El orgasmo no es la meta
La reikista especializada en masaje tántrico sensitivo reflexiona sobre la sexualidad con la mirada puesta en el tantra.
13 de septiembre de 2023
El orgasmo no es la meta y te contamos por qué. - Créditos: Getty.
En una sociedad que nos ha educado para buscar resultados, la sexualidad no ha quedado exenta. Nos enseñaron que el encuentro amoroso también tiene que tener un objetivo, una tarea por cumplir. El orgasmo es una de las tantas expresiones de la energía sexual, pero, de algún modo, también es una reducción.
¿Está bueno vivirlo? Claro que sí. ¿Es placentero experimentarlo? Totalmente. Pero hay muchas otras cosas que dan placer y no se les ha dado socialmente la entidad que se le dio al orgasmo.
Son muchos los caminos que nos conducen a ampliar la sensibilidad, a tener una vida más conectada con el placer, con una vuelta a la pulsión esencial de nuestro cuerpo.
El tantra nos convoca a desplegar la energía sexual, a través de ciertas “llaves”. ¿Cuáles son?
La respiración consciente: la posibilidad de sentir cómo se aloja esa energía en los diferentes centros y ayudar a movilizarla.
El movimiento: por ejemplo, danzas en contacto con nuestro cuerpo, como el tandava, una danza que tiene que ver con unirme con mis partes y danzar el presente.
El contacto: establecer contactos de intención amorosa, sin un objetivo más que habitar ese contacto, estar allí presentes.
El sonido: la escucha de sonidos orgánicos que circulen y puedan potenciar la sensorialidad.
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