De femineidad y feminismos, así es la nueva mujer de Dior, según el desfile primavera-verano 2024 de Maria Grazia Chiuri

Para su desfile primavera-verano 2024 convocó a la artista italiana Elena Bellantoni que realizó una escenografía de alto impacto. Una instalación de videoarte envolvió las pasarelas con imágenes de estilo pop y collages intervenidos que hacían referencia a publicidades de posguerra. La propuesta, irónica e irreverente, mixeaba mensajes nefastos del estilo “Salvá tu matrimonio, plancha correctamente” o “Mantenela calmada, comprale una cartera nueva” con frases feministas como “A diferencia de mi madre, yo puedo elegir” o "No soy tu muñeca. No soy tu juego. Llamame por mi nombre". No es casual que se trace esta línea entre lo históricamente considerado femenino y las actuales batallas feministas. María Grazia declaró que este desfile parte del rechazo a una industria de la moda que le impone a las mujeres la perfección de la silueta reloj de arena. Esa silueta que reivindicó el propio Christian Dior en los 50 con su New Look. “Dior siempre enfatizó la cintura de avispa, pero yo no quiero hacer eso nunca más. Antes siempre veías una silueta, yo quiero que vean a las mujeres a la cara y que piensen en sus personalidades”, definió asertiva la italiana al frente de la firma.

Las notas del desfile de Dior ya nos los anunciaban: “Abierto a muchas interpretaciones, Maria Grazia Chiuri continúa explorando la relación entre la femineidad y el feminismo, con la convicción de que la moda, más que nunca, tiene la responsabilidad de ayudar a las mujeres a valorarse y a expresar sus diferencias”.

Y sí, semejante genialidad escenográfica obviamente acompañó una colección magistral concebida desde la sociología, la antropología y la historia. Por la pasarela de franjas rosas y amarillas, la colección casi completamente negra se destacó por sus outfit que remitían a delantales de amas de casa, vestidos de brujas medievales y cuellos propios de institutrices. Esas mujeres del pasado volvieron en clave punk con escotes irregulares, transparencias, mallas de red, chokers, sandalias chatas y labios oscuros para reivindicar su poder y celebrar la liviandad de las siluetas relajadas. Vuelven como sabias conocedoras de la naturaleza y la astronomía (con estampados de constelaciones, lunes y soles) y combativas contra el poder imperante. Son las nuevas brujas y, como la propia María Grazia Chiuri, prometen revelarse. “Las mujeres de la moda no tenemos que ser pasivas, también podemos ser críticas”, dijo Chiuri después del desfile.