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Amanda Seyfried: por qué arrepentirse de su papel en Los Miserables la llevó a audicionar para Wicked

Amanda Seyfried contó por qué odió su papel en Los Miserables y qué la llevó a audicionar para Wicked.

por

Sole Venesio

8 de agosto de 2022

Amanda Seyfried se arrepiente de su papel en Los Miserables. - Créditos: Getty.

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Desde Mean Girls (2004) hasta The Dropout (2022), el trabajo de Amanda Seyfried es excepcional. Con un enorme carisma y talento actoral, sus dotes como bailarina y cantante no se quedan atrás, ¿verdad? Quizás es por eso que cuando la propia actriz contó en una entrevista que estaba absolutamente disconforme en su papel en Los Miserables (2012) no solo llamó la atención de la prensa internacional, sino también de sus fanáticos alrededor del mundo.

¿Qué fue lo que dijo?

En uno de los videos de Actors on Actors (un especial audiovisual de Variety en donde dos actores charlan), Amanda Seyfried contó que se arrepiente de su papel en el musical Los Miserables de Tom Hooper de 2012. Película en donde interpreta a Cosette, la hija ilegítima de Fantine. Durante la charla explica que Hooper no se basó en pistas para las actuaciones musicales y, por el contrario, pidió al elenco que cantara en vivo en el set; algo que aterrotizó a Amanda pero que también le dejó la sensación de que su voz no era lo suficientemente fuerte para interpretar el papel con éxito.

“En mi carrera tuve muchos momentos de los que me arrepiento”, explicó Seyfried y agregó: “Ojalá pudiera rehacer Los Miserables por completo porque el aspecto de cantar en vivo... todavía tengo pesadillas al respecto", para terminar diciendo: "Mi voz era débil, pero siento que podría interpretar a Cosette ahora. Desde Los Miserables trabajé mucho en fortalecer mi voz y tener mayor resistencia. Además de trabajar en mi vibrato, que estaba completamente perdido. Desde un punto de vista muy técnico, estoy muy descontenta con mi forma de cantar".

¿Cómo esto la impactó en su audición de Wicked?

Esta entrevista de 2021 volvió a ganar relevancia ya que, hace muy poco, nos enteramos de que Amanda Seyfried audicionó para el papel de Wicked pero fue -finalmente- Ariana Grande la elegida para el rol. “Durante el verano pasado, mientras interpretaba a Elizabeth en The Dropout, los fines de semana hacía la audición en persona para interpretar a Glinda en la versión cinematográfica de Wicked", contó Amanda y agregó: "Lo quería tanto que dije: '¿Sabes qué? Sí, tengo que filmar la última escena de The Dropout el martes; pero te daré mi domingo. Literalmente lo hice atrás interpretaba el papel más difícil de mi vida”.

Y si bien la actriz no consiguió ese rol, rescató cosas muy buenas del proceso: "Me enseñó lo lejos que he llegado como cantante, lo que realmente quería demostrar. Desde Los Miserables que pensé 'Necesito ser mejor. Necesito hacerlo mejor. Entonces, pase lo que pase en términos de musicales, finalmente estoy preparada".

Lecciones que podemos aprender

Aunque resulte obvio decirlo, la primera gran lección es que trabajar y ser constante en lo que deseamos es fundamental. Amanda Seyfried usó esa experiencia negativa para buscar motivación, perfeccionarse y mejorar en algo que consideraba que no estaba en su nivel óptimo.
El segundo aspecto clave en esta historia es que fallar es parte de todo proceso. Ya sea mientras hacemos aquello que amamos o en los resultados, muchas veces las cosas no salen de la manera en que las planificacmos y esto también puede convertirs en un momento de aprendizaje.
Por último, pero igual de importante, es saber que los resultados no son lo único que importa. Nos vamos a encontrar en muchas situaciones en donde dimos todo e igual el resultado no es el que esperábamos. Ante esto es clave que pongamos el foco en lo que aprendimos en el proceso, en qué cosas podemos seguir trabajando y encontrar la motivación en ese camino (y no tanto en el destino).

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