Priscilla, la nueva película de Sofia Coppola, estrenó en los cines argentinos

¿Qué fue lo que despertó tu deseo de convertir el libro en película?

Estaba impresionada sobre lo poquito que realmente sabía sobre ella. Pensando en que es parte de la realeza norteamericana y una pieza importante de nuestra cultura pop, me sorprendió todo lo que no conocía de su historia. Pero también, cómo es imposible no sentirse conectada con su vida, con la vida de las mujeres de su generación, la generación de mi mamá, y las expectativas alrededor de lo que debían ser, cosas que toda mujer atraviesa en las diferentes etapas de su vida, pero que Priscilla experimentó en un contexto tan único e inusual. La Memphis de los años 60 solo fue la frutilla del postre.

Al ser una adaptación de una biografía, ¿cómo fue tu propio proceso de investigación y tu búsqueda de todo el material de referencia?

La verdad es que me enfoqué en Priscilla y, además de leer sus memorias, también le dediqué muchísimo tiempo a hablar personalmente con ella porque habían pasado varios años desde que el libro se había publicado. Para mí era fundamental poder crear algo con lo que yo me sintiera conectada, pero sobre todo, una película con la que ella se sintiera representada. Así que hablamos mucho sobre lo que había escrito en su momento, cómo lo veía ahora, así como completar todos los detalles que necesitábamos para hacer la película. Fue increíble poder, simplemente, agarrar el teléfono para llamarla y hacerle preguntas. Pero, para serte honesta, no hablé con personas del círculo de Elvis porque mi prioridad fue enfocarme en la perspectiva de Priscilla.

Una de las polémicas alrededor de la película es la gran diferencia de edad que existía entre Elvis y Priscilla. Tu película logra mostrar esa situación pero sin juzgarla, ¿cómo fue que trabajaste esto?

Para mí fue muy importante poder mostrar las luces y sombras de esa montaña rusa de emociones que atraviesan al personaje de Priscilla. Pero siempre busqué pararme en su punto de vista e intentar imaginar cómo era todo desde su perspectiva y entender esa historia de amor. Yo soy mamá de dos adolescentes mujeres y, por supuesto, como madre no le veo nada de romántico, pero como directora trabajé en mostrar lo que ella vivió y también cómo lo vivió.

En ese sentido y pensando en todas las conversaciones que tuviste con Priscilla, me da curiosidad saber si hubo algo que aprendiste sobre ella que ahora sentís que es clave al acercarte al personaje.

No puedo pensar en una sola cosa en particular. Siento que logré armar esta fotografía de ella a partir de su libro y de las cosas que me fue contando a lo largo del tiempo, consiguiendo así más insights sobre su experiencia y sobre su relación con Elvis. Creo que una de las cosas que más me movilizaron fue el hecho de que ella se fuera, algo que seguro fue muy difícil en la época: una mujer joven divorciándose de su marido, sin un ingreso propio y él siendo todo lo que ella conocía. Creo que ahora las personas hablamos mucho sobre el balance del poder en las parejas pero no era algo que se conversaba en esos años. Así que sí, eso, con todo lo que tuvo que luchar en ese momento. Para mí, a esa edad [recordemos que Priscilla conoció a Elvis con 14 años y se casaron cuando ella tenía 22] todavía estamos construyendo nuestra identidad, así que encontrarte en su situación y salir de ella debe haber sido muy difícil. Pero siempre me gustó el final positivo que ella misma logró construirse.

Algo atrapante de la peli fue ver una historia conocida pero desde una perspectiva nueva. ¿Cuál fue el mayor desafío de ese proceso?

Era importante crear esa transición entre las perspectivas y, sobre todo, no construir a Priscilla como una víctima: ella quería ir a ese lugar, pero cuando ve que no es tratada como lo deseaba, lo enfrenta y decide irse. Mientras leía el libro, nunca la sentí como una víctima de la situación, pero siempre es difícil representar relaciones complicadas, con tantos altibajos. Ni hablar que para ella era muy importante que su historia de amor estuviese presente en la película. Algunas de las cosas que describe en la biografía son muy fuertes, así que trabajé mucho en encontrar el balance porque en el cine tenemos, además, el elemento visual de la historia. Está la parte diveritda y está la parte oscura, busqué contar ambos lados.

Tu cine se caracteriza por la construcción de personajes femeninos realmente únicos, ¿cómo encaja Priscilla en esa búsqueda?

Definitivamente encontré en la historia de Priscilla algunos elementos que podés conectar con algunas de mis películas, pero hubo algo de su recorrido que se sintió novedoso y desafiante. Poder trabajar en ese mundo, con una historia real de una persona que aún está viva y con quien podía conversar sobre lo que pasó. Siento que siempre me dio curiosidad cómo las personas encontramos nuestro destino y lo que debemos atravesar 
para cumplirlo. Entender cómo las personas se convierten en quienes son, y creo que esta película habla justamente sobre eso.

Pricilla habló sobre el gran amor que vivieron con Elvis, ¿vos lo sentiste así al explorar su historia?

Creo que fueron dos personas que se amaron y ella logra mostrar de una manera muy humana el costado más oscuro de esa relación. Sobre todo porque es capaz de contar las cosas con las que el propio Elvis tenía que lidiar, mucho más allá de ser una superestrella. Pero definitivamente, Priscilla sigue hablando sobre él con muchísimo amor y cariño. 

¿Hay elementos de la historia de Priscilla que sentís que siguen presentes? ¿Y cuáles creés que cambiaron?

Esa es una buena pregunta porque siento que hay cosas que cambiaron pero todavía hay algunas que se mantienen. Veo muchísimas diferencias entre la generación de mi mamá y la de mis hijas, así como noto cómo todavía me afecta el lugar en donde crecí o cosas que mis papás jamás hubiesen aceptado y para mí hoy, como madre, son absolutamente normales. Pero también cómo yo puedo tener una première cuando mi mamá tenía que equilibrar su rol de esposa y de madre con el mundo laboral. Siento que Priscilla tenía esta enorme presión de ser la mujer ideal y creo que eso cambió, a pesar de que todavía está presente en algunas dinámicas. Es interesante. No sé si puedo responderte punto por punto, pero creo que hay mucho de eso porque en la película podés ver lo que se esperaba de las mujeres, cuánto tiempo debían dedicarle a su pelo y verse perfectas, en ese extraño ideal de los años 60.