Santiago Mitre es uno de los nuevos integrantes argentinos de la Academia de Hollywood
Santiago Mitre, el director argentino que nos representó en la última entrega de los Premios Óscar con "Argentina, 1985" y que es uno de los flamantes miembros de la Academia de Hollywood, charló en exclusiva con OHLALÁ! y nos contó algunas pistas de lo que se viene.
4 de julio de 2023 • 15:07
mastercard_santiagomitre-106.jpg - Créditos: Gentileza de Mastercard
Probablemente, no nos equivoquemos al decir que hoy Santiago Mitre es el director argentino con mayor relevancia en el panorama cinematográfico internacional. Su 2023 arrancó bien arriba: en enero, su última película "Argentina, 1985" fue la ganadora del Globo de Oro como Mejor Película Extranjera, luego representó a nuestro país en los Premios Óscar -cuya categoría fue alcanzada por la película alemana "Sin novedad en el frente"-. En junio pasado también estrenó, esta vez como productor, la ópera prima de su pareja Dolores Fonzi -la fantástica "Blondi"-, escrita, dirigida y protagonizada por ella.
Y en los últimos días tuvo otro gran reconocimiento: fue uno de los pocos argentinos invitados por la Academia de Hollywood a formar parte de la organización que cada año entrega el máximo galardón de la industria cinematográfica a nivel global.
Pudimos charlar mano a mano con él, en el marco de la Experiencia Priceless organizada por Mastercard, en donde muchos fanáticos del cine pudieron conocerlo personalmente y charlar con él sobre su filmografía. Nos contó sobre la experiencia hollywoodense y sus planes a futuro.
mastercard_santiagomitre-129.jpg - Créditos: Gentileza de Mastercard
¿Cómo es para un director el "después" de tener una película nominada en los Óscar? ¿Se viene un bajón creativo o sentís que eso te da más libertad creativa? ¿O incluso que te pone la vara más alta?
En principio, se te abren tantas posibilidades que te pueden marear un poco. Es un momento donde tengo que estar más centrado que nunca o más en conexión con lo que querés hacer, con lo que sabés hacer y lo que querés contar. Porque por supuesto que cuando una película tiene un grado de relevancia tan grande las posibilidades son infinitas. Ahora podría hacer la película que yo quisiera, en la lengua que yo quisiera. Y hacer una película en inglés… ¿Por qué? ¿Qué es lo que haría yo si hiciera una película en inglés? ¿Qué es lo que estoy buscando con eso? ¿Una película sobre qué? Te empezás a hacer muchas preguntas. Primero, estoy saliendo de un proceso exitoso y muy lindo, muy gratificante. Todavía se me dibuja la sonrisa cuando recuerdo algunas cosas. Pero también estoy con la cabeza empezando a intentar darme cuenta de qué es lo que quiero hacer ahora. ¿Una película más grande que la que hice? ¿Otra película histórica? Se me aparecen mil preguntas. No respondo ninguna, pero tampoco me quiero apurar para responderlas.
¿Estás en ese proceso de búsqueda interna? ¿Tuviste propuestas de Hollywood?
Sí, estoy en ese proceso interno. Y está esa idea de Hollywood también. Hollywood es un barrio en una ciudad donde hay muchos productores. Hay muchos productores que tienen guiones o proyectos y quieren asociarse a determinados directores o actores. Por supuesto que durante la previa del Óscar tuve un montón de reuniones y hay algunos proyectos que me interesan, así que estoy abierto a esa posibilidad. Es seguir haciendo películas, de otra manera, en otro lenguaje. No tengo nada concreto como para decirte. Estoy analizando cosas de todos lados.
Contame algo de la experiencia red carpet. ¿Choluleaste en algún momento? ¿Soñabas con que alguien que vos admirás de esa industria viera tu película?
¡Cholulié un montón! Olvidate, no me importaba nada. Vos ya sabés que lo normal es que un director argentino viva esto una vez, a lo sumo dos veces. Pero, por ejemplo, Tom Cruise me respondió con buenísima onda. O de repente me acercaba a Cate Blanchett y Spielberg, y ellos me decían que habían visto mi película y que les había gustado.
¿Tuviste chances de hablar con Spielberg de Argentina,1985? El sueño del pibe...
