Sanna Marin, quién es la primera ministra de Finlandia
En los últimos días, la mandataria de 36 años protagonizó un fuerte escándalo a raíz de la filtración de ciertas imágenes en una fiesta privada. Quién es esta líder popular que pasó de ser cajera a plantársele a Putin.
25 de agosto de 2022 • 17:26
Sanna Marin, primera ministra de Finlandia - Créditos: Getty
Si bien Sanna Marin suele ser noticia por sus gestiones políticas (su manejo de la pandemia y su gestión para ingresar a la OTAN fueron destacadas a nivel mundial), en las últimas horas la ministra de Finlandia ocupó la primera plana de todos los medios a raíz de algunas fotos y videos que se filtraron, donde se la ve de fiesta con amigos en su residencia oficial.
En dichas imágenes, la mandataria de 36 años se muestra bailando y cantando, mientras que en otra imagen se ve a dos influencers besándose y cubriendo sus pechos desnudos con un cartel que dice “Finlandia”, hecho que inevitablemente desató una fuerte polémica entre la población, sobre todo, en un momento en el que el país atraviesa cierta tensión por haber abandonado su tradicional neutralidad en el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Ante la repercusión, la mandataria pidió disculpas y, si bien reconoció que fue un festejo "bullicioso'' y que hubo alcohol, remarcó que no hubo drogas. Como prueba de ello, y para poner fin a las especulaciones, se sometió a un test que finalmente arrojó un resultado negativo. En su descargo, Marin confirmó que invitó a algunos amigos a su residencia para “pasar tiempo en el sauna y nadar”.
“En mi opinión, la imagen no es apropiada. Pido disculpas por ello. Ese tipo de foto no debería haberse tomado, pero por lo demás, no ocurrió nada extraordinario en la reunión”, dijo para ponerle fin a versiones que circularon.
“Esperaría que en el año 2022 sea aceptable que los responsables de gobierno bailen, canten y vayan a fiestas", dijo. "Hubiese preferido que no salieran esas fotos, pero será cuestión de que los votantes decidan qué opinan al respecto'', expresó esta mujer de fuertes convicciones a la que le gusta divertirse, pero a la que no le tiembla el pulso a la hora de plantarse ante Vladimir Putin.
Tras pedir disculpas y, como la prensa de su país continúa asediándola, ayer, al borde del llanto, la funcionaria volvió a hablar de lo ocurrido y dijo que tiene derecho a la "alegría" y a la "vida". "Soy un ser humano. A veces también aspiro a la alegría, a la luz y al placer en medio de estos oscuros nubarrones", dijo Marin en un acto organizado por el Partido Socialdemócrata (SPD), en Lahti, en el sur de Finlandia.
Joven, popular y revolucionaria
Cuando Sanna Marin asumió el liderazgo de su país en 2019, muchos se sorprendieron. ¿El motivo? ¿Cómo una cajera de supermercado podía convertirse en la primera ministra de Finlandia? Y fue su simpleza, su humildad y sus convicciones lo que hizo que la población la quiera desde el primer minuto.
Considerada la primera ministra más joven de Finlandia y la tercera de la historia, Marin llegó al poder en 2019 después de que el liberal Partido de Centro decidiera retirarle su confianza como líder del Ejecutivo a Antti Rinne por su forma de gestionar un conflicto laboral en el servicio postal público.
“Vengo de una familia con pocos recursos y yo no hubiera tenido posibilidades de tener éxito y progresar si no tuviéramos un sólido estado de bienestar y un buen sistema educativo”, dijo en una entrevista ni bien asumió el cargo.
Nacida en Helsinki, Marin tuvo una infancia difícil. Los problemas económicos y la adicción de su padre al alcohol hicieron que sus padres se separen cuando ella era muy pequeña. “Soy de una familia homoparental y eso sin duda me ha condicionado para que la igualdad, la paridad y los derechos humanos sean muy importantes para mí”, contó quien fue criada por su madre y su novia mucho antes de que la ley finlandesa reconociera el matrimonio homosexual.
Hace unos años, contó que cuando era niña se sentía "invisible" por no poder hablar abiertamente sobre su familia, hecho que sin dudas hoy explica su postura y compromiso frente a los temas de igualdad e inclusión.
Pero antes de llegar al poder, Sanna hizo de todo. Mientras estudiaba Ciencias Administrativas en la Universidad de Tampere, esta muchachita se ganó la vida trabajando en una panadería y como cajera de un supermercado. Sin embargo, su vocación de servicio era tan fuerte que, en 2010, se unió a las listas del comité nacional del SDP y fue ahí que comenzó su carrera política.
En 2012 fue elegida concejal del ayuntamiento de Tampere y, en 2015, con 29 años, se unió al Parlamento como diputada. Dos años después, alcanzó la vicepresidencia del partido y, en junio de 2019, se convirtió en ministra de Transportes y Comunicaciones. Su popularidad creció tan rápido que, en diciembre de ese mismo año y con apenas 34 años, Marin fue elegida para suceder a Rinne en el gobierno.
En lo que respecta a su vida sentimental, en agosto de 2020 Marin se casó con el exfutbolista Markus Räikkönen en una íntima ceremonia celebrada en su residencia oficial. La pareja se conoció cuando ambos tenían 18 años y son padres de una niña llamada, Emma Amalia.
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