Starstruck: la comedia oculta de HBO Max, ideal para los fans de las series británicas

La sinopsis remite, sin dudas, a la película que protagonizaron Julia Roberts y Hugh Grant. No es una comparación casual, sino que su creadora reconoce estar homenajeándola. La inversión de roles que se hace respecto a Notthing Hill, donde la estrella es el personaje de Julia y el desconocido enamorado es el hombre, es parte también del juego y revitalización del género que propone Starstruck: lo más importante de la serie pasa por Jessie, por cómo una joven normal, que sobrevive como puede en una ciudad que no le pertenece, de repente se verá lidiando con un romance que no buscó y que ni siquiera sabe si quiere, porque a punto de cumplir 30 años no tiene ni la menor idea de lo que busca para su vida.

Pero no solo se homenajea a ese film de 1999, sino a todo un género que Matafeo ama, historias que la formaron y vio miles de veces como El diario de Bridget Jones, Cuando Harry conoció a Sally o las creaciones de Nora Ephron. De todas ellas hay algo en Starstruck, serie también inspirada en películas que, si bien son comedias románticas en su base, han optado por otro tono como la trilogía "Before" de Richard Linklater.

Lo que Starstruck consigue es un producto que se siente realmente fresco, moderno, y no una mera copia de esas creaciones de las que bebe. La serie abraza al género y trata, con éxito, de crear un mundo propio genuino, divertido, alegre y romántico.

 

"¿La comedia romántica murió?", "¿Ya no se hacen buenas comedias románticas?", son preguntas que aparecen de tanto en tanto. Con la pantalla grande ocupada en superproducciones, superhéroes y franquicias, y con las series de la pantalla chica copadas por el humor cínico propio de la época, pareciese que poco lugar ha quedado para la rom-com clásica. Starstruck, de alguna manera, viene a ocupar ese espacio y lo hace con mucha franqueza.

Starstruck revitaliza el género acercándolo a los complejos 2020. Lo hace sin tomar al romance desde la "ñoña" mirada empleada en los años 90, y también sin el cinismo o la ironía con que lo enfocan las producciones seriéfilas actuales, como Fleabag.

Rose Matafeo, con su co-guionista, (y amiga de toda la vida) Alice Snedden, eligen tomar al amor desde una perspectiva realista y mundana, donde Jessie podría representar a cualquier chica que un día se encuentra con un actor que tampoco tiene la fama de un Tom Cruise, combinando la fantasía de “salir con una estrella”, con lo cercano de que se sienta realmente posible.

La temporada 1 consta de 6 episodios de unos 20 minutos cada uno, y les aseguro que los verán de un tirón. El mismo número de capítulos y duración tiene la temporada 2, de la cual no me explayaré, pues hacerlo sería spoilearles cómo se resuelve el juego de "podrán estar juntos o no podrán estar juntos", clásico en cualquier referente del género. Solo puedo decir que la frescura en esa segunda temporada se mantiene intacta, y que ya ha sido renovada para una tercera tanda de episodios que llegarán durante este 2023.