Mercurio retrógrado: llegó su fin y es hora de preguntarnos cómo será la temporada con Mercurio directo

Esta retrogradación de Mercurio comenzó el 21 de abril en 15° de Tauro, justo cuando este planeta estaba junto a la Luna y el Sol acababa de entrar en el signo del toro. Es decir que tocó las temáticas de esta energía astrológica: un signo de tierra, centrado en las posesiones, la estabilidad, el dinero, los bienes, el placer, la paciencia, la permanencia, el cuerpo, el goce. Tauro tiene la tarea de materializar esa chispa de vida que se inicia en Aries, al comenzar la rueda zodiacal: darle un cuerpo para que no dure lo que una llamita encendida, sino que pueda asentarse y prosperar. Es, también, nuestro primer contacto con nuestros sentidos.

Al empezar su retrogradación basada en estos temas en una fecha tan significativa para el Sol y la Luna, Mercurio nos planteó una pausa y una mirada hacia atrás profundamente conectada con nuestra esencia física y emocional. Desde ese punto reflexivo y poco dinámico, hizo tres contactos armónicos:

Un sextil a Marte, proponiéndonos pensar en nuestras estrategias para nuevos inicios y para dar las batallas que debamos dar, y luego de unos días un sextil a Saturno y otro a Venus. Las lecciones con estos dos últimos planetas tuvieron que ver con cómo asentarnos en una estructura propicia para nuestras metas, cómo poner límites y plantear a nuestro favor las reglas del juego en torno a nuestras responsabilidades, y también las temáticas amorosas, vinculares, monetarias y de bienestar propias del Lucero del Alba.

Esto significa que, llegando a su puesta directa pocos minutos después de la medianoche del 15 de mayo en el grado 05° de Tauro, nos ofrece un nuevo y más amplio panorama sobre cómo abordar nuestros objetivos completos, cómo enfrentar nuestras responsabilidades y cómo encarar nuestras relaciones afectivas, incluyendo la que tenemos con nosotras mismas.