Caso Rubiales: su madre se encerró en una iglesia e inició una huelga de hambre en defensa de su hijo
La madre del presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, protesta: se encerró en una iglesia e inició una huelga de hambre para defender a su hijo.
28 de agosto de 2023 • 10:40
“No voy a dimitir”: Rubiales se queda en la Federación a pesar del polémico beso a Jenni Hermoso.
Luego de que este sábado la FIFA decidió suspender de forma provisional al presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, su familia comenzó una campaña pública en su defensa.
Ángeles Béjar, la madre del acusado, se encerró en la Divina Pastora de Motril, ubicada en Granada, y se declaró en huelga de hambre hasta que se encuentre una solución a la "cacería inhumana y sangrienta", como describió el conflicto que enfrenta su hijo.
Según la mujer, tanto las autoridades como todos los que opinaron sobre el tema "están haciendo algo que no se merece". Por eso, asegura que permanecerá encerrada en la iglesia del barrio de Capuchinos de Motril.
El polémico beso en la boca a la jugadora: ¿cómo fue?
La escena se televisó en el mundo entero e inmediatamente surgió la polémica en torno a esa situación. El presidente de la Federación Español de Fútbol, Luis Rubiales, tuvo una actitud desubicada con una jugadora de la selección española. La imagen se viralizó y al instante surgió el escándalo mundial que puso en jaque las celebraciones en España.
El polémico suceso se dio durante la entrega de premios del Mundial femenino de fútbol. España derrotó a Inglaterra por 1-0 y de esa manera, y por primera vez, se consagró campeona del mundo. Pero en medio de la inmensa alegría, un hecho determinado opacó los numerosos festejos.
La semana pasada, tras los rumores de que dejaría su cargo, Rubiales dio un duro discurso donde dejó en claro su intención de continuar: "Soy víctima de una cacería. Voy a ir hasta el final", afirmó.
Sucede que en medio del evento de premiación, Luis Rubiales felicitó a Jenni Hermoso, jugadora y goleadora de la selección española, con un beso en la boca, sin su consentimiento. En la imagen, que fue captada por las cámaras de televisión e inmediatamente se viralizó en las redes sociales, se lo puede ver a Rubiales tomando de la cara a la jugadora con ambas manos y acto seguido le estampa un beso en la boca.
Por su parte, Hermoso, jugadora también del Pachuca de México, hizo su descargó durante una transmisión a través de su cuenta de Instagram y contó cómo lo vivió ella. "No me ha gustado nada, eh", aseguró ante la pregunta de un seguidor. A su vez, y después de semejante revuelo que se armó en torno al asunto, la Federación facilitó a la agencia de noticias EFE declaraciones de la propia jugadora, con la intención de apaciguar las repercusiones.
"Ha sido un gesto mutuo totalmente espontáneo por la alegría inmensa que da ganar un Mundial. El presi y yo tenemos una gran relación, su comportamiento con todas nosotras ha sido de diez y fue un gesto natural de cariño y agradecimiento. No se puede dar más vueltas a un gesto de amistad y gratitud, hemos ganado un Mundial y no vamos a desviarnos de lo importante", aseguró.
En las redes sociales la polémica estuvo a la orden del día, así como también los comentarios negativos ante semejante escena. “Lo de Luis Rubiales quitándole la copa a los jugadoras para dársela a la Reina Leticia y besando en la boca a Jennifer Hermoso es simplemente asqueroso. Nueva demostración de la necesidad de querer cámara y ser protagonista en un momento que no toca”, señaló una tuitera, entre muchos otros comentarios.
Rubiales aclaró su intención de seguir: "¡No voy a dimitir!"
Luego de semejante polémica y repercusiones negativas, Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), pidió disculpas y manifestó su punto de vista sobre la imagen que se viralizó durante la premiación del Mundial femenino de fútbol.
“Seguramente me he equivocado, fue un momento de máxima efusividad", explicó a través de un video que la RFEF difundió en los medios de comunicación. “Si hay gente que se ha sentido por esto dañada, tengo que disculparme, no queda otra. Hay que aprender de esto y entender que cuando uno es presidente de una institución tan importante como la Federación tiene que, sobre todo en ceremonias y en este tipo de cuestiones, tener más cuidado”, aseguró.
Sin embargo, en las últimas horas Rubiales volvió a pronunciarse en la Asamblea Extraordinaria de la RFEF para aclarar que, a pesar del escándalo internacional que se generó tras el beso no consentido a Jenni Hermoso, no dimitirá, y seguirá al frente de la Federación.
“¡No voy a dimitir! ¡No voy a dimitir! ¡No voy a dimitir!”, gritó durante su efusivo discurso. Su decisión se dio a conocer luego de que se comunicaran las primeras conclusiones de la investigación de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) sobre el polémico hecho sucedido en Sídney. El informe determinó que “no existió conducta que invite a concluir que se forzó, violentó o agredió” a Hermoso.
Pese a su decisión, la continuidad de su cargo está en manos del Consejo Superior de Deportes (CSD) que, como ya anunció el ministro de Cultura y Deportes en funciones, elevará las denuncias recibidas al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAD). “Vamos a actuar, hemos activado todos los mecanismos para tomar las medidas oportunas”, afirmó Víctor Francos, el presidente de la CSD. Si no hay sorpresas, Rubiales será inhabilitado por vía de urgencia este mismo lunes.