Crianza: qué te puede enseñar la carta astral sobre tus hijos
Si estás pensando en hacer la carta astral de tus hijos, te contamos cómo se puede convertir en una herramienta para su crianza.
Collagista: Valentina Bussi
24 de agosto de 2022
¿Por qué conocer la carta natal de mis hijos puede ayudarme en la crianza? - Créditos: Valentina Bussi.
Cuando hablamos de la carta natal, nos referimos a un mapa que cifra un complejo conjunto de energías, que se van activando a lo largo de la vida a través de los tránsitos y las progresiones. Este cableado no es estático, ni está desplegado en su totalidad todo el tiempo, ni (fundamentalmente) se manifiesta de la misma manera en todas las personalidades. Una carta natal es una guía, no una condena. Y, como cada signo abarca múltiples significados, el hecho de que alguien tenga determinado Sol o determinada Luna no implica que vaya a ser semejante o equivalente al de otra persona con el mismo posicionamiento.
Empezar a adentrarnos en nuestra carta, o (en este caso) en la de nuestros hijos nos permite acceder a ciertas llaves para entender y estimular las conductas y las inclinaciones que presentan.
La Luna y Venus: el mundo afectivo
Solemos decir que los niños son muy lunares, porque la energía de esta luminaria acompaña los primeros momentos de la vida. Al ser lo más inconsciente e intuitivo de nuestro ser, es también la versión más cruda. Por eso, entender cómo está codificada la Luna de nuestros niños nos da información muy valiosa sobre sus necesidades emocionales. Como ejemplo, los niños con Lunas en aire y fuego (Géminis, Libra, Acuario, Aries, Leo y Sagitario) encontrarán refugio sentimental en la extroversión y la socialización, mientras que las Lunas en agua y tierra (Cáncer, Escorpio, Piscis, Tauro, Virgo y Capricornio) tenderán a la introspección.
Venus también juega un papel central en la manera en que disfrutamos, amamos y percibimos el mundo a través de los sentidos. Junto a la Luna, entender la Venus de nuestros hijos nos ayuda a brindarles herramientas en situaciones desafiantes o que puedan estresarlos.
El Ascendente
Tiene que ver con cómo nos ven los demás; es una energía que no podemos tapar o disimular, hagamos lo que hagamos. Suele darnos la respuesta en los casos en que alguien nos dice su signo solar y no nos cuadra; es en la adultez cuando terminamos de integrar el Sol, y mientras tanto (y a lo largo de toda nuestra vida) nuestro signo Ascendente nos ofrece experiencias que nos desafían a integrar la energía. También habla de cómo fue el nacimiento. Por ejemplo, alguien con Sol en Tauro y Ascendente Aries parece más de Aries que de Tauro.
Mundo intelectual y motriz
Mercurio y Marte, respectivamente, nos brindan datos fundamentales para entender los procesos de aprendizaje y desarrollo intelectual y físico de los chicos. No será lo mismo un niño con un Marte más activo y dinámico que uno con un posicionamiento tendiente a la poca expresión: a la vez, un Mercurio por signo, casa y contactos nos habla de las áreas de interés, las facilidades y los desafíos en la escolarización y en la adquisición de capacidades que hacen al conocimiento a través de la mente.
¿Cómo puedo saber más?
Para empezar, se puede levantar la carta con los datos natales en múltiples sitios de internet. Una vez que se tiene esta información, es conveniente acudir a una guía sobre las características de los diferentes signos e ir estudiando, de manera parcial, los atributos de cada uno de los planetas mencionados cuando se encuentran en esa expresión zodiacal. Después, se puede complejizar y enriquecer la interpretación al contextualizar cada planeta dentro de la casa en la que está inserto. Y, por último, si estudiamos los contactos que hacen entre sí podremos acercarnos a integrar la totalidad con sus contradicciones y gradientes y ampliar, así, la perspectiva.