Sí, estuve un rato hablando con él. Porque en la ceremonia en sí, hay una presala a la que pueden acceder solo los nominados. Así que me acerqué a conversar con él y lo más lindo fue que me dijo que había visto la película, que le había gustado. Y bueno, a todos los que nos gusta el cine, admiramos a Spielberg. Un hermoso recuerdo.
Uno de los recuerdos que más atesora Mitre de su paso por Hollywood: su charla y encuentro con Steven Spielberg - Créditos: Instagram @sanmitre
Muchas veces, los directores viven como un proceso de enamoramiento con los actores. ¿Qué es lo que te enamoró de Ricardo y de Peter haciendo Argentina, 1985?
Son divinos, viste cuando no sabés explicar en concreto. Pero ellos son gente que ama su profesión, que ama el cine, son divertidos, tienen un sentido del humor gigante los dos, son cariñosos, están para ayudarte en todo. Nos hicimos re amigos. Con Ricardo ya era amigo de hace un montón y con Peter ahora estamos carne y uña. Lo adoro, es un pibe talentosísimo, que tiene muchísimo para dar. El problema es que cuando vas haciendo películas te aparecen tantos amores... ¡que no te alcanzan las películas!
¿Y sos de esos directores que se dejan contagiar de las ideas de los actores durante el rodaje? ¿Sos capaz de reescribir escenas en rodaje cuando un actor propone algo bueno?
Sí, un montón. Primero, trato de integrar lo que al actor le gusta hacer, qué es lo que le conviene. Eso lo hago en general antes. Le abro el guion completamente, durante los procesos de ensayo y de lectura, para que ellos participen activamente y propongan sus ideas. Sí voy reescribiendo a partir de cosas que veo que van sucediendo en la escena y acepto las propuestas de ellos.
Y de Argentina... ¿recordás alguna escena de la peli que haya sido anecdótica porque algo que ellos aportaron cambió lo que vos tenías en la cabeza?
Sí, había una escena que Ricardo la resignificó muchísimo, es una escena bastante chica. Es la del restaurante, que era la primera vez en la que los dos personajes se veían después de haber tenido una discusión muy fuerte. Era ver de qué manera se disculpaban antes del momento final, que era la acusación. Ricardo le tocó la cara un poco a Peter, se empezó a cagar de risa, como si viniera tentado de una conversación anterior, con el otro personaje que era Claudio Da Passano, fallecido hace poco. Fue divertidísimo. Él hizo una carcajada de la nada, porque sí, posiblemente porque se venía riendo de algo con Dapa y funcionó la escena perfecta. Yo eso no se lo había pedido. Debe haber mil más, pero no me las acuerdo. Ricardo es un actor muy propositivo. Peter es más mental, más introspectivo. Ricardo trabaja más con la exterioridad, con lo que le está pasando en el momento. Si está jodiendo con alguien, trata de incorporar eso.
A nivel personal, ¿hubo algún momento desde el guion, o con la investigación, en el que entraste vos en crisis con la película? ¿Tuviste algún miedo o sentiste demasiada responsabilidad de contar esta historia tan particular para nosotros?
No. Sabía que era navegar una especie de surco difícil. Eso yo lo tenía claro desde el principio, en este momento de tanta polarización en la sociedad, donde crecen tantos discursos de odio. La pregunta era: ¿cómo hacer una película donde se pueda abrazar desde todos los pensamientos? La idea era que sobre la política de Derechos Humanos que se ha desarrollado en Argentina desde el 85’ en adelante era un faro y era una de las preocupaciones que tenía.
Más allá de Spielberg, ¿qué feedback te conmovió de la película? ¿Qué te dijeron las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo?
Eso sí. Todas las organizaciones de Derechos Humanos festejaron y celebraron la película por los años de lucha que llevan por delante, y es clave que pongan atención en una película como parte de esa lucha. Me pareció emocionante. Sobre todo por los pendejos que no sabían nada y a partir de la película empezaron a hacer preguntas, que fueron con sus amigos del colegio. No tienen conciencia de lo que significó la dictadura, lo difícil que fue consolidar la democracia. Entonces, hay un respeto por las instituciones democráticas que refleja la película y se puede transmitir a los jóvenes, está bueno. Esa es la devolución más importante.
¿Ahora en qué estás? ¿No estás escribiendo?
Estoy en el proceso de ver cuál es la idea que madura y la cual me hace decidirme a ponerme a escribir.
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