Deco: así es la casa en Saavedra de Luciana Garabello, la artista argentina
La artista Luciana Garabello llegó a Saavedra después de un año de vivir en un departamento en Palermo. La tranquilidad del barrio y el verde -sin alejarse de Capital- fueron parte de lo que la enamoró.
18 de enero de 2023
Lucía Garabello nos abrió las puertas de su casa. - Créditos: Gustavo Sancricca.
Cuando una se acostumbra a vivir en una casa con jardín, la vuelta al departamento no es fácil. Lucila Garabello lo tenía muy claro cuando dejó su hogar en el Bajo Belgrano, después de separarse de quien había sido su marido más de 15 años. Se fue a un departamento en Palermo sabiendo que era solo una escala, pero consciente de que encontrar una casa con verde en Capital no iba a ser sencillo. “Yo amaba el afuera y quería un jardín, pero necesitaba que fuera en Capital, porque tengo dos hijas que van a distintos colegios: uno en Núñez y el otro en Florida”, explica. El presupuesto que tenía no le alcanzaba para comprar en la zona, por lo que sabía que tendría que reorganizar la logística familiar.
El living de la casa de Luciana Garabello. - Créditos: Gustavo Sancricca.
Por esos días no conocía Saavedra, un barrio que empezó a frecuentar un año después gracias a Atahualpa Rojas Bermúdez, su actual pareja. La casa de Atahualpa queda a unas cuadras de la suya y fue justamente en esas visitas que empezó a descubrir sus calles. “Me encantó la onda del lugar, esa cosa tranquila del barrio de casas bajas. Y además tenía el plus de que estaba en un punto equidistante de los dos colegios, algo fundamental para mí”, explica. Con esa nueva opción en mente, el nuevo refugio no tardó en llegar.
Living, comedor y cocina están integrados. - Créditos: Gustavo Sancricca.
“Lo que me enamoró de esta casa fue el ventanal del living comedor con ese jardín verde que casi que se mete adentro. No necesité subir a los cuartos. Cuando vi eso, no me importaba qué había arriba. Además, al fondo del jardín había un minidepósito que enseguida pensé para mi taller”, recuerda. La casa estaba en perfectas condiciones, lo único que hubo que hacer fue una reforma sencilla que cayó en manos de su amiga Ana Rascovsky.
Vivir liviana
En el comedor, las protagonistas son las sillas Mr de Mies. - Créditos: Gustavo Sancricca.
“Lo único que me traje de mi casa anterior fue el sillón –que, en realidad, eran dos chaise longue, pero los acomodé de manera que parecieran uno grande– y una mesita de arrime que necesitaba para tener donde apoyar”, cuenta. También se llevó la alfombra del living, que era de su abuelo y tenía mucha historia. La decisión fue de ella: si iba a volver a empezar, tenía que ser casi de cero. Drástica y práctica, la mayoría de las cosas las compró en una cuenta de Instagram donde la gente vendía muebles usados.
“La verdad es que no soy especialmente exigente con las cosas de la casa y necesitaba que estuvieran listas”, explica. “Además, siempre me gustó lo usado, no solo muebles, sino ropa también. Así que apenas descubrí esta página, empecé a comprar todo lo que me faltaba: la mesa, las sillas de la cocina, las mesas de luz...”, recuerda. Esos hallazgos de The Stock, la famosa cuenta de Instagram, algunas joyitas de Easy, muchas pinturas y libros son parte del mix que le da vida a su casa.
Las paredes del estudio están revestidas de mandera de guatambú. - Créditos: Gustavo Sancricca.
Revestir las paredes, pisos y techo del taller en madera de guatambú fue una muy buena idea de la arquitecta. Era la opción más sencilla y rápida para convertir un depósito en taller.
Manejar la paleta
El espacio debajo de la escalera se aprovechó para instalar una biblioteca. - Créditos: Gustavo Sancricca.
“Algo a lo que pusimos atención fue al tema de los colores. Yo soy muy de casarme con un color, en esta casa fue el rosa, pero en la anterior había sido el azul”, confiesa Lucila. Por supuesto, no eran cualquier azul o rosa, sino los colores que ella misma armó. El color es un elemento poderoso y nadie lo sabe tanto como ella, que crea con colores sobre lienzos y papeles.
“Cuando la compré, la casa era marrón y tenía muchas superficies en madera y ladrillo en los interiores. La decisión fue llevarla toda al blanco, con algunos bloques de color”, cuenta. El revestimiento exterior fue pintado de azul y las paredes de los interiores se cubrieron de blanco, excepto en el hall de distribución de los cuartos y la cabecera de la cama, donde eligió el rosa.
El rosa es el color más importante de la deco del dpto. - Créditos: Gustavo Sancricca.
“Yo soy muy de casarme con un color, en esta casa fue el rosa que elegí para el hall, el respaldo de mi cuarto, el edredón y el sillón largo del living. Después hay lámparas y mil detalles más”