De cocina integrada, oscura y sin estilo a la cocina más luminosa y aesthetic que vas a ver

"El espacio tenía que funcionar como una 'página blanca' en la que se pudieran escribir muchas historias diferentes en función de cada marca o cliente. Esto implicaba pensar un diseño súper neutro, con una paleta de color principalmente blanca", señala Romina.

"La otra premisa que nos guio para el diseño fue la de honrar el entorno del estudio", apunta. "El monoambiente se encuentra en un edificio clásico del barrio de Congreso, que tiene protección patrimonial y cuyo ventanal mira hacia la cúpula de una iglesia colonial. Queríamos honrar estos elementos y al mismo tiempo reflejar también el estilo propio de los chicos que es más moderno. Este objetivo guio la elección de los elementos del diseño".

Esta vez, nos enfocamos en la cocina. En la cocina el diseño partió por la elección de los pisos. "Elegimos el modelo "Tokyo" de cerámica Piú, que es un símil calcáreo y lo acompañamos por unos azulejos artesanales soñados de Bukara cerámicos cuya forma hace un guiño a las curvas del dibujo del piso", empieza contado Romina.

"Para los muebles, elegimos mantener una línea de diseño más moderna, de líneas más puras. Los diseñamos combinando frentes laqueados en un blanco cálido (Luna Moon - 0017 de Sinteplast) con detalle de bajo relieve y madera natural de Paraíso en la repisa y el módulo que envuelve la heladera para sumar calidez al espacio", describe.

"La mesada se hizo de Purastone Blanco Nube. Se diseñó además un módulo de mobiliario especialmente para ocultar de la vista el calefón", agrega.

"A pesar de que el espacio de la cocina es mínimo, incluimos un horno estándar para que Sol pueda cocinar y preparar las recetas que a veces comparte en su perfil de Instagram y colocamos un anafe de dos hornallas que a ella le resultaba suficiente para que pudieran mantener la mayor cantidad de superficie de mesada posible", comenta la diseñadora a cargo de este cambio.