Día Internacional contra la Homofobia en el Fútbol: ¿por qué se conmemora cada 19 de febrero?
El fútbol es un deporte machista y lleno de prejuicios. Hasta hoy, en la historia del fútbol argentino profesional ningún jugador habló abiertamente de su homosexualidad.
19 de febrero de 2024
En el fútbol se sostienen prejuicios contra quienes tienen una orientación sexoafectiva homosexual. - Créditos: Getty
Cada 19 de febrero se conmemora en Argentina y en el mundo el Día Internacional contra la Homofobia en el Fútbol. Esta efeméride se incluyó en el calendario LGBT+ en 1990 y se estableció como un precedente para trabajar en protocolos y políticas inclusivas dentro del ámbito deportivo.
Justamente fue en 1990 cuando el futbolista inglés Justin Fashanu fue el primero del mundo en salir del clóset y contar públicamente que era gay (8 años después se suicidó, al verse involucrado en una denuncia judicial).
Desde 1990 a hoy, muy pocos futbolistas profesionales hicieron lo mismo; algunos pudieron hacer pública su orientación sexo-afectiva poco tiempo antes retirarse de su carrera futbolística o una vez ya retirados.
En Argentina, hasta hoy, ningún jugador profesional en la historia del fútbol nacional habló abiertamente de su homosexualidad. Así es que, si bien se dieron algunos avances en materia de diversidad sexual a partir de la discusión de la Ley de Matrimonio Igualitario en 2010, algún falta mucho para la verdadera inclusión, respeto por las diversidades y el fin del homoodio en general y, en particular, en el fútbol (se empezó a denominar homoodio y no homofobia porque no se trata de una "fobia", sino de odio contra personas homosexuales, solo por serlo.
Discriminación contra la homosexualidad en el fútbol
¿Por qué ningún futbolista sale del clóset en Argentina? Georgina Sticco, directora y co-fundadora de Grow-género y trabajo, explica: "En nuestro fútbol se ha naturalizado un folklore en el que se exaltan actitudes asociadas a lo masculino (la fuerza, la actitud, la valentía, poner huevos) y que condena cualquier manifestación no heterosexual (salvo para someter al rival)".
Aclara que, de todas formas, tampoco se trata de una problemática local. "En otros países son contados los casos de futbolistas que han declarado ser gays y, en todos los casos, se ha convertido en un acontecimiento", dice. Con lo cual, quien no está dispuesto a estar en boca de todos por su orientación sexual, decide ocultarlo.
“Cuando nos referimos a la homofobia en el fútbol es clave aclarar que estamos refiriéndonos al ámbito masculino", menciona Georgina. "No solo en la Argentina, sino que en el mundo, la cantidad de deportistas, de cualquier disciplina, que durante su actividad haya hecho referencia a su homosexualidad son menos de los que podemos contar con nuestras manos", dice.
Se explaya en posibles razones: "Esto se debe a cómo el deporte se ha regido como un bastión de la masculinidad heteronormativa, donde la combinación de varón - deportista y varón - heterosexual parecen unirse".
Este contexto, lejos de generar un clima amigable para vivir libremente la orientación sexo-afectiva, propicia un entorno donde los deportistas no se sienten seguros como para poder hablar de lo que sienten en términos amorosos. Salvo que su orientación sexo-afectiva sea heterosexual, en ese caso, todo el mundo habla, presenta a sus novias, sus proyectos de vida, sus hijos, etc. sin tapujos.
"Es una de las grandes deudas que tiene el deporte masculino, y en particular el fútbol, que recuerda en este día al primer futbolista activo (Justin Fashanu) en abrirse sobre su orientación sexo afectiva, en una década (1990) en la que era mucho menos aceptada que hoy. Sin embargo, tanto no hemos avanzado como sociedad”, concluye la experta en temas de género.