Imagine Dragons: el emotivo discurso sobre salud mental de Dan Reynolds durante su show en Buenos Aires

Pautado para las 21.00 y con apenas unos minutos de demora, Imagine Dragons abrió su show de Buenos Aires con My Life (canción con la cual también cerró el show) para rápidamente ir a un favorito de todos, Believer. Proponiendo momentos súper movidos en donde el público no dejó de cantar y de bailar con aquellos mucho más tranqui (como, por ejemplo, con su temón Next To Me), fue un recital que se vivió con una vibra muy especial. Algunos dirá que era la energía de las 130.000 personas mirando a la banda tocar  (50.000 en el Campo Argentino de Polo y otras 80.000 desde la transmisión en vivo de Flow), pero mucho tiene que ver con el magnetismo úníco que tiene Dan Reynolds y su enorme poder sobre el escenario.

Mientras que el show tuvo una setlist de 24 canciones en total -en donde no faltaron ninguno de sus grandes clásicos, a excepción de Warrior, una canción que se hizo súper popular por League of Legends-, no hay dudas que los momentos más emotivos del show estuvieron alrededor de Believer, Natural, Whatever it takes, Sharks, My Demons y Bad Liar. Con una puesta en escena que tuvo sus momentos mágicos (desde papelitos volando hasta fuegos artificiales, para llegar a los globos y las bombas de humo en los momentos épicos), las falencias del Campo Argentino de Polo como espacio recitalero fueron compensadas con tres grandes pantallas que permitían ver de casi todos los costados del espacio.

El público acompañó en cada momento del show y, sin lugar a dudas, se trató de uno de esos recitales familiares en los que está bueno compartirlo en grupo. Desde familias con nenes de 7 u 8 años, pasando por parejas para llegar a grupos de amigos, fue un show en donde la buena onda no faltó en ningún momento y se notó muchísimo la excelente organización en todos los espacios del predio.