Drops of God: el drama francés-japonés de AppleTv+, ideal para los amantes del vino

Cuál es la historia. Definida como un drama en donde los conflictos personales, los familiares y la resiliencia se combinan de diferente medida en la trama principal, Drops of God arranca con una nena que -en lo que parece una bodega- debe adivinar los ingredientes que su papá le da para probar mientras tiene los ojos vendados.

Con un salto temporal de 20 años, nos reencontramos con Camille ya mucho más grande, alejada de su padre y viajando de emergencia a Tokyo porque él la llama para decirle que está enfermo. ¿El siguiente acto? Él muere antes de que ella llegue y Camille debe enfrentarse no solo a ritos que no conoce, sino también a una competencia pautada por su padre para definir quién se quedará con su herencia (billonaria pero, sobre todo, culturalmente invaluable). Su competidor es brillante enólogo Issei Tomine, el hijo espiritual de su papá y aprendiz fiel.

Tres idiomas. Al igual que vimos en la brillante Pachinko (serie que se rodó en coreano, japonés e inglés), Drops of Gods también fue filmada en tres idiomas que -en este caso- se trata de japonés, francés e inglés. En la búsqueda de consevar la identidad de las tres culturas y poder mostrar esas diferencias -esos choques- la decisión de esto estuvo a cargo de su equipo técnico: Quoc Dang Tran (creador y guionista), Oded Ruskin (director) y Klaus Zimmermann (productor).

Un elenco desconocido. Así como el equipo técnico -seguramente- no te resuene de casi ningún lado, nuestros protagonistas tampoco te van a resultar caras conocidas. Camille es interpretada por Fleur Geffrier e Issei es protagonizado por Tomohisa Yamashita (Alice in Borderland), dos actores underdog que han tenido sus diferentes proyectos pero que, especialmente para el público argentino, son casi desconocidos. ¿Lo mejor? No solo la oportunidad de reconocer su trabajo, sino de sorprendernos por la impresionante química que tienen en pantalla.

Más allá de las caras bonitas. La historia de Drops of Gods tiene elementos del drama pero también de cierto misticismo existencial que encontramos, por ejemplo, en ficciones como The OA de Netflix. Siendo este elemento súper atrapante y cautivante, esta nueva producción de AppleTv+ brilla por su costado más técnico: la construcción de planos para representar los choques de cultura y los diferentes estadíos en la relación entre Camille e Issei, el juego de luces y de momentos oníricos para representar la crisis y darnos a entender que todavía hay mucho más por descubrir, el vestuario y los modales, así como la naturalidad (y sutilezas) para cambiar de un idioma a otro casi como si no nos diéramos cuenta.