10 hábitos japoneses para lograr una vida plena
La médica y health coach Roxana Anahi Timo acerca las claves que se implementan en la cultura japonesa para vivir una vida longeva en plenitud.
30 de diciembre de 2023
10 hábitos japoneses para lograr una vida plena. - Créditos: Getty
Las zonas azules son lugares en el mundo donde se encuentran más personas extremadamente longevas, aquellas que superan los 100 años. Estas zonas están identificadas: Okinawa (Japón), Cerdeña (Italia), Nicoya (Costa Rica), Ikaria (Grecia) y Loma Linda (California).
En estas regiones, no sólo es muy fácil encontrar muchos centenarios en la misma comunidad, sino que lo más increíble es que estas personas son muy activas y felices.
La médica y health coach Roxana Anahi Timo cuenta que en la cultura japonesa existe una tradición muy antigua, llamada Ikigai, que se relaciona con este fenómeno de la longevidad en plenitud.
“Es una filosofía de vida ancestral muy arraigada en la cultura japonesa que nos enseña a vivir sabiamente”, dice. “Las personas que siguen su ikigai, no solo son más felices, sino también más longevas, como se estudió en Okinawa, Japón, una población que pertenece a las zonas azules”.
El Ikigai es ese propósito de vida que da sentido a nuestros días, lo que nos mantiene conectados con la vida y nos empuja a dar lo mejor de nosotros hasta el final. Como expresó el filósofo, neurólogo y psiquiatra Viktor Frankl en su libro El hombre en busca de sentido, si aún lo no encontramos la próxima misión es hacerlo.
Con esta filosofía oriental como referencia, la experta en salud integral acerca 10 consejos del Ikigai para vivir una vida larga y plena:
10 consejos del Ikigai para vivir más y mejor
1
Crear vínculos saludables: rodearte de personas que te inspiren y motiven, con las cuales puedas mantener vínculos estables y basados en la cooperación, la solidaridad, el respeto y la alegría. Personas con quienes puedas compartir y crecer, que nutran y te permitan expandir tu mundo interior.
2
Vivir con moderación: la vida es una y para vivirla intensamente, es cierto. Pero los excesos y abusos, los extremos nunca son buenos. Es importante desarrollar hábitos saludables y ser moderado al comer, una costumbre que se recomienda para todos los ámbitos. Todo es bueno, pero en su justa medida. Los excesos y vicios destruyen el cuerpo y el espíritu de cualquier ser humano. La moderación es ese sano balance interior que nos indica el punto justo en cada aspecto de nuestra vida.
3
Mantenerse ocupado: para las personas que lideran su vida, siempre hay algo nuevo para aprender, para hacer, para iniciar. Mantenerse activo y ocupado no significa ir de acá para allá todo el día haciendo cosas, ansioso o apurado. Implica llenar cada espacio, cada momento con aquellas tareas o actividades que nos apasionan, gratifican o enriquecen nuestro mundo interior, de manera que, al final del día, podamos sin dudas afirmar que hemos vivido intensamente, aprovechado cada momento. En cada etapa de la vida hay infinitas posibilidades para evolucionar, mantenernos activos, disfrutar y aprender.
4
Ir despacio: aunque parezca increíble, las personas más productivas son las que van despacio. Poner consciencia a cada instante de nuestra vida es ir despacio. Mantener esa actitud de calma y ecuanimidad en medio de la tormenta, detenernos de vez en cuando para evaluar lo logrado, disfrutar del camino, respetar nuestros tiempos, tener paciencia y no forzar las situaciones son algunas de las actitudes de quienes van despacio. Ir despacio es poseer la inteligencia emocional para conducir sabiamente nuestra vida. Como en la fábula de la tortuga y la liebre, quien va despacio llega mucho más lejos.
5
Ejercitarse: cuidar el cuerpo implica sostener el hábito de movernos. Los seres humanos nacimos para movernos. Como decían los griegos: “Mente sana en un cuerpo sano”. La actividad física y el movimiento mantienen nuestra mente y cuerpo flexibles, tonificados y sanos. Todo tiene su tiempo bajo el sol y ese momento esencial para activarnos y ejercitarnos, como contrapartida de un buen descanso, es fundamental.
6
Sonreír, cantar, bailar: la alegría y el buen humor representan una actitud frente a la vida y ahuyentan todo lo nocivo. El solo hecho de reírnos diariamente es un poderoso remedio. Sabemos por la ciencia que nuestro organismo secreta poderosas endorfinas en esos momentos: las endorfinas son las hormonas de la felicidad y el disfrute. Reír, cantar, bailar y mantener un buen humor es increíblemente benéfico tanto para nosotros, como para los que nos rodean.
7
Conectar con la naturaleza: el contacto con la naturaleza reduce el estrés, nos llena de energía, equilibra nuestro ser y nos mantiene sanos. Pisar la tierra, exponernos al sol, salir de campamento, pasear con nuestros perros, hacer un fogón, nadar en un lago, ver el atardecer, caminar cerca del mar o mirar el cielo son algunas de las infinitas maneras de conectar con la naturaleza.
8
Agradecer cada día: la gratitud es un estado que nos abre todas las puertas hacia la plenitud y la felicidad. Aun en los momentos más críticos de la vida, siempre hay razones para agradecer. La vida misma es un maravilloso milagro para aquellas personas que viven en la gratitud.
9
Vivir el momento: dejar de lamentarnos por lo pasado y anticiparnos o temer por el futuro. Lo único que tenemos es este momento presente. Dar lo mejor para que valga la pena haber vivido es lo ideal.
10
Seguir tu Ikigai: dentro de cada uno hay una pasión y talentos únicos que debemos despertar. Encontrar nuestro Ikigai es descubrir nuestro propósito de vida, aquello que vinimos a hacer a este mundo.
Experta consultada: Roxana Anahi Timo, médica y health coach. Instagram: @dra.anahitimo.