Premios Oscar 2024: estas son las películas con más chances de ganar
El 10 de marzo se entrega el máximo galardón de Hollywood y elegimos nuestras 6 películas favoritas y 6 críticos nos cuentan por qué merecen ser las ganadoras de la noche.
3 de marzo de 2024
Vidas pasadas es una de las películas más amadas entre las nominadas a los Oscar. - Créditos: Gentileza de prensa
Este 10 de marzo se celbra una nueva edición de los Premios Oscar y elegimos seis de nuestras películas favoritas para contarte por qué creemos que deberían ser las grandes ganadoras de la noche.
1. Oppenheimer por Jessi Blady
“Ya no se hacen películas como Oppenheimer”. Al momento de invertir, los grandes estudios de Hollywood apuestan a lo seguro: franquicias, propiedades intelectuales e historias que apelan a los más jóvenes porque existe el preconcepto de que la audiencia adulta prefiere quedarse en su casa y buscar algo que ver en las plataformas de streaming. La última cinta de Christopher Nolan se convirtió en todo un suceso de crítica y público..., en contra de todos estos pronósticos. Un drama histórico de tres horas de duración, solo apto para mayores de 16 años, centrado en uno de los momentos más oscuros de la humanidad y en uno de sus personajes más ambiguos no puede ser el estreno ideal para el verano boreal que pide a gritos aventura y diversión, acción, comedias y fantasía. Pero Nolan no hace distinción y convierte cada una de sus películas en verdaderos eventos que conectan al espectador y le otorgan la mejor experiencia cinematográfica. Gracias a su impronta autoral, el realizador conquistó a todo tipo de público con una biopic que no lo es tanto, y ahora es la gran favorita con 13 nominaciones. El tipo de película que arrasaba en los Oscar durante las décadas del 80 y 90: épica, taquillera y de autor, que se disfruta el doble en la oscuridad de la sala de cine. Esas que ya no se realizan con frecuencia.
2. Poor Things por Paz Varales
La nueva película de Yorgos Lanthimos, el director de producciones como Dogtooth o The Lobster, recibió 11 nominaciones a los Premios Oscar y en la próxima ceremonia de la Academia competirá de igual a igual con cineastas como Martin Scorsese y Christopher Nolan. La carrera de este joven director de origen griego crece a pasos agigantados sin perder su esencia, su irreverencia y adaptando su humor negro a la industria hollywoodense. En Pobres criaturas, Lanthimos volvió a elegir a Emma Stone como protagonista, luego de trabajar juntos en La favorita (2018). Ahora la actriz interpreta a Bella Baxter, una joven inquieta y desprejuiciada que experimenta el mundo por primera vez tras volver a la vida gracias a un experimento científico. Con este personaje, Emma Stone logra la mejor performance de su carrera y es la favorita a llevarse el Oscar a mejor actriz. En una época de tantas biopics, remakes o películas sobre marcas, la adaptación libre que hizo Lanthimos sobre el libro homónimo de 1992 de Alasdair Gray merece esta gran distinción, sumado al arriesgado trabajo de producción y vestuario que hicieron Shona Heath y James Price. Pobres criaturas es una sátira de humor negro que, además de risas e incomodidades, ofrece una mirada a la liberación sexual y política de la mujer.
3. Barbie por Bárbara Miranda
Referirse a Barbie simplemente como una película sería un error por mi parte, ya que pocas veces presencié un evento cultural tan grande como el que ocurrió en julio de 2023. Madres, hijas, abuelas, amigas, nietas; todas fuimos al cine a ver Barbie. En diciembre la vi cinco veces, gracias a mis sobrinas. Y esas cinco veces me vi reflejada en ellas. Cuando tenía su edad, era una nena que bailaba en el living de su casa y a la que no le importaba nada más que reírse y que su mamá le dijera que era la más linda. Un día le dejé de creer a mamá y me convertí en mi peor enemiga. Pienso en mis amigas, en los abrazos, en los llantos compartidos, en los baños de mujeres donde, entre risas y miradas de complicidad, nos convertimos en confidentes a pesar de no saber ni nuestros nombres. Podría decirles que todo esto es Barbie, pero estaría mintiendo, porque Margot Robbie y Greta Gerwig nos dieron mucho más que eso. Y es que Barbie es la razón por la cual el cine existe: el maravilloso acto de reunir a la familia, a los amigos o incluso a unos cuantos extraños, para sumergirse en la historia que un grupo de artistas decidió crear. Un mundo impregnado de rosa, con escenarios y secuencias inspiradas en los musicales de los años 50 y 60, un guión que no solo ama a sus personajes, sino también a su espectador. Porque Barbie no fue la película más vista del año solo por ser un abrazo a las mujeres, sino también por ser una carta de amor a la humanidad misma, a aquellos seres humanos que decidieron dar vida a una muñeca y crear un lugar de encuentro llamado cine.
