Delfina Chaves y el estreno de Máxima: qué dijo la reina sobre la serie
Previo al estreno de Máxima, la serie que retrata la vida de Máxima Zorreguieta, por Max, hablamos con Delfina Chaves sobre el casting, los momentos más desafiantes y los regalos que le dejó el proyecto.
15 de agosto de 2024
Delfina Chaves en el set de Maxima, la serie. - Créditos: Max
Hoy estrenó en MAX, Máxima, el apasionante drama histórico protagonizado por la actriz argentina Delfina Chaves y el actor holandés Martijn Lakemeier, que recorre la vida de Máxima Zorreguieta, desde sus raíces en Argentina hasta su ascenso a la nobleza europea.
Hablamos con Delfina para que nos cuente sobre cómo fue su estancia en Holanda, el casting, los miedos, los desafíos, las alegrías e, incluso, el amor que trajo Máxima a su carrera y a su vida.
Es que aunque asegura que no quiere hablar de su vida privada, nos confirmó que sigue en pareja con Martijn Lakemaier, su coprotagonista en la serie que interpreta al rey Guillermo Alejandro.
Delfina Chaves y Martijn Lakemeier siendo Maxima y Delfina Chaves y el rey Guillermo Alejandro - Créditos: Max
-¿Qué aprendiste de la filosofía de vida holandesa?
-Bueno, la relación con el clima es muy diferente. Yo no tenía esa urgencia de salir corriendo a una plaza cuando salía el sol en Buenos Aires. Acá conviven con la nube, con la lluvia. Tienen un dicho muy gracioso que es “no estamos hechos de algodón de azúcar”. De repente son las 3 de la mañana, salís de un bar, medio borracha, está lloviendo a cántaros y decís: “Bueno, esperemos que pare o dejemos acá la bici y tomémonos un Uber”. Y te dicen: “No te vas a derretir, subite a la bicicleta y te pegás una ducha caliente cuando llegues a tu casa”. Y así con todo... La ropa es muy distinta porque, por sobre todo, tiene que reinar la practicidad. Para mí, uno de los pilares es la practicidad. Son muy pragmáticos. Siempre van a lo que sea más rápido, más eficiente. Son muy de los números, muy rigurosos. No hay tanta incertidumbre. Entonces, creo que la gente está muy acostumbrada a saber que lo que hoy es de cierta forma, en dos semanas o en tres meses va a ser igual. El otro pilar fuerte es la discreción. Eso es lo que yo sentí, ¿no? Como algo de no hacer locuras. Tienen un dicho que dice algo así como que ya ser vos mismo es lo suficientemente alocado. No hacen nada que sea muy llamativo, son muy discretos.
-La familia real es muy discreta, no es como los británicos, que en The Crown se hacen un festín, ¿de dónde sacan tela para cortar en la serie?
-Sí, esta temporada cuenta la historia de Máxima: su infancia, su adolescencia, todo lo que pasó a partir de que se hizo pública la historia de que ellos dos estaban juntos. Igual, es una serie que no pertenece a la realeza. No se le consultó a la realeza si la aprobaba, tampoco es que necesitaran ningún tipo de aval. Está basada en el libro Motherland, de Marcia Luyten. Ella es una escritora, columnista, de un diario muy importante de Países Bajos, pero no es una biografía autorizada. Máxima no tuvo ningún tipo de incidencia. Marcia tuvo el acceso a gente del círculo cercano, pero después tuvo completa libertad de escribir lo que quiso. Entonces, no es tímida ni tiene miedo de contar, no es discreta. Yo recién te describí lo que yo creo que es la cultura neerlandesa. Pero esta serie retrata a una argentina. Justamente, eligen mostrar cómo Máxima vino a romper con toda esa discreción. Ella trajo esta pasión y este calor, esto tan latinoamericano.
-¿Y vos la conociste a Máxima? ¿Sabés de algún comentario que haya hecho sobre tu personaje?
-Lo que sé es lo que dijo de forma pública. Que sabe cómo fue su historia, que no necesita que se la cuenten. Me parece una respuesta súper inteligente, con mucha altura. También dijo que está muy contenta de que en Países Bajos haya libertad de expresión para los artistas, para poder hacer una serie sobre ellos y no necesitar ningún tipo de aval.
