Deco y orden: la guía definitiva para organizar la cocina de forma eficiente
Desde ordenar las alacenas hasta limpiar la heladera, todos los trucos y consejos para mantener tu cocina organizada.
17 de enero de 2024 • 16:33
Le pedimos a Melanie Melhem, el alma mater detrás de las exitosísima cuenta de Instagram Organizarte Omm, que nos contara cuáles son las claves para mantener ordenado el caos en el que muchas veces se suele convertir nuestra despensa, un espacio en el que, si guardamos todo de forma desordenada y sin criterio, puede ayudar a que terminemos consumiendo siempre lo primero que encontramos o comprando cosas que ya teníamos. Cuando todo está en orden encontramos todo mucho más rápido, comemos más variado y no compramos de más, lo que nos ayuda a no desperdiciar productos y nos aporta paz visual.
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¡Lo que no se ve, no se usa!
Esta es la primera premisa que deberías tener en cuenta, en especial porque la enorme mayoría de nosotros tendemos a acumular cosas (porque nos las regalaron, porque las conseguimos baratas, porque en algún momento nos fueron útiles y –quién te dice- "podrían volver a serlo"). El problema es que cuando la acumulación empieza a gobernar nuestra vida, ya no vemos todos los objetos que nos rodean y hasta dejamos de disfrutarlos.
Qué tener en cuenta para aprovechar el orden
Lo primero que deberías hacer es vaciar el espacio a organizar y limpiarlo profundamente. Sacar manchas añejas y reparar lo que esté roto es una gran forma de que te sigan dando ganas de mantener el orden.
Lo siguiente es remover lo que no vas a volver a guardar, como los productos vencidos o rotos, o simplemente los que sentís que ya cumplieron su cometido.
Antes de volver a guardar, calibrá correctamente el espacio que tenés disponible para guardar todo lo que separaste, y que definí qué criterio vas a usar para organizarlo. Es importante que sepas de antemano si vas a necesitar contenedores para separar las cosas o no.
Finalmente, y fundamental: cuando vuelvas a guardar las cosas, hacelo de tal forma que siempre puedas encontrar lo que necesitas. Una gran idea es poner los productos que más usas en frascos, lo que te permite mantenerlos frescos, ordenados y ver exactamente cuánto producto queda disponible. Si los frascos además son iguales, eso te va a ayudar a mantener un orden visual. Obviamente esto no siempre es posible, pero igualmente siempre suma elegir un criterio que se repita: la misma forma, el mismo color o la misma textura, por ejemplo.
Y ahora… ¿dónde pongo cada cosa?
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Lo ideal es poner las cosas que más usamos en los estantes centrales y bien al alcance de la mano. En los estantes que le siguen, las cosas de frecuencia intermedia de uso, y finalmente en lo más alto y lo más bajo lo que sirve para reponer una vez que se acaba lo que había, justamente porque no tiene sentido agacharse o estirarse cada vez que necesitamos algo. Atención porque este es un concepto que deberías usar al ordenar todas tus cosas.
El orden de la heladera
Sacá todo su contenido y dale una buena limpieza profunda. Si una vez que hiciste esto sigue teniendo olor, una gran solución es poner un poco de carbón o de bicarbonato de sodio en un platito, un desodorante práctico y con casi cero costo.
Dividí los productos por categorías, así ves mejor lo que se está por terminar y tenés que reponer.
Usá contenedores, de esa forma si algo se vuelca solo tenés que limpiar el contenedor y no el estante. Si querés ir por más podés usar contenedores o tuppers del mismo color, algo que suma al orden visual.
Fundamental: los contenedores de carnes crudas solo tienen que usarse para eso para para evitar la contaminación cruzada y prevenir el síndrome urémico hemolítico (SUH).
Está bueno pasarle un trapo húmedo a los productos antes de guardarlos, porque algunos vienen con mucha suciedad.
CRITERIOS PARA ORDENAR:
Usá frascos herméticos o ganchos para cerrar bien los productos una vez abiertos.
Rotulá con etiquetas para distinguir entre productos similares, por ejemplo, los distintos tipos de harina. No te olvides de siempre incluir fechas de vencimiento.
Cuando vuelvas del supermercado, disponé las cosas nuevas que compraste detrás de los productos que ya tenías, así consumís primero lo más viejo o próximo a vencer.
Separá lo dulce de lo salado, porque salvo que seas muy fan de lo agridulce, es poco probable que los uses al mismo tiempo.
También está bueno separar lo envasado de lo fresco, al igual que lo que se cocina de lo ya cocido.
Si querés ir por más, podés elegir subcategorías, por ejemplo "pastas" por un lado y "arroces y granos" por el otro.
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