El análisis de Gran Hermano: ¿por qué estamos en la "semana de la Furia"?
Después de la eliminación de Denisse del domingo pasado en Gran Hermano, Fefe Bongiorno analiza cómo quedó la casa y por qué estamos viviendo el furor del público por Furia. ¿Se perfila como una seria candidata a ganar el reality?
20 de marzo de 2024 • 13:52
La "semana de la Furia": así analiza Fefe Bongiorno cómo quedó la casa de GH luego de la eliminación de Denisse.
Desde el comienzo de esta edición de Gran Hermano, que ha probado ser más dinámica que la anterior, pocas realidades han resultado inmodificables. Una de ellas ha sido el protagonismo de Juliana “Furia” Scaglione, una participante que llamó la atención desde el primer día y que pasó de ser señalada como probable primera eliminada a ser la única que convoca una reunión en el Obelisco por su cumpleaños mientras sigue aislada.
La gala del domingo pasado trajo consigo la eliminación de Denisse, una jugadora que si bien ya había sido eliminada previamente, no necesariamente había generado grandes rechazos por parte del público. El breve análisis de Laura Ubfal durante el debate es, quizás, el más acertado: “Se fue porque Furia así lo quiso”. La participante realizó la primera fulminante de la edición, y fue motivo de controversia incluso para aquellos que la apoyan, con muchos señalándola como una mala decisión estratégica. Sin embargo, sus seguidores recibieron la indicación y terminaron contribuyendo a la eliminación con un 57,1% de los votos. Esto demostró que, a pesar de lo eternamente polarizante que resulta el personaje y la enorme cantidad de televidentes que se ubican en la vereda contraria a ella, los “Furiosos” continúan logrando organizarse para ejecutar los movimientos necesarios en la tabla de ajedrez que es el juego de Gran Hermano.
Furia: ¿por qué genera amores y odios por igual en el público?
Furia: estrategias, amores y odios en la casa de Gran Hermano. - Créditos: Gentileza GH
¿Qué es lo que motiva a tanta gente a respaldar a una participante de un reality a la que muchos señalan como violenta y agresiva? En el festejo de su cumpleaños, realizado en el histórico monumento de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y organizado puramente por sus fans — que ella aún no ha podido conocer — muchos hablan de inspiración. Una señora de más de 50 años me cuenta que hace un tiempo falleció su hermano y comenzó a tener ataques de ansiedad, y la actitud de Furia la ha motivado a salir más de su casa y enfrentarse al mundo real, además de empatizar con ella por la pérdida de sus padres. La fascinación de otros pasa por una cuestión exclusivamente relacionada con el entretenimiento: “Juzgamos el juego, no la persona”, me dice el presidente de su club de fans. Muchos de los presentes aseguran que se trata de la primera vez en la que se sienten tan identificados con un personaje de un programa televisivo — muchos se sienten parte de grupos minoritarios de la sociedad, y se alegran por verse representados en alguien que va contra el estándar de todo lo que se percibe como un impoluto modelo a seguir. Empatizan con la figura de Furia porque ellos también han sido alguna vez marginados, ya sea por su forma de ser o por cómo se ven.
¿Cómo está hoy Furia en el juego dentro de la casa?
Así como el apoyo de Furia ha crecido y se ha consolidado en la audiencia, también se ha estabilizado dentro de la casa. La jugadora pasó de encontrarse aislada casi totalmente de sus compañeros, a no recibir un solo voto en las últimas 2 galas de nominación, y sus enfrentamientos se han reducido considerablemente desde la salida de su némesis Lisandro y su ex amiga, Agostina. Por supuesto que para muchos, esto puede ser leído como conveniencia o resignación: Furia ya llegó 5 veces al mano a mano final de la votación — un histórico para nuestro formato de Gran Hermano — y aun así, jamás pudieron eliminarla. Además de ella, solo 7 participantes de los 16 que siguen en la casa están aislados desde la primera semana y no han sido testigos cara a cara del apoyo que tiene afuera. Resulta evidente que el público está de su lado cuando ninguno de los nuevos ingresantes ni los reingresantes se oponen a ella. La última eliminada, de hecho, supo capturar el importante poder que Furia tiene al señalar que si cualquier otro jugador le hubiera hecho la fulminante, alguien se lo habría gritado con un megáfono.
¿Puede Furia ser la potencial ganadora del reality?
Cuando surge la conversación sobre el posicionamiento de Furia como posible finalista e incluso ganadora, muchos advierten que aún queda la mitad del camino por recorrer, y la participante podría hacer un comentario o cometer una impulsividad que ponga la opinión popular en su contra y la saque de juego, como así sucedió con ciertos participantes en la edición pasada. Esto no es errado: el público no es para nada estático — incluso durante esta misma temporada, Sabrina Cortez pasó de ser una favorita a ser eliminada 2 veces en cuestión de 1 mes. Aun así, lo que parece separar a Furia de sus compañeros, es que sus defectos como persona y como jugadora fueron exhibidos y aceptados desde los comienzos del juego. Es difícil que hoy decepcione a alguien, porque parecería ser que su público ya ha conocido su faceta más desfavorable y aun así la ha elegido por otras de sus más positivas cualidades. Si bien existen importantes diferencias en formas de ser y actuar, la jugadora es usualmente comparada con Cristian U, ganador en 2011: ambos representan dos personajes extremadamente divisivos, pero que lograron reunir una base de fans que se ven cautivados por su autenticidad y saben organizarse para llevar a cabo las masivas votaciones telefónicas en concordancia con lo que su líder desea.
Si su trayectoria en el juego continúa en este camino, es indudable que la figura de Furia seguirá provocando amores y odios en el público de Gran Hermano. De hacerse ganadora, ofrecería un interesante contraste con el último campeón del formato: Marcos Ginocchio fue un favorito desde el inicio, pero pasó todas sus nominaciones con ínfimos porcentajes de voto negativo. Sus cualidades humanas lo hicieron, a ojos de su público seguidor, un arquetipo ideal de modelo a seguir en la sociedad. Furia, por otro lado, es polémica y abrasiva, pero aun así también consigue cautivar a las masas por su tridimensionalidad. Después de esta semana tan importante para su juego y su posición en el reality, solo queda preguntarse: ¿está listo el público argentino de Gran Hermano para llevar a la victoria a una figura llena de imperfecciones pero con una enorme riqueza humana, o seguiremos premiando a un aspiracional?
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