
Cuello y escote: cuidados para dos grandes olvidados que delatan el paso del tiempo
20 de marzo de 2017 • 00:50

Créditos: Latinstpck
El rostro no termina en la mandíbula. Por lo menos no para los expertos en materia de piel y tampoco para las que prestamos atención a los cuidados de la dermis. Especialmente si tenemos en cuenta que la piel del cuello y la del escote es una de las más finas y delicadas del cuerpo. "Esta zona es delgada y sensible. Se trata de un área muy frágil ya que es pobre en glándulas sebáceas, encargadas de generar la grasa necesaria para que la piel se mantenga suave y lisa. Además, la pérdida de fibras de colágeno hace que pierda elasticidad y se deshidrate con mucha más facilidad", explica el médico dermatólogo Dr. Christian Sánchez Saizar.
¿Los problemas más frecuentes? Manchas, arrugas, sequedad, engrosamiento y flaccidez. Desde luego, todo depende del tipo de piel, la edad y estilo de vida que lleves. Pero, en términos generales, estos cinco son los que resultan más visibles y, lo llamativo para los profesionales es que estas manifestaciones frecuentemente contrastan con un rostro bien cuidado. "Muchas veces los pacientes no tienen la costumbre de extender los cuidados que tienen en la cara a estas zonas. Además, en verano cuello y escote están están más expuestos al sol y esto hace que la zona se vea más afectada y luzca más arrugada, con manchas y deshidratada", apunta la médica especialista en Cirugía Plástica y Estética Griselda Seleme.
Pero eso no es todo. Todas lo sabemos y es una de las grandes preocupaciones a medida que pasan los años y el efecto de la gravedad va haciendo notar su paso. "Por su estructura anatómica, el cuello es más flexible y tiene menor sostén que la piel facial. Justamente por esa razón la piel del cuello suele tener flaccidez , aflojamiento de los planos y arrugas", asegura la Dra. Graciela Cuomo, médica dermatóloga y asesora de RoC. Y, como si fuera poco se suma un problema extra y, aunque parezca difícil de creer, se trata de las arrugas que aparecen como consecuencia de dormir de costado. "Este tipo de arrugas no suelen ser síntoma de edad, pero a veces lo parecen y afean el escote. Pero la buena noticia es que con sólo aplicar una crema tensora o un aceite antioxidante se puede generar un efecto que embellecerá y rejuvenecerá su aspecto general", afirma Martina Mora, Responsable de Marketing de Eximia.
CUIDADOS ESPECÍFICOS
- Limpieza, tonificación y nutrición. La regla es simple y sencilla: "extender la rutina de belleza, es decir la limpieza, la hidratación y la aplicación de productos anti-age hasta el escote inclusive. Sin embargo hay que tener en cuenta que le piel del cuello no siempre es igual a la del rostro; por ejemplo, si tenés la piel grasa o mixta es probable que no tengas las mismas necesidades en el cuello. Por eso lo mejor es consultar con el especialista para que indique cuál es el mejor protocolo en cada caso", sugiere la Dra. Priscila Dzigciot, dermatóloga y directora médica de BACE Spa. Además es importante desmaquillar y tonificar el cuello. Los residuos de maquillaje en esta zona tienen los mismos efectos negativos que en el rostro. Los ingredientes anti-aging que tenés que usar son básicamente los mismos que en la piel facial, con una diferencia: debemos usar productos para piel sensible y a menores concentraciones que en la piel facial. Hay cremas específicas para estas zonas. Aplicarlas antes de dormir multiplica su efecto y ayuda a regenerar la piel. ¿Un consejito extra? Cuando apliques cremas sobre el cuello, hacelo a través de movimientos ascendentes para promover la firmeza y actuar aún más contra el descolgamiento. Mirá cómo es la técnica. Son tres pasos. 1. Iniciá en el centro del pecho y deslizá el producto hacia arriba por un lado del cuello hasta llegar justo debajo del mentón, luego hacia oreja, y luego bajá hasta la clavícula. Repetí dos veces en ambos lados del cuello. 2. Deslizá la crema de un lado al otro en la parte superior del pecho en forma de “sonrisa”. 3. Finalizá haciendo una curva en forma de V de un hombro al otro, bajando en el centro, y luego de regreso.
- Protección solar. Indispensable en la rutina de cuidados. Al igual que el dorso de las manos, el cuello y el escote son una de las zonas más expuestas a las agresiones externas. A la hora de exponerte al sol, reforzá la protección, si es la misma que en el rostro, mucho mejor.
- Exfoliación. ¿El objetivo? Oxigenar la piel. Al igual que la piel del rostro, esta zona también necesita exfoliaciones para deshacerse de las células muertas y permitir que la capa más externa de la piel se renueve. Lo indicado es optar por exfoliantes con partículas pequeñas y delicadas que no dañen este tejido tan frágil y repetir el ritual una o dos veces por semana. Eso sí. Siempre finalizá con la aplicación de una buena máscara nutritiva que ayude a reponer la hidratación perdida.
Expertos consultados: Dr. Christian Sánchez Saizar, médico dermatólogo, miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología. Dra. Griselda Seleme, Cirujana plástica especialista en estética, Directora de Seleme Medical Beauty Expert. Doctora Graciela Cuomo, Dermatóloga y asesora de RoC. Priscila Dzigciot, dermatóloga y directora médica de BACE Spa. Martina Mora, Responsable de Marketing de Eximia.
¿Tenés en cuenta esta zona en tu rutina de belleza? Podés leer sobre otra de las grandes olvidadas en La piel de la espalda también necesita cuidados.
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