-¿Cómo fue el casting?
-Yo salí muy escéptica de la posibilidad de quedar. Me parecía descabellado. Sobre todo por el poco parecido físico. Tengo otro color de pelo, otro color de ojos. Y ellos lo vieron. Estaban dispuestos a disponer del tiempo para la transformación. Con lo que significa el tiempo del lente de contacto, del brushing. Yo soy castaña y tengo rulos. Entonces, implicaba acceder a todos esos tiempos de producción. Sobre todo hoy por hoy, que el tiempo es lo más valioso de todo. Siempre el set está apurado. Y ellos, la verdad, me dieron una oportunidad gigante.
-Pero ¿el plan era imitarla o contar una historia?
-Ellos desde el principio me dijeron que no estaban buscando una imitación. La serie es ficción. Nadie sabe qué pasó puertas adentro. Nadie sabe cómo ellos dos se conocieron. Qué se dijeron cuando se hablaron por primera vez.
-¿Sentís que en Países Bajos tomaron bien la serie? ¿La aceptaron?
-Sí. La quieren muchísimo a Máxima. Es increíble lo que la gente la adora, el respeto que le tienen. Hay algo muy humano de ella que la gente ama. Tienen estudiado que, a partir de la llegada de Máxima, la realeza subió mucho en popularidad. Entonces, como que lo toman súper bien. Igual, todas las notas son en otro idioma. Yo no las entiendo.
-¿No aprendiste neerlandés?
-No. Imposible. Imposible. Yo en la serie tengo un monólogo de tres páginas en neerlandés. Que fue lo más difícil de todo. Es la primera vez en mi vida que me pasó decir “no sé si voy a poder hacer esto que me están pidiendo”. Yo pensé que en algún momento me iban a doblar.
-¿Lo aprendiste por fonética?
-Claro, sí. Tengo una dialect coach y descubrí que la mejor forma era que ella me mandara los audios palabra por palabra, oración por oración, del monólogo. Y yo los repetía sin parar. Iba al supermercado y los escuchaba. Volvía en bicicleta y los escuchaba. Cocinando, yendo a hacer deporte. Todo el día escuchándola. También está el video original de Máxima. Fue la primera vez que ella habló en público y le habló a la prensa directo en holandés. Me paro de pie, unos ovarios, tuvo. Y yo escuchaba a mi coach, el discurso original, lo escuchaba, lo escuchaba y lo escuchaba. Así me aprendí las oraciones. Pero tenía que saber dónde poner el estrés en la palabra. O sea, qué palabra acentuar. Porque para mí son sonidos, ¿entendés? Fue de las cosas más difíciles que hice en mi vida. Me acuerdo de que mi cerebro mandaba la señal a mi boca. Y mi boca quería duplicar ese sonido, pero era como que..., no sé cómo explicarte, no podía...
Delfi en la producción que hizo para la tapa de la revista OHLALÁ! de septiembre - Créditos: Micaela Bianchi
-¿Y qué otro desafío se te presentó? Porque es la primera vez que estuviste tanto tiempo lejos de Argentina.
-Sí, también es la primera vez en mi vida haciendo un proyecto en el cual soy protagonista absoluta. Martijn (Lakemeier) también es protagonista, pero que la serie lleve mi nombre fue como una presión gigante y también trajo inseguridades. Todo el tiempo pensaba si lo estaba haciendo bien, si lo podría haber hecho mejor. Y después, estar lejos de mi casa, en tantos lugares, llegar de rodar después de 14 horas fuera de tu casa y estar sola. Llegando al final de la serie ya me hice más amigos, pero tuve mucho tiempo de soledad en el que extrañaba que mi papá me cocinara, extrañaba estar con mis sobrinos.
-¿Estás en pareja?
-Ahora estoy en pareja, sí, con Martijn (Lakemeier, el rey Guillermo Alejandro en la serie).
-¿Y estás bien? ¿Estás contenta? Qué regalazo también, la serie.
-Sí, qué sé yo, la serie fue un regalazo en muchos aspectos. Fue un gran desafío y trajo muchísimos regalos.
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