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¿Cuántas veces tus días quedan atrapados y casi "sometidos" a pensamientos que no te dejan avanzar, que no te dejan ver más allá de ellos, absorben, "fagocitan" la mente y se convierten en diálogos rumiantes generándote estrés, ansiedad, miedos, preocupaciones, sensaciones que llenan de toxicidad tu sistema nervioso y emocional?
Los pensamientos determinan la acción que llevaremos a cabo, de aquí la importancia de identificarlos y prestar atención hacia a dónde nos conducen, ya que la mente siempre buscará la información con la que más la nutriste. Es como una biblioteca: va buscando según tema que necesita en la información que archivamos en ella constantemente.
Los pensamientos crean nuestra realidad, son profecías autocumplidas. Donde pongamos nuestros pensamientos será el foco que la mente tendrá para intentar ratificarlos, por lo que solo estará alerta a situaciones que los validen, entonces pensamos y alimentamos ese ruido mental, y lo que vamos a conseguir es exactamente eso, lo que pensamos tanto.
Mente de mono: qué significa
La "mente de mono" es la tendencia de la mente de ir de un lado a otro de forma frenética y, sobre todo, de enfocarse en lo negativo (todo lo que te causa miedo, inseguridad y dolor).
La "mente de mono" es un término utilizado en psicología para describir la tendencia de nuestra mente a saltar de un pensamiento a otro de manera incontrolable y sin rumbo fijo. Esta metáfora se basa en la idea de que nuestra mente es similar a un mono inquieto, saltando de rama en rama sin quedarse quieto en ninguna.
La mente de mono es responsable de la mayoría de nuestros pensamientos intrusivos, distracciones y preocupaciones constantes. Nos lleva a estar constantemente preocupados por el pasado o el futuro, impidiéndonos estar plenamente presentes en el momento actual.
Esta condición mental puede generar estrés, ansiedad e insatisfacción en nuestra vida diaria. Nos hace sentir atrapados en un ciclo interminable de pensamientos negativos y nos impide disfrutar plenamente de nuestras experiencias.
Existen técnicas y prácticas que pueden ayudarnos a calmar nuestra mente de mono. La meditación y el mindfulness son herramientas efectivas para entrenar nuestra mente y cultivar la atención plena. Estas prácticas nos permiten observar nuestros pensamientos sin identificarnos con ellos, lo que nos ayuda a disminuir su poder sobre nosotros.
Es importante aprender a manejar el estrés y la ansiedad de manera saludable, desafíos comunes en nuestra vida diaria. El coaching ontológico puede ayudarnos a gestionarlos brindando pasos prácticos y reflexiones para lograr un mayor bienestar emocional.
7 prácticas para calmar nuestra mente
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Paso 1: Autoconocimiento y auto observación:
El primer paso para manejar el estrés y la ansiedad es tomar conciencia de nuestras emociones y patrones de pensamiento. Dedica tiempo a reflexionar sobre cómo te sientes en diferentes situaciones y qué pensamientos te vienen a la mente. ¿Hay algún patrón recurrente que desencadene tu estrés o ansiedad?
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Paso 2: Identificar los desencadenantes:
Una vez que hayas desarrollado una mayor autoconciencia, identificá los desencadenantes específicos que generan estrés y ansiedad en tu vida. Puede ser el trabajo, las relaciones personales, las responsabilidades familiares u otras situaciones. Al identificarlos, podrás abordarlos de manera más efectiva.
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Paso 3: Cambiar la perspectiva:
El coaching ontológico nos invita a cambiar nuestra perspectiva sobre el estrés y la ansiedad. En lugar de verlos como obstáculos, podemos considerarlos como oportunidades para crecer y aprender. Preguntate a ti mismo: "¿Qué puedo aprender de esta situación estresante? ¿Cómo puedo crecer a través de ella?"
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Paso 4: Gestión emocional:
El manejo emocional es fundamental para lidiar con el estrés y la ansiedad. Identifica las emociones que surgen en momentos de tensión y desarrolla estrategias para gestionarlas. Puedes practicar técnicas de respiración, meditación, escuchar música, pintar mandalas, hacer ejercicio o buscar actividades que te ayuden a relajarte y reducir el estrés.
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Paso 5: Establecer límites y prioridades:
A menudo, el estrés y la ansiedad surgen cuando nos sobrecargamos de responsabilidades. Aprende a establecer límites saludables y a priorizar tus tareas y compromisos. Aprende a decir "no" cuando sea necesario y delega tareas cuando sea posible. Recuerda que cuidar de ti mismo es una prioridad.
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Paso 6: Desarrollar una mentalidad resiliente:
La resiliencia es la capacidad de adaptarse y recuperarse frente a situaciones estresantes. Trabaja en el desarrollo de una mentalidad resiliente, enfocándote en tus fortalezas y en encontrar soluciones creativas ante los desafíos. Recuerda que los obstáculos son oportunidades para crecer y desarrollarte como persona.
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Paso 7: Buscar apoyo:
El apoyo social es crucial en la gestión del estrés y la ansiedad. Busca personas de confianza con las que puedas compartir tus preocupaciones y emociones. Además, considera buscar el apoyo de un coach ontológico o terapeuta emocional, quienes pueden brindarte herramientas adicionales para manejar el estrés y la ansiedad.
¿De dónde surge la mente de mono?
Cuando sentís ese estadío en tu mente es porque perdiste la capacidad de dominar tu atención, por eso tu mente te zarandea, te lleva por cualquier lado sin tener el poder de poder frenar esos pensamientos, esa dinámica.
Tu atención es tu energía mental: cuando la dominás, vos la dirigís para que vaya para donde vos querés, pero cuando no la dominás, el mono de la mente se la lleva a los lugares más oscuros y tenebrosos, siempre a lugares donde le generan ansiedad y estrés porque perdió el norte que sería la propia dominación sobre ella.
Por Celina Cocimano, coach ontológico y terapeuta emocional. Gentileza para OHLALÁ! Ig: @celinacocimano.