“You”: la serie que nos alerta sobre el peligro de los psicópatas encantadores

Pero junto con su repentina popularidad otro fenómeno capturó a las redes sociales: Penn Badgley, actor que da vida al protagonista de la serie, empezó a recibir millones de mensajes confesando amor eterno a Joe. Tanto fue así que el propio Badgley comenzó a contestar cada uno de esos mensajes para alertar de este peligro, la importancia de reconocer personalidades tóxicas y cómo, a la hora de empezar a conocer a alguien, tenemos que observar "un poco más allá" de su aspecto físico.

Hace ya mucho tiempo que la construcción de los protagonistas se alejó de los chicos buenos para contar historias más oscuras y presentar personajes que fueron definidos como los "antihéroes". Desde Toni Soprano (un jefe de la mafia dispuesto a cualquier violencia, pero que también era el señor de batón que buscaba el diario en la puerta de su casa) hasta Walter White (un inocente profesor de química transformado en narcotraficante). ¿Cómo podríamos olvidar a Dexter? Seductor, con una voz penetrante y una sonrisa demoledora, todas olvidábamos que era un asesino serial y caíamos rendidas a sus encantos.

Joe no deja de entrar en este grupo de personajes que Carolina Veneroso, Licenciada en Piscología (MN. 32032), definió para nosotras como los depredadores perfectos: "Es educado, canchero e intelectual, pero también es tímido, logra pasar desapercibido y se camufla. Psicológicamente lo podemos definir como un psicópata pero -y esto es fundamental para entender al personaje- es un psicópata con delirios mesiánicos. Siguiendo su propio y muy enfermo criterio de justicia, constantemente lo que él quiere hacer es salvar Guinevere. Salvarla de de ella misma, de su bloqueo como escritora, de su amiga manipuladora. Necesita controlarlo todo".

"Esa apariencia de perfección -la cual claramente es solo es eso, apariencia- conquista porque funciona como un encantamiento de serpientes. Pero también es importante no olvidar que, al tratarse de una ficción, todo está construido para lograr esta reacción en la audiencia. Seleccionan a un actor de ciertas características físicas que normalmente gustan, la narrativa va mostrando aquella oscuridad de manera progresiva para que, en el momento del acto más terrible, uno ya esté enganchado y haya generado una relación empática" analiza Caro y agrega "Además en el caso de Joe no hay que olvidar que él mismo fue criado por un abusador que constantemente le mandaba el mensaje de que, todo lo que hacía, era porque lo quería. Esto se ve perfecto cuando encarcela a Guinevere de la misma manera que él fue encerrado por su padrastro".

Quizá una de las falencias más graves de "You" es su trabajo sobre los estereotipos y cómo, de alguna manera, abusa de los mismos: el tipo de amigas que Guinevere tiene, el padre abandónico, el ex-novio agresivo, la niña rica que oculta con crueldad su inseguridad. Todas son construcciones narrativas que ya vimos muchísimas veces y que, en general, poseen las mismos destinos que vimos en la serie.

Sin embargo entender este concepto es fundamental: "Los estereotipos nos construyen como objetos porque, en definitiva, son etiquetas a través de las cuales comprendemos la realidad y que nos permiten ver al otro un poco más allá. En definitiva el estereotipo nos sirve entender lo nuevo bajo una estructura que ya conocemos; pero su máximo riesgo es que muchas veces esas estructuras no condicen con la realidad", define Caro.

En este punto es lo que convierte a Joe en el depredador perfecto, el personaje es primero construido (a nuestros ojos y a los ojos de su enamorada) con todas características de connotación positiva y solo cuando rompe con esta imagen, podemos ver el costado más oscuro y peligroso. El estereotipo funciona como un disfraz y engaño.

Pero junto con la importancia de reconocer a estos depredadores (tanto en una ficción como en el mundo real), otro de los debates importantes que abrió esta serie fue el uso de las redes sociales y el enorme nivel de exposición que hoy tenemos. Ahí Caro resalta: "Nunca hay que olvidar que todos somos hijos de nuestros tiempos y ciertos contextos sociales habilitan determinadas patologías. Hoy, desde el orden de lo cultura, se facilita y se es hasta benévolo con el voyeurismo, el chusmerío, el querer saber un 'poco más' sobre la vida de los otros" y agrega: "Pero también es fundamental aprender que muchísimas veces las redes sociales son tan solo una dimensión de la vida de esa persona y que, en definitiva, esa imagen que estamos viendo es una fotografía deformada de la realidad".

Hoy, las redes sociales, solo potencian situaciones que antes tenían la limitante de lo físico y el mundo material. Por esto lo más importante es, además de observar y reconocer relaciones tóxicas, prestar atención a qué compartimos en nuestras redes y comprender qué significa esa exposición.