5 leyes emocionales para entender lo que sentimos
Comprender y gestionar lo que sentimos es fundamental para nuestro bienestar general. Para eso, podemos recurrir a las 5 leyes básicas que rigen el mundo emocional.
13 de marzo de 2024
Las leyes emocionales para entender lo que sentimos. - Créditos: Getty
Las emociones se rigen por leyes que nos permiten entender lo que sentimos. Comprender y gestionar lo que sentimos es fundamental para nuestro bienestar general. Para eso, podemos recurrir a las 5 leyes básicas que rigen el mundo emocional:
5 leyes básicas que rigen el mundo emocional
1
Ley de la conservación del proceso emocional
Establece que las emociones no pueden ser destruidas ni creadas de la nada, sino que simplemente se transforman de una forma en otra. Esto significa que las que experimentamos, ya sean positivas o negativas, no desaparecen por completo, sino que pueden cambiar de intensidad, forma o dirección a lo largo del tiempo.
Por ejemplo, la tristeza puede transformarse en determinación o motivación para superar un obstáculo. Nos enseña la importancia de reconocer la naturaleza dinámica de nuestras emociones y cómo pueden evolucionar con el tiempo. Nos ayuda a entender que no son permanentes y que podemos influir en su curso mediante nuestras acciones y pensamientos.
2
Ley de la resonancia emocional
La Ley de la resonancia emocional establece que lo que sentimos tiende a resonar con lo que sienten los demás y del entorno que nos rodea. Esto significa que somos influenciados por el estado anímico de las personas con las que interactuamos, así como por el ambiente en el que nos encontramos. Por ejemplo, si estamos rodeados de personas alegres y positivas, es más probable que experimentemos sensaciones similares, mientras que estar en un entorno negativo puede aumentar nuestra ansiedad o tristeza.
Esta ley nos recuerda la importancia de elegir cuidadosamente nuestro entorno y las personas con las que nos rodeamos, ya que pueden tener un impacto significativo en nuestro estado emocional. También nos anima a ser conscientes de cómo lo que sentimos puede afectar a los demás y a cultivar una actitud positiva y compasiva hacia quienes nos rodean.
3
Ley de la regulación emocional
Esta Ley establece que tenemos la capacidad de influir en nuestras emociones y regular su intensidad, duración y expresión. Esto significa que podemos aprender a manejarlas de manera efectiva, en lugar de ser controlados por ellas. A través de técnicas como la toma de conciencia, la atención plena, la reevaluación cognitiva y la gestión del estrés, podemos aprender a identificar, entender y controlarlas de manera más saludable.
Nos empodera al reconocer que no estamos a merced de nuestras emociones, sino que tenemos la capacidad de influir en ellas y utilizarlas de manera constructiva en nuestras vidas. Nos anima a desarrollar habilidades de inteligencia emocional y autocontrol para mejorar nuestra salud mental y bienestar general.
4
Ley de la asimetría hedónica
Esta Ley es un principio que describe la tendencia humana a experimentar y recordar las emociones positivas de manera diferente a las emociones negativas. Sugiere que las personas tienden a dar más peso y duración a las emociones negativas que a las emociones positivas, lo que influye en nuestra percepción del bienestar y la felicidad.
Significa que las experiencias negativas tienen un impacto emocional más fuerte y duradero en nosotros que las experiencias positivas de magnitud y duración similares. Por ejemplo, una crítica o un fracaso pueden afectarnos profundamente y permanecer en nuestra mente durante mucho tiempo, mientras que un cumplido o un éxito pueden pasar desapercibidos o olvidarse rápidamente.
Esta tendencia puede tener diversas implicaciones en nuestra vida diaria. Por un lado, puede llevarnos a enfocarnos en lo negativo y preocuparnos excesivamente por cosas que salen mal, incluso cuando hay muchas cosas positivas en nuestras vidas. Por otro lado, puede hacer que subestimemos o pasemos por alto los momentos felices y gratificantes, lo que puede afectar nuestra percepción general de la felicidad y el bienestar.
Comprender dicha ley es importante porque nos permite ser más conscientes de nuestras tendencias cognitivas y emocionales. Al reconocer que tendemos a dar más importancia a lo negativo que a lo positivo, podemos esforzarnos por equilibrar nuestras percepciones y cultivar una actitud más optimista y agradecida hacia la vida.
5
Ley de la carga más ligera
La Ley aborda cómo las personas tienden a compartir y expresar sus sentires más fácilmente con personas externas, terapeutas, en lugar de con aquellos que están más cerca de ellos, como parejas, amigos íntimos o familiares. Sugiere que existe una preferencia natural por compartir las emociones más profundas con personas que percibimos como menos cercanas o menos involucradas en nuestras vidas puede deberse a varios factores:
En primer lugar, compartir nuestras emociones con personas externas puede sentirse menos amenazante y más seguro que hacerlo con aquellos que tienen un vínculo emocional más estrecho con nosotros. Sentimos que no estamos exponiendo nuestra vulnerabilidad de la misma manera que lo haríamos con nuestros seres queridos. Además, puede haber una preocupación por el impacto que nuestras emociones puedan tener en nuestras relaciones cercanas. Tememos que al expresar las negativas o pesadas, podamos cargar a nuestros seres queridos con nuestras preocupaciones o problemas, lo que puede generar tensión o conflicto en la relación. Por lo tanto, optamos por compartir nuestras cargas con personas externas para evitar causar problemas en nuestras relaciones cercanas.
Dicha ley también tiene sus limitaciones. A veces, al no compartir los sentires más profundos y pesados con aquellos que están más cerca de nosotros, perdemos la oportunidad de fortalecer y profundizar nuestras relaciones. La apertura y la vulnerabilidad pueden fomentar una mayor intimidad y conexión con nuestros seres queridos, lo que en última instancia puede fortalecer nuestras relaciones y proporcionarnos un mayor apoyo emocional en tiempos difíciles.
Por Celina Cocimano, coach ontológico y terapeuta emocional. Gentileza para OHLALÁ! Ig: @celinacocimano.