5 insólitas transformaciones de actrices de Hollywood que, con sus nuevos looks, te va a costar reconocerlas

Lucille Ball es uno de esos íconos de la cultura pop imposibles de igualar, no importa cuánto método actoral o maquillaje se utilice. Igual, Nicole aceptó el reto de interpretarla en este drama de Aaron Sorkin, que se mete en la intimidad de su matrimonio con Desi Arnaz y una de las semanas más complicadas en la producción de “I Love Lucy”.

El director fue muy específico a la hora de recrear el look de las estrellas: “No vamos a tomar una fotografía, estamos pintando un cuadro”, le indicó a su equipo creativo, Teressa Hill, jefa del departamento de peluquería, y Ana Lozano de maquillaje. Los ‘rojos’ y cómo se trasladan a las imágenes en blanco y negro, fueron uno de los desafíos que tuvieron que afrontar, por ejemplo, en la famosa escena donde Lucy hace vino patero: “Si usás un lápiz labial marrón rojizo, tus labios van a ser de un gris muy oscuro. Si querés labios normales, usá un rojo con rosa para que parezca un gris más claro. Si usa rubor, habrá una sombra. Y no queríamos sombras, queríamos contorno. Si querés resaltar la cara, lo mejor es el verde claro, así que usamos polvos de ese tono”, cuenta Lozano, sobre la verdadera magia del cine.

La cuarta temporada de “The Crown” nos dejó una gran interpretación de la princesa de Gales a cargo de Emma Corrin. Stewart redobla la apuesta en la película del chileno Pablo Larraín, que ficcionaliza muchas de las decisiones que llevaron a Lady Di a ponerle fin a su matrimonio con el príncipe Carlos, durante unas vacaciones navideñas en familia.

“Al principio, trataba de consumir tanto de ella como fuera posible. Cada foto, cada entrevista, cada memoria que pude tener en mis manos. Y luego, tuve la ayuda del brillante entrenador de dialecto William Conacher que, en realidad, preparó a todas las Diana”, cuenta la actriz sobre su preparación para el papel. Kristen es californiana, pero el acento fue solo un escalón en este proceso que resolvió dejar de lado, en cierto punto, para abordar la “poesía extrema y surrealista” creada por el director. Al final del día, se permitió ser impulsiva y espontánea “porque creo que la energía que caracteriza a Diana es simplemente viva, abrumadoramente viva”.

La cantante volvió a estar en boca de todos con la personificación de Patrizia Reggiani, flamante esposa de Maurizio Gucci (Adam Driver), cuya ambición desestabiliza la frágil armonía de esta familia de empresarios. Todo en ella -como en la película- es exagerado y decadente, claves de una actuación que ya acumuló varios premios.

Súper comprometida con su trabajo, Gaga asegura que se mantuvo en personaje durante un año y medio, “sin soltar ese infame acento italiano”. Su pelo rubio platino no ayudaba, por eso decidió teñirse de negro como parte de su transformación, más allá de que su vestuario para la película incluía 10 pelucas diferentes y personalizadas. Su “proceso” no se queda ahí: su dieta estuvo repleta de carbohidratos (pan y pastas), estudió los movimientos de las panteras cazando a sus presas para canalizar cierta seducción, y hasta escribió una biografía de 80 páginas sobre su alter ego cinematográfico para tener de machete durante el rodaje. ¡Eso es dedicación!

“Cariño, me voy a ir a la tumba con las pestañas y el maquillaje puestos”, solía decir Tammy Faye Bakker. Por eso, el proceso de transformación de Chastain en la icónica televangelista fue una labor titánica para el equipo creativo de este drama biográfico que explora el ascenso, caída y redención de Tammy y su marido Jim Bakker.

Linda Dowds, al frente del departamento de maquillaje, repasó toneladas de videos y entrevistas para replicar la apariencia de la diva televisiva a lo largo de casi tres décadas. Pero, más allá de los labios tatuados y el bronceado perpetuo, las prótesis se convirtieron en una parte fundamental para terminar de definir el personaje: “Esta fue una curva de aprendizaje para Jessica, ya que nunca había usado prótesis tan extensas. Traté de acomodarme y hacerlo lo más indoloro posible. Fue una tarea desalentadora porque debía alcanzar cierto nivel de perfección y fluidez”, comenta el diseñador de maquillaje prostético Justin Raleigh, sobre un procedimiento que, cada día, le consumía de una a cuatro horas.

Jennifer no ganó la tercera temporada de American Idol, pero encontró en el cine una segunda oportunidad. “Dreamgirls” le dio su primer Oscar como actriz de reparto en 2007, hazaña que podría repetir con esta personificación de la gran Aretha Franklin, la “reina del soul”. La biopic repasa la trayectoria profesional de la artista, desde su niñez cuando formaba parte del coro en la iglesia de su papá. La mismísima Aretha estuvo involucrada en el proyecto hasta su muerte en 2018 y fue ella quien eligió a Hudson para el papel.

“Fue algo natural, y también era mi sueño interpretarla. Esto es algo muy personal y muy querido para mí”, confiesa Jen, quien tuvo que aprender a tocar el piano y conseguir un entrenador de movimientos para emular a su ídola. “Sabía cuál era mi responsabilidad al contar su historia. Tener la bendición de estar en su presencia y en su vida me ayudó a tener en cuenta todos esos elementos de ella y ser consciente de la mujer que era, el ícono que fue y siempre será”.