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La carta que dejó César Mascetti antes de morir

Sandra Mihanovich, hija de Mónica Cahen D'Anvers, en el entierro leyó un texto escrito por César Mascetti días antes de su muerte.

5 de octubre de 2022 • 14:42

Mónica Cahen D'Anvers y César Mascetti - Créditos: Matías Salgado

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Ayer murió César Mascetti, renombrado periodista y conductor de Telenoche. Recordábamos la historia de amor de más de 40 años entre Mascetti y Mónica Cahen D'Anvers. Nos conmovimos con la noticia.

El entierro también estuvo marcado de emociones. Ocurrió en San Pedro, donde vivía con Mónica, el lugar que eligieron para su emprendimiento por considerarlo un lugar soñado.

En ese lugar, Sandra Mihanovich, hija de Mónica Cahen D'Anvers, leyó una carta que Mascetti escribió 23 días antes de su muerte. Era consciente del estado irreversible de su estado de salud y quiso dejar sus reflexiones en una carta.

Antes de comenzar a leer habló fue Sol, nieta de César e hija de Iván “Vane” Mihanovich. Ella recordó que, unos días antes de su muerte, su abuelo le dijo, de forma directa, a sus allegados: “Estoy a punto de vivir la mejor muerte. En el andén me espera mi familia para darme la mano”.

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Luego tomó la palabra la artista e hija del alma de Mascetti, que leyó un texto fechado el 12 de septiembre del 2022 y escrito por César.

“Me estoy muriendo en San Pedro, rodeado de durazneros en flor y de naranjos que esperan su turno para dejar caer sus pétalos e inundarnos a todos de perfume”, comienza el texto. “Estoy en el medio del campo, caminando con mis perros, que perciben desde hace días lo que va a pasar. Estoy mirando el río, escuchando las campanas que escuchaban mis abuelos”.

“Estoy por ver volar a las palomas que cubrirán el cielo como todas las tardecitas. Dentro de poco me llevarán con ellas para enseñarme el camino”, sigue. Y finaliza: “Me estoy muriendo en San Pedro a los 80 años, donde siempre quise morir, con la que amo, abrazado a mi familia. ¿Qué más puedo pedir? Me estoy muriendo en paz con la esterificación del deber cumplido”.

Tras la lectura, en la que no faltaron las lágrimas, se coronó la lectura con la liberación de palomas. Cuando alzaron vuelo se sintió un aplauso de los asistentes. Ese fue el final de la ceremonia.

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