Silvina Luna: a los 43 años, falleció después de luchar por su vida
La actriz, modelo y conductora, Silvina Luna, falleció a los 43 años en el Hospital Italiano, luego de una larga batalla por su vida. La noticia fue confirmada por Fernando Burlando.
31 de agosto de 2023 • 13:30
Silvina Luna falleció a los 43 años en el Hospital Italiano, luego de una larga batalla por su vida.
En la tarde del 31 de agosto de 2023, la actriz, modelo y conductora argentina, Silvina Luna, falleció en el Hospital Italiano, luego de reingresar al servicio de terapia por una complicación en su cuadro clínico. Tenía 43 años. Después de estar internada durante 79 días luchando por su vida, fue su abogado Fernando Burlando quien confirmó la noticia hace pocos minutos.
El delicado estado de salud que atravesó Silvina en los últimos meses derivó de una intervención quirúrgica que se realizó años atrás, en el 2011, de la mano del cirujano Aníbal Lotocki. A raíz de esta mala praxis, sus riñones dejaron de funcionar. Sin embargo, no fue hasta hace pocos meses que confesó abiertamente su crítica situación, cuando declaró que se encontraba en la lista de espera del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai) para recibir un trasplante de riñón.
2001, el año que cambió su vida
Nacida en la ciudad de Rosario, el 21 de junio de 1980, Silvina era modelo y había realizado un comercial de Slim cuando su sueño de triunfar la llevó a trasladarse primero a Buenos Aires para estudiar teatro y luego a Miami. De allí se volvió en 2001, cuando la llamada "Casa más famosa del país" le cambió la vida para siempre. Su ingreso a la segunda edición del reality Gran Hermano, conducido en aquel entonces por Soledad Silveyra, le significó el despegue con el que tanto había soñado.
"Desde chica me gusta la tele. Entré a la casa porque no sabía qué hacer de mi vida. Hacía laburitos como modelo y me estaba por ir a vivir afuera. ¿Qué me podía pasar si entraba? Ser más conocida, tener más trabajo. Pensé que no iba a aguantar el encierro ni dos semanas. Me salió todo al revés: me quedé cuatro meses y engordé 10 kilos".
Fue una de las pocas participantes que logró mantener la fama fuera del encierro y rápidamente se convirtió en una de las diosas del espectáculo argentino. Sus trabajos publicitarios se multiplicaron, y al mismo tiempo, los productores de teatro y TV comenzaron a pelearse por ella.
Silvina Luna, su vida después de Gran Hermano
Se abrió camino en la actuación en 2002 arriba de las tablas, cuando fue convocada para La noche de las pistolas frías, y luego llegaron Coronados de risa… vivamos!, en 2003, y Diferente, en 2004, para dar paso al mayor suceso de revista de la calle Corrientes de aquellos años, El champán las pone mimosas.
Al tiempo que comenzó a estudiar teatro con Julio Chávez, la televisión requirió de su talento y fue entonces cuando llegaron las participaciones especiales en series, telenovelas y programas argentinos, entre los que figuran Los Roldán y Casados con hijos, pero sus papeles más importantes fueron en El capo y Ciega a citas.
Pese a mostrar un gran interés por el mundo de la actuación, Silvina también se dio el lujo de volver al género televisivo que la vio nacer: el reality show. Participó en las ediciones de 2006, 2009 y 2017 de Bailando por un sueño, el certamen de baile conducido por Marcelo Tinelli, y en 2022 fue participante de El hotel de los famosos, pero decidió abandonar el proyecto a las pocas semanas de comenzar, cuando volvió a reaparecer su problema de salud producido por la mala praxis de 2011.
La muerte de sus padres, la tragedia que la marcó
En 2008, en un lapso de apenas cinco meses, Silvina perdió a sus padres. A esos días los recordaba como los más traumáticos de su vida, pero igualmente, gracias a su carácter resiliente, logró salir adelante: “Ahora me siento más fuerte, más mujer, y aunque el amor de ellos va a ser irreemplazable, apuesto a la vida”, dijo en una entrevista a la revista Gente.
El calvario de Silvina Luna
Las afecciones de Silvina empezaron a mediados de 2010, cuando se sometió a una cirugía estética con el cirujano Aníbal Lotocki. Lotocki le colocó microesferas de polimetil metacrilato (PMMA) en la zona de los glúteos y muslos. Como consecuencia de esa cirugía enfrentó un cuadro crónico de hipercalcemia e insuficiencia renal.
En los últimos meses, se enfrentó a la batalla más difícil de su vida, cuando en junio ingresó en el Hospital Italiano debido a su delicado estado de salud. En ese momento se mostró esperanzada, y pese a los altibajos luchó hasta las últimas instancias e invitó a todo aquel que esté en una situación similar a nunca bajar los brazos.
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