Diseño de uñas: este es el truco para hacer el degradado perfecto con cero elementos y sin técnicas difíciles

En primer lugar, tenés que emprolijar tus uñas: limarlas y todo aquello que sea necesario para que queden perfectas para el trabajo siguiente. Después, vas a colocar una buena capa de gel blooming o top coat. Lo ideal es una base transparente bastante líquida y no tan espesa para que el color corra con más facilidad.

Ahora bien, sin esperar que se seque por completo esta capa vas a colocar color elegido en las puntas de las uñas directamente con la brocha, como si fueras a realizar la clásica francesita. En este punto el secreto es que el tono corra por la superficie de la uña consiguiendo así el famoso degradé. Ahora sí, es importante dejar secar ambos esmaltes.

Por último, podés sumar una nueva base de top coat para darle extra brillo y más durabilidad a tu nail art. ¡Listo tu diseño de uñas con toque en degradé!

Si sos de los que se muerden las uñas o de los que viven quejándose de que se les rompen, sabés de qué estamos hablando: esa situación en la cual las capitas de queratina que las recubren de a poco se van saliendo hasta que un día, la uña está rota, quebrada. Además de que se ve fea, empieza a ser un síntoma de falta de salud.

1-Síndrome de uñas quebradizas: se da cuando no hay una razón para que las uñas se debiliten y quiebren. Tiene más que ver con una cuestión genética de cómo son las tuyas y solo podés sumar hábitos para fortalecerlas.

2-Por causas secundarias: ¿secundarias a qué? Tanto a factores que tienen que ver con vos y con tus hábitos como a otras patologías preexistentes y más severas. En estos casos, el debilitamiento y la ruptura de las uñas sería un síntoma más. Por ejemplo, las uñas suelen debilitarse y quebrarse cuando te las mordés, cuando usás detergentes u otros productos abrasivos sin la protección de guantes, al usar acetona para remover el esmalte o al alimentarte deficientemente y con carencia de nutrientes esenciales.

3-También hay ciertas patologías “de fondo”, como la anemia y las enfermedades dermatológicas, en especial las relacionadas con los hongos, y las alteraciones hormonales. Por eso, atenti cuando a las uñas quebradizas se les suman otros síntomas, como la sensación de debilidad, dolores de cabeza y mareos. Ahí tenés que visitar a un médico.