Casas en la naturaleza: 4 lugares integrados al verde
Una tendencia del diseño sustentable: la arquitectura del silencio propone casas que se integran armoniosamente a sus paisajes, acá te mostramos cómo funciona en entornos naturales de Argentina.
16 de septiembre de 2024
Una casa a orillas del Paraná que se mete en medio de la vegetación frondosa. - Créditos: Gentileza Archivo LIVING
Es una tendencia que cada vez se impone con mayor fuerza propia. Se llama arquitectura del silencio a esa forma de concebir el diseño de las casas para que “no hagan ruido”, es decir, que se integran a su entorno armoniosamente y sin ningún tipo de estridencia.
Tiene que ver con cierto minimalismo y con una concepción estética serena que se asocia al cuidado ambiental.
En entornos naturales, se aplica como una manera de no interrumpir el paisaje, en sintonía con el diseño sustentable.
Consultamos con Revista Living para hacer una selección de cuatro ejemplos de casas reales en Argentina que practican la arquitectura del silencio y se mimetizan con la naturaleza que las abraza.
1. ENTERRADA EN UN MÉDANO
La Casa Arena de Costa Esmeralda es parte de la duna. - Créditos: Gentileza Archivo LIVING
Sobre la pendiente natural de la duna, esta casa de Costa Esmeralda –en la Costa Atlántica- se propone no tomar al médano como un obstáculo sino usarlo a favor y se integra con armonía a la topografía.
Diseñado por los arquitectos Agustín Insúa, Javier Zabalaga y Matías Méndez, la llamada Casa Arena tiene una superficie de 210m2 y se construyó minimizando al máximo el impacto ambiental.
La galería da al paisaje abierto de los médanos, recibe el sol y el viento de forma apaciguada. - Créditos: Gentileza Archivo LIVING
Los materiales están pensados para ser resistentes (el clima costero lo reclama), requerir poco mantenimiento (para ser durables) y brindar una apariencia moderna.
Cuanta con paneles solares y, para reducir el consumo energético, la arena que abraza a la casa funciona como un aislante térmico natural, mientras que la disposición estratégica de las puertas y ventanas facilita la circulación de aire para ventilar la vivienda.
Es la misma naturaleza del paisaje la que protege a la casa y la aísla. - Créditos: Gentileza Archivo LIVING
2. CAMUFLADA EN LA ISLA
Casa libélula, en el Delta del Tigre. - Créditos: Albano García/ Gentileza Archivo LIVING
Se llama Casa Libélula porque su planta tiene una forma inspirada en los alguaciles, está en el Delta del Tigre y fue concebida por sus dueños, la pareja de arquitectos formada por Bárbara Berson y Horacio Sardín, para su familia.
A orillas del río Paraná y en medio de una frondosa vegetación, piezas de madera ensambladas con metal componen los tres niveles de esta vivienda cuyo perímetro es una galería integrada respetuosamente al paisaje de la zona.
Una estructura sostiene la casa en altura. - Créditos: Albano García/ Gentileza Archivo Living
Construida en altura por las subidas del río, suele recibir la visita del agua con sus peces casi casi al nivel de los dormitorios. Lejos de ser un problema, es una eventualidad contemplada y planificada para ser disfrutada.
La estructura de columnas y vigas se erige por fuera de las cajas constructivas para evitar puentes térmicos, las ventanas cuentan con doble vidrio y pueden abrirse por completo –los dormitorios tienen escotillas laterales- para generar corriente de aire y ventilar. El agua se calienta principalmente con el sol.
3. AFERRADA A LA SIERRA
La Paisanita, en la sierra. Córdoba. - Créditos: Federico Cairoli/ Gentileza Archivo LIVING
En una sierra cordobesa de 45 grados de pendiente y sobre un río, da la impresión de que La Paisanita fue hecha a medida. Y es que el punto de partida fue el terreno, como un cuerpo a vestir con alta costura.
Diseñada por Agustín Berzro y Manuel González Viglia, se recurrió a la verticalidad de la construcción para seguir la ladera con una estructura de hormigón, de base liviana y corona profusa, que permite en su tono pasar inadvertido entre el paisaje de matices grises.
Todos los ambientes están en distintos niveles y tienen vistas panorámicas. - Créditos: Federico Cairoli/ Gentileza Archivo LIVING
El acceso es por planta baja y se va subiendo en niveles hasta la terraza.
Así, la geometría define un muro de contención que resuelve la llegada la montaña y al mismo tiempo la imita.
4. ESCONDIDA EN EL BOSQUE
En Costa Esmeralda, una casa apenas subterránea. - Créditos: César Béjar/ Gentileza Archivo LIVING
Es una casa construida hacia abajo, está semientrerrada. Vista de frente es como si asomara tímidamente desde el suelo del bosque de Costa Esmeralda. Creado por el arquitecto Gonzalo Bardach, el diseño se inspira en los movimientos naturales de la tierra.
Con piedra líquida se logró recrear formas curvas que dejan fluir el viento y la vivienda con sus terrazas verdes al ras del suelo se integra al terreno. Una pradera de nativas en el “techo” genera un efecto visual inmersivo a la vez que protege y aísla la casa para conservar el fresco durante el verano, ya que se usa principalmente para vacaciones. Además, las plantas fomentan la absorción de CO2.
El efecto de inmersión es total en la galería semicubierta. - Créditos: César Béjar/ Gentileza Archivo LIVING
Las aberturas son generosas en trasparencia y tamaño por permitir el paso de la luz y se consideraron minuciosamente la orientación solar y el patrón del viento para garantizar una vivienda iluminada y aireada.
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