¿Qué onda el aceite de palma?
Muchos de los alimentos y cosméticos que usamos lo tienen en sus fórmulas, pero le hace mal a la salud y al ecosistema. ¿Qué podés hacer vos?.
7 de septiembre de 2016
Si alguien te preguntara cuáles son los productos que más usás en tu vida cotidiana, seguro aparecerían en esa lista galletitas, cereales, cremas corporales y jabones –¡e incluso la pasta de avellanas que tantos nos gusta!–. Pero lo que seguramente no sepas es que todos tienen aceite de palma, un ingrediente cada vez más cuestionado.
Créditos: Latinstock
¿cómo afecta al planeta?
El ADP se extrae procesando el fruto de la palma aceitera, un árbol que crece en las selvas tropicales del planeta. Hoy, es uno de los principales insumos de la industria alimenticia y cosmética. Y junto con la ganadería y la soja, es una de las mayores causas de deforestación a nivel mundial. Aunque el problema nos parezca lejano –ya que el 85% se obtiene en Indonesia y Malasia–, lo cierto es que los problemas ambientales no reconocen fronteras geográficas.
En los últimos 50 años se talaron, quemaron o degradaron unos 74 millones de hectáreas de bosque en Indonesia (¡dos veces el tamaño de Alemania!). Los efectos de la deforestación son varios: se pierde biodiversidad, aumentan las emisiones globales de efecto invernadero y se agravan las inundaciones (porque los árboles son las esponjas naturales para las lluvias). Todo esto hace que cientos de especies, como el tigre de Malasia y el orangután, pierdan su hogar y que cada vez sea más difícil para ellos obtener su comida. A nivel humano, se perjudica a miles de comunidades autóctonas, para quienes el bosque es su casa, su farmacia y su almacén. Ni que hablar de la función básica de los árboles de absorber dióxido de carbono y devolvernos oxígeno.
Para colmo, el ADP también se usa para producir biocombustibles, es decir, combustibles alternativos a los fósiles. La paradoja es que, para obtener el ADP, se están destruyendo los bosques nativos y la turba de Indonesia, quemándose cientos de hectáreas, lo que genera más emisiones de gases de efecto invernadero que las que se ahorran por abandonar la quema de los combustibles convencionales.
¿Quién está luchando?
En 2004, el grupo conservacionista WWF se unió con la industria del ADP y lanzaron Roundtable on Sustainable Palm Oil (RSPO), una organización sin fines de lucro que propone una industria aceitera cada vez más sustentable. Quienes quieran recibir el certificado de ADP sustentable tienen que asumir un compromiso con el cuidado del medio ambiente y con el trato social de las comunidades asociadas a los bosques y a las plantaciones, así como a los empleados en el cultivo y en el procesado de los frutos de la palma.
También Greenpeace lanzó una campaña en la que denunciaba a una famosa marca de chocolates por comprar aceite de palma de proveedores ligados a la deforestación. A través de un video que mostraba la forma de producción de esa golosina –que se viralizó rápidamente a través de YouTube y las redes sociales–, se convocó a los consumidores a exigirle a la multinacional que dejara de fabricar sus chocolates con aceite de palma procedente de la destrucción de las selvas de Indonesia. La compañía reaccionó enseguida, informando que abandonaba las relaciones comerciales con el proveedor, lo que generó una reacción en cadena de denuncias a otras empresas, que empezaron a prestarles mayor atención a la procedencia y la metodología empleada para elaborar este insumo.
Son varias las marcas que se comprometieron a obtener este insumo certificado en cuanto a su origen, y si bien todos estos avances son positivos, los cambios se van a hacer en el mediano a largo plazo, no ya. Porque de los 40 millones de toneladas de aceite de palma que se producen al año, apenas 1,5 millones son certificados como sustentables.
¿CÓMO IDENTIFICARLO?
Además, desde un punto de vista nutricional, no es una opción saludable por su alto contenido (casi el 50%) de grasas saturadas. Por eso, si consumís demasiados productos con ADP, puede aumentar tu colesterol LDL (el que llamamos “malo”), lo que duplica el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Para que las empresas que todavía usan ADP dejen de hacerlo, lo mejor es que pierdan ventas. Por eso, cuando estés por comprar algún alimento o cosmético, mirá bien la etiqueta. Si no dice directamente “aceite de palma”, puede aparecer bajo el nombre de “aceite” o “grasa” vegetal. Y para saber si un aceite vegetal es de palma, chequeá el contenido de grasas saturadas. Si es superior al 50%, es muy probable que lo sea.
En cosmética, los productos que contienen ADP o derivados pueden especificar en sus ingredientes las palabras “Elaeis guineensis” o cualquier otra con la raíz “palm” (palmitato, palmitol). Otros ingredientes que tienen su origen en el aceite de palma son más difíciles de identificar. Pero podés consultar una guía enwww.aceitedepalma.org/nombres-etiquetado.
Como regla general, es mejor que reemplaces los snacks, galletitas y barritas energéticas industriales por otros artesanales y cambiar las cremas y cosméticos farmacéuticos por productos de dietéticas o hechos en casa.
En números
- 12 millones de hectáreas de palma aceitera se cultivan en todo el planeta.
- 20%de las emisiones globales de CO2 provienen de la deforestación.
- 55 millones de toneladas de ADP se producen por año en el mundo.
- 23 hectáreas de bosque se necesitan para producir una tonelada de aceite de palma.
- 65% de las ventas del sector aceitero son de ADP, lo que lo convierte en el más usado del mundo.•
Expertos consultados: Hernán Giardini, Coordinador de la Campaña de Bosques de Greenpeace y Martha Melgarejo, Lic. en Ciencias Químicas.
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