Dante Spinetta presentó "Mesa Dulce" en el Teatro Ópera: un banquete del funk y la alegría
Con un banquete musical dionisíaco y la sorpresiva aparición de invitados especiales, Dante Spinetta presentó anoche en el Teatro Ópera su último álbum solista, Mesa Dulce.
1 de julio de 2023 • 08:47
Dante Spinetta entrega una maratón de funk en vivo. - Créditos: Aitor Fernández
Anoche, Dante Spinetta le puso calor a una fría noche en la calle Corrientes, cuando presentó en vivo y por primera vez en Buenos Aires a su quinto álbum solista, Mesa Dulce, al que también considera como el punto más alto de sus más de 30 años de carrera musical. La propuesta de quedarnos sentados en las cómodas butacas del teatro duró apenas unos segundos, porque apenas se apagaron las luces y se abrió el telón, los primeros acordes ya nos pedían levantarnos de los asientos. Sabíamos, ya de antemano, que este banquete iba a ser una fiesta dionisíaca que nos iba a pedir bailar y agitarnos durante unas dos horas a puro funk.
"Bienvenidos al Funky Latin Nation Tour" nos recibió el Dante. Enfundado en un perfecto outfit 100% animal print, con un pañuelo negro a modo de vincha en su pelo y lentes negros, el lookazo de Dante era un tributo a Prince que auguraba, de alguna forma, lo que vendría más adelante. La puesta en escena de su banda también dio indicios de que íbamos a conectar con lo más puro de este género musical: 10 músicos, en impecables trajes y/o túnicas violetas, desparramados por un escenario en el que se respiraba ese aire de ritual, ese ambiente en donde la música se conecta con el cuerpo, con la potencia y la sensualidad del ritmo. Casi en una ceremonia espiritual. Y se vino la "Rebelión", el tema que abre el disco y que marcó el pulso de la propuesta arrolladora del rey argentino del funk con una invitación imposible de declinar: “Vamos a tocar un poco de funk. Recuerden que en esta sala es legal bailar hasta desmayarse”.
Sus invitados sorpresa: Ca7riel, Trueno y su hija Vida Spinetta
Power dupla: Ca7riel y Dante cantaron juntos "Gambito - Créditos: Aitor Fernández
Dante se reconoce a sí mismo como uno de los pioneros de la música urbana en Latinoamérica; el legado cultural del rap y el hip-hop corren por sus venas desde los ´90, cuando fundó Illya Kuryaki & the Valderramas junto con Emmanuel Horvilleur. Y en este sentido, Mesa Dulce también es una celebración de esa herencia innegable; por eso todos intuíamos que entre los invitados sorpresa de la noche estarían los responsables de las dos increíbles colaboraciones que tiene el disco con dos de los máximos protagonistas del trap argentino: "Gambito" junto con Catriel y el hitazo "Sudaka", con el mismísimo Trueno, casi para coronar un final arrollador de la noche. Altísimos momentos ambos, en donde el público enloqueció al verlos cantar juntos en vivo.
Otro highlight indudable de la noche fue el momento en el que Dante invitó al escenario a su hija menor, la talentosa Vida Spinetta, para cantar juntos "Olvídalo", cuya voz en el feat original fue de Julieta Venegas. Fue un instante de intimidad entre padre e hija, que se vieron plenos y orgullosos de compartir la pasión musical, mientras toda la familia Spinetta en la platea los aplaudía.
Dante Spinetta y Trueno haciendo la explosiva versión de "Sudaka" en vivo, tema por el que ganaron el Premio Gardel como mejor colaboración en música urbana - Créditos: Aitor Fernández
En versión unplugged
Una versión unplugged para "Primer amor", el tema de Mesa Dulce dedicado a su mamá, Patricia Salazar
Cuando hubo que bajar un poco el ritmo después de tanto baile, la banda se retiró por un momento y el Dante dio inicio a un pequeño momento de intimidad con el público: "Se me ocurrió cantar algunas canciones con el mismo espíritu y la misma forma en las que fueron concebidas, solo con mi guitarra". Las luces bajaron, la pantalla gigante proyectó el vaivén de un océano infinito para que él pudiera regalarnos la canción más emocional de este álbum: "Primer amor", una balada que le escribió a su mamá Patricia Salazar y para la que nos pidió que lo acompañemos, porque era la primera vez que la cantaba en vivo y estaba un poco nervioso. "Quizás si cantamos todos juntos, ella la escucha desde el cielo" -dijo- y otra vez nos entregamos, como testigos, a un instante de profunda conexión.
En este set también desplegó otro par de baladas, de esas que sacan suspiros: "El árbol bajo el agua" de su etapa Illya Kuryaki y "Soltar", una canción poética y bella, ambas de claro sello spinetteano.
Explosión con la fiesta Kuryaki
Con un look animal print y una de sus guitarras verdes, Dante hizo alarde de solos de guitarra - Créditos: Aitor Fernández
"Para estar funkeando hoy así hay que venir funkeando hace rato. Por eso vayamos un rato a los `90”, anunció luego el Dante. Y las versiones adolescentes de nosotros mismos dijeron que sí, al unísono. Sin renegar para nada de su pasado, sino más bien rindiéndole un amoroso homenaje, llegó el esperado medley Kuryaki, con algunos de los más grandes éxitos de la banda liderada por él y Emmanuel: pasaron "Jugo", "Latin Geisha", "Funky Futurista" y "Coolo", tema en el que el éxtasis y el baile ya habían copado por completo al Teatro Ópera. Miraba para cualquier costado y estábamos todos bailando, con manos levantadas y contorneos sensuales, en una coreografía colectiva que nos unió a todos.
La noche estaba llegando a su final, pero Dante todavía tenía mucho más para dar. "No me voy ni en pedo" - sentenció. Por eso nos regaló un cierre bien arriba: llegó Trueno para cantar Sudaka -colaboración que este año fue premiada con un Premio Gardel-, sí, pero también él mismo desplegó una patada funky con "Mostro" y "Funk Warrior", en donde con sus "dragones verdes" -así le llama a sus guitarras- nos regaló una improvisada sesión de virtuosismo vocal y corporal a lo James Brown, jugando entre agudos y graves con un pitch para su propia voz, con el que nos invitaba a seguirlo.
Para quienes nos quedamos con ganas de más, la última sorpresa de la noche fue el anuncio de su próximo show en Buenos Aires, que será el 14 de diciembre en el Teatro Gran Rex, para así cerrar un 2023 que lo tuvo en el centro del reconocimiento musical.
Dante nos regaló una noche arrolladora, una verdadera "Mesa Dulce": exquisita, desmedida, obscena y sensual. Quedamos "pipones" de funk, de talento, de solos de guitarra imposibles. Nos duelen los pies de bailar. Pero ya estamos soñando con la próxima noche.
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