4. Vidas pasadas por Sole Venesio
Cuando miramos la lista de películas nominadas a los Oscar, hay dos cosas que entendemos con mucha facilidad. La primera es que, a pesar de todo, 2023 fue un excelente año para el mundo cinéfilo, y la segunda es que Vidas pasadas no es uno de los títulos considerados “pesos pesados”. Con un excelente paso por los más recientes festivales internacionales, es imposible perder de vista que es la clásica película que amamos los que somos amantes del cine. Pero ¿por qué la hypeamos con tanta fuerza? En esa magia de la firma del cine de autor, esta ópera prima de Celine Song –directora a la que, en realidad, muchos conocimos por ser una de las guionistas de la serie La rueda del tiempo– se permite construir una historia mínima que aprovecha el hecho innegable de que todos conocemos a una Nora o a un Hae Song. Jugando con algunos de los tropos típicos de los K-dramas (para ser más específica, aprovechándolos y transformándolos), su narrativa es romántica y existencialista al mismo tiempo, lo que la convierte en una de esas películas de las que seguís hablando por cuadras enteras después de salir de la sala de cine. Si bien por momentos puede correr el riesgo de que el what if pueda resultar muy pesado, Song se vuelve maestra en el arte de diseñar una narrativa sumamente poética y movilizante. No hay duda de que la cinematografía asiática tiene mucho por enseñar a las pantallas del mundo, pero creo que el mayor mérito de Celine Song con Vidas pasadas es volver a demostrarnos que el buen cine no se hace de grandes presupuestos, sino de grandes ideas.
5. Anatomía de una caída por Laura Marajofsky
“Creo que la cuestión fundamental de la película es la cuestión de la reciprocidad en la pareja. ¿Puede una mujer ser honesta acerca de su matrimonio (y su ambición) sin ser castigada?”, se preguntaba la directora Justine Triet en un perfil que le hicieron en The New Yorker y nos dejaba pensando a todos. Y es que Triet no solo ha producido uno de los mejores thrillers del año, un tour de force de 150 minutos en formato drama judicial, sino que también es un film que sintoniza perfectamente con la época: ¿qué sucede cuando los mandatos tradicionales de masculinidad se ven desafiados por mujeres sexualmente liberadas y económicamente independientes? Además, el ambicioso film también se pregunta por los procedimientos judiciales mismos y sobre un tópico que la autora admite que la obsesiona: cómo se construye la verdad. Por eso, la insinuación constante en la narrativa de Triet es: no importa tanto qué sucedió sino cómo lo contás para convencer a ese jurado, a los medios y a la opinión pública. Y a veces también a uno mismo. Así, las capas de complejidad se suceden unas a otras, y según el punto de vista que elijamos, cambia el relato: ¿es la historia construida en conjunto sobre esa pareja?, ¿la subjetividad de la esposa acusada?, ¿el recorte que hacen los amigos de la pareja?, ¿la del psicólogo que escucha solo la campana del marido?, ¿o lo que percibe su hijo de doce años? La actuación sobria pero jugada de Sandra Hüller (protagonista de dos finalistas a mejor película este año) y la dirección certera y minuciosa de Triet hacen de esta película una sólida y merecedora candidata al premio principal. Resta ver si el conservadurismo de Hollywood o la búsqueda de un golpe de efecto son más fuertes.
6. Los asesinos de la luna por Diego Lerer
Quentin Tarantino ha dicho que se retirará a los 60 años ya que la historia del cine ha demostrado que muy pocos directores hicieron grandes películas después de esa edad. Eso es cierto, en la mayoría de los casos. Pero hay una excepción enorme que contradice la “Ley Tarantino”: Martin Scorsese. No solo el realizador de Taxi Driver sigue haciendo grandes películas a los 81 años, sino que se puede argumentar que sus últimas cuatro, todas hechas después de cumplir los 70, conforman uno de los mejores ciclos de su carrera. Son El lobo de Wall Street, Silencio, El irlandés y Los asesinos de la luna. Las tres más recientes, especialmente, marcan un giro clave en su obra. Sin perder de vista su impulso narrativo y su noción del cine como un espectáculo apasionante para el gran público, Scorsese ha dado un vuelco importante en lo que respecta a su relación con la violencia y hasta un cambio filosófico respecto a cómo mostrarla. Sus películas siguen siendo intensas y fuertes, todas incluyen muertes y crímenes, pero lo que en algún momento fue exaltación y diversión, hoy giró hacia la reflexión y el análisis. En Los asesinos de la luna, las muertes son secas y duras. Duelen, no entretienen. Scorsese ha entendido que la historia de violencia sobre la que se han construido los Estados Unidos necesita un análisis que va más allá del entretenimiento. Y eso hace en este notable relato centrado en el saqueo, el crimen y la impunidad sobre una comunidad entera. Sobre el final, el cineasta aparece en una escena que podría ser leída como un mea culpa respecto a su propia obra: se puede hacer un show con la muerte, es cierto, pero, en lo profundo, es algo sagrado, imposible de filmar.