5 rasgos para reconocer a un narcisista y cómo responder, según una experta de Harvard

Shadé Zahrai, estratega del comportamiento y experta en liderazgo de la Universidad de Harvard, publicó hace poco un artículo en el que abordó los aspectos más comunes que se pueden encontrar en este tipo de personas que suelen acaparar conversaciones. Este tipo de comportamientos se llama “narcisista conversacional”, término acuñado por el sociólogo del Morrissey College of Arts and Science del Boston College, Charles Derber, y ahora retomado por Shadé.

En este sentido, la experta brinda algunas claves para reconocer a una persona altamente narcisista y detalla consejos para saber cómo conviene responder en este tipo de conversaciones. Y al mismo tiempo destaca que “nunca estás obligado a continuar una conversación que te parece insatisfactoria”. Esto fue lo que detalló al medio CNBC.

Cuando se está hablando con un “narcisista conversacional”, estos suelen entrar en un monólogo sobre distintos aspectos de su vida sin dejar huecos para que la otra persona opine, responda o “meta un bocadillo”.

A su vez, cuando terminan de profunidar (intentan siempre dar cátedra) sobre un tópico que trata sobre sí mismos, dirigen la charla hacia otro donde vuelven a monopolizar la palabra.

En estos casos, la experta de Harvard sugirió llevar suavemente la conversación hacia un diálogo más equilibrado. ¿Cómo? Con la técnica denominada “hilo conversacional”: se busca captar palabras —o conceptos— clave que haya mencionado el interlocutor e incorporarlas a tu respuesta.

Si una persona dice que lo pasó muy bien el fin de semana largo y ahonda en ello, puedes aseverar sobre lo que ya dijo y luego decir: “El mío fue parecido”,  pone de ejemplo.

Es poco frecuente que un narcisista se detenga a evaluar cuáles son tus reacciones o tus opiniones en una conversación porque, en definitiva, no le son relevantes.

Frente a estas situaciones, la experta de Harvard recomienda decir frases como “yo también tengo algunas ideas” o “me encantaría compartir mis propias experiencias”, como primer intento para poder realmente conversar. Si no hay registro es probable que se desencadene una discusión.

Si no tenés energía para discutir y ya no querés seguir perdiendo el tiempo en un supuesto diálogo donde solo habla uno, la experta sugiere poner una excusa: puede ser una llamada o una reunión programada para salir de la conversación.

Estas personas suelen encontrar métodos para volver a dirigir las conversaciones hacia ellos, a pesar de múltiples intentos de la contraparte para cambiarlo.

Para responderles, Zahrai hace sugerencias: que les pidas un consejo directamente, para así incitarles a no cambiar el tema y redirigirlo hacia ellos. “Parece que lo pasaste muy bien en tus vacaciones, ¿tienes algún consejo mientras yo me preparo para salir?”, ejemplifica.

Otra alternativa, dice, sería “agradecer y continuar”, la cual se traduce en frases como: “Lo que dices suena muy interesante. Lo que yo intentaba compartir sobre mi situación es que…”.

No siempre son conscientes, pero siempre sucede lo mismo: “Los narcisistas conversacionales” tienden a utilizar un lenguaje paternalista intentando demostrar que son las personas con más conocimientos de la charla.

Ante las repetidas actitudes de menosprecio, la experta de Harvard recomienda establecer límites claros y resistirse al impulso de responder a la defensiva para evitar discusiones innecesarias (siempre que sea posible).

Una respuesta posible podría ser: “Me encantaría continuar con esta conversación, siempre y cuando sea respetuosa”. Si la conversación involucra a varias personas, se puede sugerir que se ceda la palabra a otra persona presente “con más experiencia”.: “Catalina tiene experiencia en esa área, ¿cierto?, ¿qué piensas al respecto”, menciona como ejemplo.

Es fácil de identificar cuando en una conversación alguien menciona uno de sus logros y, automáticamente, la persona narcisista responde con un comentario para rebajar esa hazaña. Un ejemplo: “¿En serio te ascendieron en el trabajo? Cuando a mí me ascendieron me dieron un bono y un auto…”. Enfrentarse a este tipo de comentarios, según la experta de Harvard, puede ser agotador emocionalmente.

La técnica que sugiere aplicar la experta es así: “He notado que siempre que hablamos nuestras conversaciones se convierten en competiciones. Me gustaría que compartiéramos sin tratar de superarnos mutuamente”.