Una profecía sostiene que Argentina es el nuevo centro energético del planeta

Si me lo preguntas a mí, como persona que tiene un pie en las ciencias sociales y otro en el esoterismo, te digo que esa visión tiene sentido. Argentina tiene reservas de agua dulce y espacios de tierra fértil donde producir alimentos. Un detalle no menor en un contexto de crisis ecologica y social global, que nos pone frente al desafío de dejar de entregar todo lo que está vivo a las corporaciones y los países del norte global. También se dice que, en caso de una explosión nuclear, estaríamos a salvo en este territorio. Pero, digamos todo, es probable que tierra prometida no sea solo Argentina sino el cono sur (Chile, Bolivia, Paraguay, Uruguay, etc).

Otro asunto interesante fue el de las brujas. ¿Cuántas de nosotras salimos del closet de la magia durante el mundial? Está claro que la astrologia, el tarot, la magia y los rituales vienen ganando popularidad desde hace unos años y la gran cantidad de cuentas en redes sociales son una demostración estadistica de esto. Pero todavia existe en algunos circuitos la idea (limitada) de que si sos una mujer de la ciencia, no te puede gustar la astrología o no le podés pedir ayuda a los ángeles para que te den una beca. O si sos una persona muy racional, no tiene sentido prender una vela para que te vaya bien en tu emprendimiento. Tampoco  podés pedirle a tu abuela que te cure el ojeo cuando te duele la cabeza sin razón aparente. Pero estas semanas, las brujas volvimos a estar en primera plana, pese al bullying que solemos recibir en algunos ámbitos. Y se hizo evidente algo que muchas de nosotras sabemos: esta vida no es lineal y podés entrenar, trabajar y darlo todo y también podés recibir la ayuda de otros planos. Ahí estuvieron (estuvimos) las brujas, curándole el ojeo a los jugadores, prendiendo velas y debatiendo cuáles son las prácticas éticas dentro de la brujería (por ejemplo, congelar a un jugador rival) y cuáles son los posibles efectos de operar en otros planos. Porque la magia existe y todo movimiento que hagamos, va a tener una repercusión.

Otro asunto interesante, muy Júpiter en Piscis, es que el Mundial, un evento que moviliza profundamente a nuestro colectivo nos llevó a otra dimensión de la magia. Estamos muy acostumbradas a hacer magia y rituales para el buen sexo, para que nos vaya bien en un examen o para tener dinero. Y no lo veo mal, creo que podemos operar en otros planos para que no todo sea producto del esfuerzo. Sí creo que necesitamos usar la magia para cuestiones colectivas. Por ejemplo, que llueva ahí donde hay sequía o donde los incendios están destruyendo todo. Creo que este Mundial fue una muestra de que hay mucho por explorar en ese sentido y que el aquelarre siempre ha sido el espacio de encuentro de las mujeres y feminidades.

Además, el Mundial operó como una forma de reencantar el mundo, porque la lógica con la que vivimos habitualmente es material y lineal, de costo y beneficio, donde todo es monetizable. ¿Cuánto cuesta la alegría popular? ¿Cuánto cuesta esa unión que se sintió en las calles en un país fragmentado? ¿Qué precio le ponemos al agua y a la fauna marina? Piscis no solo es la marea colectiva, también es un signo asociado a las aguas.

Elijo creer que muchas personas concentradas en un mismo asunto y en el mismo momento, tienen mucha fuerza. Lo sabemos porque lo sentimos en nuestro cuerpo mamífero cuando vemos un partido de fútbol, cuando vamos a una marcha o cuando vamos a un recital. Tenemos piel de gallina, nos emocionamos y los sonidos y los colores se perciben distinto. Es realmente muy poderoso y conmovedor. Buscamos esos espacios, con mayor o menor consciencia, porque son momentos de reunión colectiva, pero también son momentos de conexión con algo más grande que lo humano. Son formas de lo ritual en un mundo que perdió su conexión con lo mágico y lo sagrado. Cuando hacemos un ritual, se transforman nuestras mentes y nuestras sensibilidades, porque bajo un anhelo común, aparece la fe por encima de todo lo demás (gracias querida @evaspina).

Ganar un Mundial no resuelve los problemas estructurales de la sociedad en la que vivimos, pero la alegría nos dA fuerzas para seguir en momentos de grandes dificultades. Y eso lo sabe cualquier persona que no pega una y que, de repente, recibe una buena noticia o se junta con sus amigas a celebrar la vida, así como es, trágica y festiva, mágica y misteriosa.