Indiana Jones y el dial del destino: lo que tenés que saber de la nueva aventura de Harrison Ford

Los nazis y la Segunda Guerra quedaron atrás para Indiana, tanto como sus aventuras. Es 1969, la carrera espacial entre Estados Unidos y la Unión Soviética y la llegada del hombre a la Luna ocupan todos los titulares, mientras el arqueólogo/profesor se prepara para jubilarse. Una inesperada visita de su ahijada Helena (Phoebe Waller-Bridge) cambia por completo sus planes, obligándolo a desempolvar el sombrero y el látigo para recorrer el mundo en una extraña carrera contrarreloj que lo vuelve a cruzar con un viejo enemigo dispuesto a reescribir la historia de la humanidad.

“Está desanimado, es cínico, está dolido, pero las circunstancias que están a punto de acontecer lo llevan a una gran aventura en la que hay un grado de redención, pero también de renovación”, cuenta Ford sobre el estado de su personaje en esta nueva etapa de su vida, donde los años hicieron algunos estragos. Después de Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal, Spielberg decidió abandonar la silla del director y pasarle el testigo a un nuevo realizador con ganas de modernizar la franquicia y llevar al héroe a la ‘modernidad’ de la década del sesenta. El elegido fue James Mangold, responsable de cosas como Ford v Ferrari y un verdadero fan de la saga, quien no dudó al momento de sumar su cuota de fantasía, súper acción y mirada femenina gracias a la genial Phoebe Waller-Bridge.

El dial del destino nos presenta a varios personajes, entre ellos, Helena Shaw, hija de Basil (Toby Jones), viejo amigo y cómplice de Indy, además de ser la ahijada del arqueólogo. Helena llega a la vida de Jones cuando él más lo necesita, obligándolo a abandonar el sillón y hacer lo que mejor le sale: recorrer el mundo en busca de la verdad y algunos artefactos fantásticos. Helena tiene un objeto en mente, el cual pertenecía a su papá y ahora está en manos de su padrino: el famoso Dial de Arquímedes, un dispositivo que (en apariencia) tiene el poder de localizar fisuras en el espacio-tiempo.

Shaw ya no es la nena que Indiana recuerda de su última visita a Inglaterra. Ahora es una mujer tan encantadora como impredecible… además de una consumada estafadora, acostumbrada a meterse en problemas. “Es ferozmente independiente. Sabe lo que necesita para sobrevivir y va a ir a buscarlo. Todo mientras se luce siendo muy ingeniosa y divertida”, asegura Waller-Bridge, que desde hace rato viene sumando su estilo particular a franquicias como la de James Bond y Star Wars.

Uno podría creer que, para finales de la década del sesenta, Indy tendría otro tipo de enemigos para enfrentar. Pero los nazis, o ex nazis, siguen pululando por ahí, ocultos bajo otras personalidades. Es el caso del doctor Jürgen Voller, físico y supuesto colaborador del gobierno norteamericano para ganar la carrera espacial, mientras esconde sus propios planes para cambiar el curso de la historia y dominar al mundo, muy típico de villano. El gran Mads Mikkelsen se pone el papel de este antagonista con principios que busca esquivar los estereotipos: “Tratamos de evitar el cliché del alemán o el nazi con el acento y la locura extrema. Queríamos que fuera un hombre que pasa desapercibido una vez que se muda a Estados Unidos porque es predominantemente un científico. Es un hombre pragmático, contenido, con el que te podrías cruzar en la calle”.

Indiana Jones y el dial del destino llega a las salas de cine este jueves 29 de junio. ¿Se vendrá el retiro de Indy y tomará la posta aventurera su ahijada Helena? Habrá que esperar, mientras tanto, un adelanto.