Hipertensión: ¿cómo impacta en las mujeres y cómo prevenirla?
Te contamos todo sobre esta afición conocida como una enfermedad silenciosa.
11 de enero de 2023 • 11:00
Hipertensión arterial: cómo cuidarte. - Créditos: Getty
Andar a las corridas, una agenda repleta de actividades, obligaciones de trabajo, vida social y poco ejercicio pueden ser el cóctel perfecto para que el cuerpo nos pase factura en algún momento. A raíz de un estilo de vida agitado, secundado por hábitos alimenticios “fáciles” y “rápidos”, en el que la comida procesada forma parte de la dieta diaria, se están registrando cada vez más casos de hipertensión arterial (HTA) en mujeres.
El médico nefrólogo, cardiólogo y de hipertensión arterial Gabriel Lapman define: “La hipertensión es una enfermedad silenciosa y, en la gran mayoría de veces, no presenta síntomas. Es por eso que es importante que la mujer conozca sus valores de presión arterial que deben estar por debajo de 140/90 mmhg (milímetros de mercurio)”.
Lo que ocurre en la hipertensión arterial es que se elevan los valores de presión arterial por arriba de lo considerado normal, lo que como consecuencias puede causar enfermedad crónica o aguda. El médico cardiólogo Guillermo Schmitt sostiene: “El contexto de una toma aislada de presión debe ser claramente analizado e interpretado ya que lleva a muchísima confusión. En un mismo individuo puede detectarse 125/85 mmhg y más tarde 165/100, siendo esto normal en ambos casos”.
Cómo detectarla
Su diagnóstico debe sospecharse y descartarse. Los métodos de diagnóstico son por medio de la detección de tensión arterial y signos médicos que, interpretados en contexto, hacen el diagnóstico. Por ejemplo:
1
Ecocardiograma
2
Monitoreo ambulatorio de tensión arterial
3
Evaluación de funciones renales
4
Examen visual con fondo de ojo
Cabe destacar que “la hipertensión es afectada por el sexo, la edad y genética (denominados factores de riesgo no modificables), hábitos socioculturales (consumo de sal, ejercicio físico, estrés, alimentación) y enfermedades concomitantes (diabetes, dislipemias, etc.)”, enumera Schmitt.
El rol de la alimentación
El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo establecidos para el desarrollo de hipertensión arterial: es dos veces más frecuente entre las personas obesas que en las de peso considerado normal. “Se estima que el 60% de los hipertensos presentan más del 20% de sobrepeso”, señala el doctor especialista en nutrición en Centro Médico Bionut Juan Carlos Marcillo. Y agrega: “El sobrepeso y obesidad son predictores de desarrollo futuro de hipertensión. Por lo tanto, la disminución de peso se acompaña de disminución de la presión arterial, en la mayoría de los pacientes hipertensos”. Por lo tanto, es relevante remarcar la importancia de la pérdida de peso y reducción de la circunferencia abdominal, ya que el descenso de sólo el 5% del peso corporal total ofrece una mejoría en el control de la presión arterial y reducción del riesgo cardiovascular.
Lo cierto es que cuando nos hablan de hipertensión arterial, de inmediato se nos viene un salero a la mente; y nos preguntamos si la sal, ¿es el peor enemigo de la hipertensión? La médica Clínica y Endocrinóloga por la UBA Alejandra Rodríguez Zía destierra el mito. “Es falso que la sal es el único culpable de la hipertensión. El problema no es solo el consumo de sal, sino la pérdida de capacidad del organismo de eliminarla por vía de los riñones, debido a varios factores como el estrés, el sedentarismo y el consumo de alimentos ultraprocesados (muchos contienen sodio aunque no sean salados). La sal tampoco es la responsable inicial de este problema, sino los hidratos de carbono, que generan un aumento de la insulina. ¿Qué tiene que ver esto con la hipertensión? La insulina aumentada va al riñón y el riñón absorbe el sodio que normalmente sabe excretar”, explica.
¿Cómo se trata la hipertensión?
Realizar actividad física rutinaria acorde a sus posibilidades
Mantener una dieta sana de productos principalmente poco procesados
No consumir fritos, ni agregar sal a las comidas
Disminución del consumo de sal a no más de 1500mg diarios (1/4 de cucharadita)
Consumir frutas, verduras, verduras de hoja, almidones, legumbres y granos enteros
Reducir la carne roja y aumentar el consumo de pescados para el mejor control en el colesterol y ácido úrico.
Controlarse la presión arterial regularmente anotando día y hora, la misma debe estar controlada a todo momento
Visitar regularmente a tu médico de cabecera
Dejar de fumar
Cuando esto no es suficiente, las guías actuales recomiendan iniciar con tratamiento farmacológico
Menopausia y embarazo, etapas claves
La menopausia es el momento en el que el riesgo cardiovascular de la mujer se iguala a la del hombre. “Sin dudas, la principal causa de muerte en las mujeres es la enfermedad cardiaca y no los cánceres ginecológicos. Es por eso que luego de los 55 a 60 años, la mujer debe ser seguida por su cardiólogo de cabecera”, recomienda el médico Lapman.
En tanto, la hipertensión en el embarazo se la conoce como preeclampsia, que aparece luego de la semana 20 de embarazo y se relaciona con complicaciones en otros órganos, si no se sigue adecuadamente. “Un alto porcentaje de pacientes requiere un tratamiento basado en el reposo, la dieta baja en sodio y, en algunos casos, medicación antihipertensiva que no sea dañina para el bebé”, concluye Lapman.
Hipertensión en números
El 17 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Hipertensión para promover la concientización, prevención, diagnóstico y control
De cada 3 pacientes 1 aproximadamente no sabe que es hipertenso
En la Argentina, afecta a más de un tercio de la población, pero pasa inadvertida o es mal controlada en una gran proporción de casos, según Vittal Urgencias Médicas
En la Argentina, según la tercera Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, el 34% de los mayores de edad comunicó tener presión arterial elevada
Los valores de presión arterial deben estar por debajo de 140/90 mmhg (milímetros de mercurio)
El 78 y 65% de los casos en hipertensión arterial en el hombre y la mujer, respectivamente, pueden ser atribuidos directamente a la obesidad (estudio Framingham)
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