La rutina de 4 pasos de los japoneses para despertarse felices

Encontrar y recordar el ikigai desde que abrimos los ojos al despertar es una de las prácticas que los japoneses aseguran que colaborarán en hacer de las horas siguientes un buen día. De esta manera, a su vez, el ikigai seguirá dándote una razón para levantarte por la cama aun cuando estás envejeciendo porque la pasión del corazón es longeva siempre. 

Luego, claro, la rutina del bienestar de los japoneses para encontrar la felicidad en las pequeñas cosas, como observar la caída de los pétalos de los cerezos (sakurafubuki), incluye un desayuno saludable y completo que se saborea con tiempo y nunca a las apuradas.

En general, esta comida incluye frutos secos, cereales, frutas y dátiles además de un buen café con un chorrito de leche y un mínimo de dulce. Lo que se suele incluir es un superalimento como el natto, un producto que viene de la fermentación de la soja que se parece a una gelatina y cuenta con grandes cantidades de proteínas de alta calidad, vitaminas B y K2.

A los japoneses les gusta levantarse temprano. De ahí que muchos prefieran empezar el día con la práctica de algún ejercicio como salir a caminar a primera hora. Esta buena costumbre contribuye a enfrentar la jornada con mejor ánimo y alivia el estrés. No importa el tipo de práctica física que se realice, los beneficios serán los mismos si se hace una actividad durante unos veinte minutos. 

Lo mejor luego de practicar ejercicio es bañarse. De hecho, los japoneses dedican gran cantidad de tiempo al baño, su cultura es conocida por la atención que le prestan a esta tarea, que hasta incluso realizan en público como actividad social. Un baño relaja y mejora la circulación sanguínea al reducir el estrés y purificar la piel.

Para los nacidos en Japón, la felicidad también se relaciona con los vínculos afectivos. Dentro de su rutina matutina y antes de ponerse a trabajar, suelen quedar con un amigo para conversar. El hecho de levantarse temprano también les permite incluir esta actividad virtuosa en su agenda, que los conecta con el mundo más allá de lo laboral.