Juliana Awada revela las tendencias deco de su cocina

La cocina de Juliana Awada es un ejemplo perfecto de cómo las tendencias actuales en diseño pueden integrarse para crear un espacio funcional y acogedor. Este ambiente combina materiales y colores cuidadosamente seleccionados, destacándose por su elegancia y calidez.

Las mesadas de mármol negro con vetas blancas aportan un toque moderno y sofisticado, mientras que los muebles de madera oscura contrastan con los revestimientos de madera clara, lo que genera un equilibrio perfecto entre sofisticación y naturalidad. Esta combinación de negro y madera clara, que está en auge en 2025, imprime un carácter único al espacio: la fuerza del negro se complementa con la calidez que transmite la madera.

Los muebles negros opacos también juegan un rol protagónico: se alejan de los tonos tradicionales y dan un aire contemporáneo al diseño. Detalles como la grifería cromada minimalista refuerzan el concepto de simplicidad elegante, mientras que una lámpara de fibras naturales agrega textura y una iluminación cálida al ambiente. El toque final lo pone un jarrón de vidrio con follaje verde, que introduce frescura y conecta con el entorno natural.

En cuanto a funcionalidad, la cocina está equipada con electrodomésticos empotrados y muebles de líneas limpias que favorecen el orden y la practicidad. Esta combinación de lujo contemporáneo y minimalismo escandinavo refleja una visión donde la estética y la sustentabilidad conviven armónicamente.

El compromiso con la naturaleza es una constante en el proyecto de Juliana Awada. La casa fue planificada para respetar al máximo el entorno. Una de las condiciones fundamentales era no talar árboles, lo que implicó crear volúmenes separados conectados por pasarelas. “En esta región de Argentina se cuida mucho el bosque y la preservación de la naturaleza”, explica Rossi, arquitecto del proyecto. Además, la vivienda incorpora tecnologías sostenibles como techos que recogen agua de lluvia para el riego.

La inspiración en la arquitectura nórdica también es evidente. La fachada negra de fibrocemento se integra perfectamente al paisaje, ofreciendo durabilidad y bajo mantenimiento. Este material no solo soporta las inclemencias del clima, sino que también refuerza el diálogo entre el exterior y el interior.

Los detalles decorativos también reflejan el estilo personal de Awada. Sofás de cuero de vaca con pelo, textiles de lino artesanalmente teñidos, alfombras de pura lana y muebles hechos con madera quemada conforman un universo que equilibra lo rústico y lo sofisticado.  Entre esos objetos destaca una vajilla hecha en un taller de Buenos Aires que da empleo a personas con discapacidad, un detalle que combina funcionalidad, belleza y responsabilidad social.

La cocina, diseñada como el corazón del hogar, es el lugar donde Juliana reúne a su familia y amigos, ejerciendo su pasión por la cocina en un espacio que es mucho más que un área de trabajo: es un reflejo de su filosofía de vida, donde la tranquilidad, la funcionalidad y la estética convergen.

Con información de la revista de decoración AD