Vuelve Buffy, la cazavampiros: 6 curiosidades sobre la serie de culto que cambió la televisión
Tras el anuncio de que se está trabajando en una remake de Buffy, la cazavampiros, recordamos algunas historias del detrás de escena de la serie.
25 de febrero de 2024
Se confirmó el reboot de Buffy, la cazavampiros. - Créditos: Gentileza de prensa.
El primer episodio de Buffy, la cazavampiros estrenó en 1997. - Créditos: Gentileza de prensa.
1. Sarah Michelle Gellar y su medio a los cementerios
En las primeras temporadas de Buffy, la cazavampiros era súper frecuente ver a la protagonista patrullando el cementerio de Sunnydale por las noches, a la pesca de demonios a los cuales reducir a polvo. Grabar estas escenas resultó un suplicio para Sarah Michelle Gellar porque le tenía pavor a los camposantos y la escenografía era tan realista que la dejaba temblando como una hojita en plena tormenta. Imaginarán entonces la poca gracia que le hizo a Gellar filmar a las cuatro de la madrugada la “resurrección” de su personaje para la sexta temporada, cuando la metieron en un ataúd y la enterraron bajo tierra. Nada más terminar y escuchar el “¡Corten!”, tuvo un incontenible ataque de llanto.
2. Dolly Parton y sus regalos navideños
Por supuesto, no todas fueron pálidas para Sarah, que disfrutó viendo cómo su Buffy se volvía una heroína de antología. Asimismo, estaba el alegrón de cada Navidad, cuando ella y todo el elenco recibían un regalo de la considerada Dolly Parton, tesoro nacional y productora -silenciosa- de esta serie de terror/acción, vía su compañía Sandollar Productions. Y mencionamos a la cantante y compositora porque, gracias a ella, los rumores del retorno de Buffy, la cazavampiros vuelven a ganar pulso: hace varios días, la legendaria artista country contó que están trabajando en su reboot, confirmando que el proyecto no solo es real sino que está en curso.
3. Alyson Hannigan se llevó parte de la escenografía
Si eras fanático de Buffy, entonces recordás muy bien a Willow, la nerd devenida bruja todopoderosa interpretada por Alyson Hannigan. Al contrario de su compañera de elenco, ella no le tenía la misma fobia a las necrópolis: cuando terminó el show, se llevó varias lápidas y algunos esqueletos de recuerdo, que a veces usa como decoración para sus fiestas de Halloween. También Gellar se quedó con algunos mementos; por ejemplo, una estaca y agua bendita que, según ha contado, guarda debajo de la cama (¿por las dudas?).
Sarah Michelle Gellar interepretó a la famosa Buffy, la adolescente encargada de salvar al mundo. - Créditos: Gentileza de prensa.
4. Competencias de mal aliento
Entre las parejas favoritas del fandom esta, sin dudas, el de Buffy y Ángel. Pero lo que no muchos saben es que su enorme química se construyó en gran parte gracias a los chistes internos entre Sarah y David Boreanaz. Durante las escenas de besos, los actores competían por quién tenía el peor aliento, para ver si alguno se achicaba frente a esos aromas del averno. En pos de ganar, recurrían a cuanto medio fuera necesario: desde comer atún y pickles hasta cebolla cruda y, obvio es decirlo, ajo, el antídoto vampírico por excelencia, que hacía que un risueño David reculase.
5. 6 años decolorándose el pelo
Con James Marsters -intérprete del desmadrado Spike, otro amor vamp favorito-, Sarah también se llevaba genial, aunque el chico estuviese más preocupado por no perder la melena que por hacer bromas en el rodaje. Cada ocho días -sin falta- le decoloraban el pelo porque, tal cual explicó en una oportunidad, “un chupasangres que no envejece, tampoco puede tener raíces”. Lo que menos imaginó al acceder al cambio de look era que iba a pasar más de seis años tiñéndose regularmente las mechas: su primer contrato estipulaba que moriría en los primeros capítulos.
Se rumorea que, una vez, alguien se confundió de frasquitos y el chico salió con pelos bicolores, lo que demoró la grabación; aunque tomaron más recaudos en adelante, sí dejaron que Marsters mezclase un sobrecito de edulcorante con la tintura, extraño remedio casero que aparentemente le disminuía el ardor del cuero cabelludo. Más saña sufrió el característico chaquetón de cuero que su blondo Spike usaba hasta en la ducha: aunque nuevo y muy caro, le pasaron literalmente con un camión encima para darle aspecto gastado.
6. Un guionista hater
“Amo cómo eres, lo que haces, la manera en la que intentas. He visto tu bondad y tu fuerza. He visto lo mejor y lo peor de ti. Y entiendo, con perfecta claridad, quién eres: una gran mujer. La elegida”, le dice ya flechado Spike a una Buffy bajoneada en la temporada final de la serie; y esas palabras todavía se escuchan… en bodas verdaderas. Novias y novios recurren a este discurso para declararle devoción eterna a sus futuros maridos o esposas durante la ceremonia, y de paso, a su programa de tevé preferido. David Fury, uno de los principales guionistas del equipo creativo, debe estar que brama: mientras el programa estaba al aire y viendo cómo crecía la popularidad del rubio, solía meterse en foros en línea hecho una furia (haciendo honor a su apellido) para recordarle a la gente que Spike era un desalmado.