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Parques acuáticos cerca de la ciudad de Buenos Aires para escapar del calor

Si vivís en Capital, no es necesario que te traslades hasta la costa para visitar un parque acuático. Te contamos algunas alternativas mucho más cercanas, que prometen ser un fresco recreo para grandes y chicos.

por

Guadalupe Treibel

17 de enero de 2024

Parques acuáticos cerca de la ciudad de Buenos Aires. - Créditos: Archivo

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La primera piscina de la que se tiene registro fue construida hacia el 2600 a.C. en Mohenjo-Daro, ciudad de la antigua civilización del Valle del Indo, ubicada en lo que actualmente es Pakistán. Está hecha de piedras y ladrillos, y no dista demasiado de una pileta moderna de líneas simples, aunque lógicamente le falten algunos aditamentos contemporáneos. Porque habrá sido la primera, pero ni contaba con trampolines ni con toboganes. Lógicamente, tampoco tenía efecto de olas o juegos temáticos, por citar algunas maravillas que sí encontramos en parques acuáticos: un socorrido recurso para divertirse en estos días estivales, de altas temperaturas, que sirve como refrescante paréntesis de la agobiante rutina urbana.

A continuación, compartimos algunas alternativas de parques acuáticos cerca de la ciudad de Buenos Aires, para que tengas en cuenta durante este verano.

6 piletas de la Ciudad de Buenos Aires que están buenísimas.

6 piletas de Buenos Aires que están buenísimas y son ideales para sobrevivir al calor

1
A pasitos del Parque de la Costa, está Aquafan (Vivanco 1509, Tigre), con atracciones para todas las edades en su gran predio de tres hectáreas, que incluyen: uno de los toboganes de agua más altos de América Latina y una pileta con olas artificiales de tamaño ciertamente respetable, la más grande de Argentina.

Entre las experiencias disponibles, podés deslizarte a máxima velocidad por los más de 30 metros del “Abismo”; por “Black Hole”, que suma efectos lumínicos; por “Río Bravo”, para tirarse en gomones; por “Turbolance”, con efecto búmerang; entre otros toboganes que prometen adrenalina. Asimismo, hay zona infantil con agua climatizada y distintos tipos de juegos acuáticos pensados para el entretenimiento de pequeños y pequeñas.
2
A metros de la laguna de Chascomús, se encuentra Puerto Aventura (Avenida Pedro Gastón 551, Chascomús), un parque que hace honor a su nombre con actividades de distinta índole, desde tirolesa y tiro al arco hasta palestra y ¡circuito ninja!

Por supuesto, más allá de la oferta aérea y terrestre, cuenta con un área acuática con más de 10 toboganes a diferentes alturas, además de un barco pirata, inflables y la ocasional fiesta de espuma, entre otras iniciativas aptas para todo público.
3
Open Land Park (Avenida Rincón y Avenida Villegas, San Justo) -otra alternativa, incluso más cercana a CABA- es un complejo dotado de cuatro piletas, con toboganes y juegos alusivos, y una playita artificial que ayuda a abstraerse del afuera citadino. Además, dispone de otras propuestas recreativas que no involucran h2o; por ejemplo, muro para escalar y cancha de fútbol.
4
El complejo de entretenimiento San Peter's Wakepark (Avenida España 740, San Pedro) ofrece un plan distinto, igualmente incitante, ideal para aficionados del deporte acuático. Se trata de un parque que -mediante un sistema de cable, sin lancha- permite practicar wakeboard, kneeboard, wakeskate, esquí acuático y otras disciplinas, para novatos y experimentados, sobre un espejo de agua de 200 metros de largo y 40 de ancho.

Hay más opciones de parques acuáticos, por supuesto, pero involucran viajes más extensos, otro kilometraje. En Monte Hermoso, por caso, está el Parque de Agua Americano; casi llegando a Santa Teresita, en el Partido de la Costa, Poseidón; en Mar del Plata, Aquopolis.

Ideas para hacer un parque acuático en casa

Verano en la ciudad: ideas para disfrutar en la pileta. - Créditos: Getty

También está la variante más gasolera de todas: sacar a relucir el costado lúdico y montar un petit “parque” a medida en nuestro patio, jardín o terraza, utilizando el agua a conciencia -que no deja de ser un recurso escaso.

Por ejemplo, se puede armar un tobogán casero con una lona de camping extendida sobre un terreno inclinado, mojada con agua con unas gotas de detergente.

También colgar globos -algunos llenos de h2o, otros inflados solo con aire- y jugar a una suerte de azarosa piñata.

Hacer guerra con recortes de esponjas colorinches, o bien, apelar a las siempre eficientes pistolitas recargables, que vienen bárbaro para organizar una simpática competición: se cuelgan dos vasitos plásticos en dos hilos tensados, paralelos, y cada competidor dispara chorros al que le sea asignado. Puntería mediante, los impactos harán que el vasito se vaya moviendo hacia atrás, hasta llegar a la meta, y ¡habemus digno ganador!

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