Pequeños hábitos pueden impactar en tu bienestar. - Créditos: Getty
La mente se trasforma en la mejor aliada del equilibrio. Cuando estamos en calma, somos dueños y gestores de nuestras emociones y el bienestar emocional es el resultado de vivir con esos parámetros. Alcanzar y mantener el bienestar emocional es equivalente a calidad de vida.
La perseverancia es ese motor que nos estimula a no rendirnos para avanzar hacia un bienestar mejor en el futuro. No es difícil identificar tendencias emocionales: podemos ser enérgicos y optimistas o tener rol más pasivo o pesimista; podemos ser ansiosos, o más relajados. Todos podemos experimentar una amplia gama de emociones, de las cuales unas se destacan más que otras y luego estas se van convirtiendo en hábitos. Como cualquier otro hábito, los hábitos emocionales pueden modificarse siguiendo una serie de pasos.
Es fundamental en primer lugar identificarlos y conectar con uno mismo para reflexionar sobre emociones sentidas, pensamientos, necesidades mediante diálogos internos que nos permitan conocernos y llevar así una vida acorde con deseos y valores. ¿Qué me pasa, qué siento, qué necesito, quién soy?
El trabajo como individuos es involucrarnos con nuestro bienestar y elegir cada uno el camino. Ese es el primer paso que nos convierte en "generadores" del propio bienestar. Todos tenemos recursos para poder ponerlos en práctica.
Los microhábitos que generan bienestar
Existen algunos cambios pequeños que se pueden realizar en las rutinas diarias que permiten hacer transformaciones importantes a futuro. Es esencial nutrirse de pequeños hábitos para aprender cómo alcanzar el bienestar emocional.
¿Qué son los microhábitos? Se refiere a aquellas acciones que requieren de una pequeña motivación para ser completadas y que, con el transcurrir de los días, ayudan a cumplir una meta más grande.
Funcionan porque son simples, fáciles de llevarlos a cabo. Casi uno no se da cuenta de que se convierten en un hábito.
“Micro” debe ser algo que se pueda hacer en un tiempo corto. No deber ser una carga, sino relacionado con algo que a uno le guste o quiera realizar. Debe ser pequeño, que sea fácil llevarlo a cabo. Debe incrementarse cada día en porcentaje muy pequeño para ir mejorando. Es importante concentrarse en realizar el hábito en vez de preocuparse por el resultado.
Los 5 microhábitos
Levantarse a la mañana, mirarse al espejo, desperezarse y sonreír
Para una mejor energía, elegir un desayuno saludable con cereales integrales y proteínas.
Dar una vuelta manzana todos los días, el primer impulso para comenzar a hacer actividad física.
Antes de dormir, relajá tu mente pensando en las cosas positivas que te pasaron.
Destiná un tiempo en la semana para compartir un café con un amigo/a.
Inspirar, espirar: claves para el bienestar
La respiración consciente es súper importante para una mente más tranquila. Nuestra capacidad de respirar está directamente relacionada con la capacidad de sentir.
Solo 5 minutos por día deberíamos poder regalarnos una respiración continua de 4 tiempos lentos de inhalación y 4 tiempos lentos de exhalación.
La respiración consciente trae enormes beneficios físicos. En esos minutos se enriquece el organismo con más oxígeno y son esos minutos en que se activa la conversación interna para estar conectado con uno mismo.
Este método permite cultivar la atención, lo que aclara los pensamientos y nos permite discernir con serenidad lo que pasa por nuestra mente.
Nota gentileza para OHLALÁ! de Lilian Maitino, Máster Coach certificado Internacional. Web: https://lilianmaitino.com/