Meditación y filosofía: herramientas para aplicar en la vida cotidiana

A los 15 años, cuando todavía era muy rebelde, una psicóloga la ayudó con temas de ansiedad y miedos a través de la terapia tradicional, y a su vez, le presentó dos herramientas que la acompañan hasta hoy: la meditación y la filosofía. “Con eso encontré tranquilidad y paz mental”, cuenta.

Con la filosofía logró ir cada vez más lejos con sus preguntas, no precisamente para encontrar respuestas cerradas, sino más bien para alcanzar mayores estados de introspección de manera cotidiana. “Ir a ese lugar de silencio donde estás vos con vos preguntándote quién sos, de dónde venís, qué viniste a hacer a este plano, de qué manera manifiesto mi vida”.

Y es entonces cuando la segunda herramienta cobra un sentido primordial: la meditación, la llave que abre la posibilidad de permanecer en calma para sostener todas esas preguntas que en la vorágine del día cuesta bancar. “Me resulta imposible pensar en hacerme todas esas preguntas, si no estoy receptiva y conectada con lo que siento. Y ya sé que la razón no me va a dar esas respuestas, pero en estado meditativo profundo quizás sí las encuentre”.

Recuerda que de chica en su casa se sahumaba y de ahí aprendió de las abuelas sobre la magia de las hierbas y resinas. 

Más tarde, en 1994 comenzó a participar de grupos de meditación que se juntaban en el Teatro San Martín. “En esa época la meditación y las terapias holísticas no eran tan populares ni tenían tan fácil acceso como ahora. En paralelo, asistí a la escuela de filosofía durante muchos años, la sede estaba en Recoleta y me acercaba cuando salía de trabajar; ahí podía tomar cursos, participar de espacios de debate, formación y meditación”.

Un tiempo después aprendió la técnica para hacer imposición de manos y diversas formas de trabajar con cristales hasta que se formó como sanadora en esta área.

Actualmente, Erica trabaja como coach holística, instructora de Yoga, consteladora familiar y terapeuta sonora.  A su vez, tiene una maestría en Reiki y Registros Akáshicos. Igualmente, la formación sigue, y seguirá porque, como ella dice, el aprendizaje es constante y durante toda la vida.

Después de tantos años de estudios y de pasar por su propia experiencia los efectos de cada nuevo conocimiento adquirido, decidió abrir Omana Soul Healing, un espacio de Terapia Holística con la intención de ayudar a otras personas que también están en búsqueda de respuestas, paz mental y, básicamente, de una vida con más bienestar y menos estrés.

 “Mi trabajo es complementar desde un lugar holístico los tratamientos tradicionales”, cuenta y aclara que, si bien las herramientas holísticas son de inmensa ayuda, entiende que son complementarias y no invalidan ni reemplazan a un tratamiento médico.

Al momento de recibir un consultante para Erica y su equipo es muy importante descubrir qué le pasa a través de la escucha y desde el sentir, desde sus creencias y sin necesidad de seguir un orden cronológico.

“Cuando vemos que hay algún tipo de riesgo para el consultante u otra persona, o cuando creemos que sería prudente consultar con otra rama de la salud, lo advertimos. Varias veces trabajamos en equipo con quienes acompañan a un consultante y es una experiencia muy nutritiva, ya que el trabajo en equipo siempre tiene aportes de diferentes enfoques y el consultante se ve beneficiado”.

En este sentido, recuerda un caso puntual de un consultante que se acercó a Omana con un diagnóstico oncológico muy complicado. “Era una persona joven que trabajó integralmente; fue su médico quien le recomendó hacerse Reiki para acompañar el tratamiento tradicional. Al principio recuerdo que su cuerpo estaba muy castigado, pero con el avance de las sesiones su evolución fue tan notoria. Llegué a ser parte de su grupo de terapeutas, los médicos decían que las prácticas sanaban algo que la medicina no podía sanar, y era importante para sostener también sus emociones, sus pensamientos y su alma. Fue un año de tratamiento sostenido y se logró un resultado increíble para muchos", relata.

Y suma: "Experiencias así me llenan el alma. Hoy sigue asistiendo a Omana para volver a eso que le hizo tan bien, que, con el cuerpo ya reparado y libre de cáncer, puede volver a ese lugar de paz en su interior”.

Cuando le preguntamos acerca de las experiencias que recuerda como hitos en su camino, nos dice que “la voluntad que puede llevar a una persona a creer en sí misma y sanar” es de las cosas que más la emocionan y motivan.

En cada uno de sus consultantes descubre “la grandeza que hay y la valentía que tienen al buscar reconstruirse, aunque sea doloroso”, Y agrega que, si bien trabaja con personas de todas las edades, especialmente adora el abordaje con chicos “por la curiosidad, la capacidad de asombro, la simplicidad: Descubrir las herramientas holísticas a temprana edad es un juego que te sirve para toda la vida y enaltece tu cuerpo, tus emociones, tu mente y tu espíritu”.

“Diseñamos un esquema de 8 pasos donde compartimos diferentes herramientas holísticas para que ellos vayan descubriendo en cada práctica cómo se sienten: hacemos respiraciones, meditamos, usamos instrumentos de terapia sonora, cristales, ciclos lunares, aromaterapia, mindfulness, geometría sagrada, entre otras técnicas. Y ellos son súper receptivos. En cada sesión ellos cuentan cómo se sienten y en base a esto proponemos una práctica que después la pueden usar para continuar por su cuenta en la semana”.

Entre los beneficios más notorios, Erica reconoce la mejora en casos de ansiedad, hiperactividad, dislexia y trastorno de aprendizaje. “Suelen ser muy receptivos, les encanta la propuesta y son muchas veces ellos mismos quienes invitan a sus amigos para que conozcan las técnicas”, finaliza, plena de orgullo.