Tom Hanks vuelve al cine y protagoniza Un vecino gruñón

El título lo dice todo. Otto Anderson (Hanks) es un tipo malhumorado que pretende que todos se rijan por sus reglas: la forma correcta de hacer las cosas. Tras la muerte de su esposa ya no le encuentra ningún propósito a su vida y decide ponerle fin. Como obra del destino, sus planes se interrumpen con la llegada al barrio de una joven familia y, sobre todo, con la entusiasta Marisol (Mariana Treviño), la vecina que, poco a poco, lo va a obligar a ver esa pequeña luz de esperanza al final de la calle.

“Quisimos crear una versión realmente estadounidense. Muchos de los temas abordados nos parecieron relevantes para nuestra época, como la conexión y la comunidad, el abandono del pasado y la bienvenida que debe darse a la vida con los brazos abiertos”, comenta el productor Fredrik Wikström Nicastro, también responsable de la adaptación sueca, nominada a dos premios Oscar.

La traslación de la historia escrita por Fredrik Backman fue todo un reto para los realizadores que, además, tuvieron que tener en cuenta al público internacional, que bien puede identificarse con estos temas y personajes. Por supuesto que todo es más sencillo cuando al frente del proyecto está el actor más amado del universo. Porque, aunque sea un poco (bastante) gruñón, cómo no vamos a quererlo.

La familia –sobre todo la que se elige– es un tema central en Un vecino gruñón, pero además cobra relevancia detrás y delante de las cámaras. Hanks produce la cinta junto a su esposa, la actriz y cantante Rita Wilson, quien también interpreta la canción principal de la Banda sonora –Til You're Home– junto a Sebastián Yatra. Pero la cosa no se queda ahí. Truman Hanks, el hijo más chico de la pareja, debuta en la pantalla grande personificando la versión joven de Otto, a través de la cual conocemos la historia de amor entre el protagonista y el amor de su vida, Sonya (Rachel Keller).

Un vecino gruñón llega a las salas de cine a partir de este jueves y este adelante deja en claro que es una historia para reír y llorar por partes iguales.