. Y lo tuvo que hacer a pérdida, ya que, como dijimos recién, los instrumentos que tenía en su cartera habían bajado mucho de precio.

Al anunciar esta decisión, muchos clientes entraron en pánico y fueron en manada a retirar su dinero. Lamentablemente no todos lo consiguieron y se ordenó el cierre del banco. 

¿Cómo impacta esto en Argentina? Si bien los efectos de esta crisis financiera todavía no terminaron de verse, hubo dos consecuencias inmediatas en nuestro país, que se replicaron en otras partes del mundo también.

Por un lado, tenemos el impacto en el ecosistema emprendedor de nuestro país. Ya trascendió que más de una decena de start-ups argentinas se vieron afectadas. Muchas tenían depositado su dinero en el SVB, pero sólo 250 mil dólares estaban asegurados. Es decir, si tenían más dinero depositado, nada les aseguraba que lo iban a recuperar. En algunos casos, estas empresas fueron afectadas de forma indirecta, ya que quizás no tenían dinero en ese banco, pero sí sus clientes. 

Fueron días de intenso pánico, hasta que la Secretaria del Tesoro de EE.UU. anunció el domingo por la tarde que todos los clientes iban a recuperar sus fondos y les volvió el alma al cuerpo a varios CEOs de empresas emergentes de Argentina y todo el mundo. 

La segunda consecuencia es para los inversores argentinos. La peor quiebra en la historia bancaria del mundo desde 2008 trajo un terremoto a los mercados globales, lo que provocó una fuerte caída en el precio de las acciones argentinas. 

Desde ya que también cualquiera que tenga CEDEARs en su cartera se habrá visto afectado. Por ejemplo, aquellos posicionados en bancos (como JP Morgan), dado que el crash del SVB puso en cuestionamiento la credibilidad y solidez de todo el sistema bancario estadounidense en general. 

La novela no ha terminado y en este preciso momento hay cientos de políticos y reguladores en EE.UU. pausando el resto de sus tareas y trabajando en tiempo récord para ejecutar un plan que medianamente calme las aguas y restituya algo de la confianza en el sistema bancario. 

“Nunca hay una cucaracha sola; si aparece una, es que hay más”, por lo que actualmente muchos otros bancos, sobre todo los más pequeños y regionales, están en la mira por miedo a que sufran las consecuencias del coletazo.