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ESI: ¿cómo enseñar sobre sexualidad en las escuelas?

Buscamos herramientas para abordar la educación sexual integral en el ámbito educativo. La importancia de la enseñanza transversal en todas las materias.


ESI: cómo hablar de sexualidad en el colegio con las infancias

ESI: cómo hablar de sexualidad en el colegio con las infancias - Créditos: Getty



En la semana de la ESI (Educación Sexual Integral) entramos en el ámbito escolar para conocer cómo se enseña (o debería enseñarse) sexualidad en el aula.  

La pediatra especializada en ESI Celeste Celano da talleres sobre este tema desde que se promulgó la ley, en 2006. Considera que el ámbito escolar es el más importante porque es el lugar donde quienes estudian pasan la mayor parte del día y tienen vínculo con docentes, no docentes, otros estudiantes. Es el ámbito propicio para el desarrollo y discusión de la ESI, que debe ser encarada desde temprana edad y de manera trasversal a todas las materias.

En esta misma línea, el educador especializado en gestión de la innovación Darío Álvarez Klar señala que “la escuela, además de transmitir y hacer vivir en valores democráticos justos y respetuosos, debe desarrollar un sentimiento de aceptación y empatía”. Además, “la escuela es el gran escenario donde se aprende a vivir en comunidad y a diferenciarse del modelo familiar, porque es un sitio en donde se conocen otras realidades, se conviven con ellas, se aceptan y refuerzan o amplían las propias convicciones”.

Celano nos ofrece algunas ideas sobre su experiencia de 16 años en esta tarea.

  • La ESI no debería ser una charla de un profesional que vaya cada tanto, sino una experiencia transversal a todas las materias. En varias escuelas le dedican una semana al mes a la ESI y abordan los distintos temas: literatura, geografía, historia, etc. atravesados por la perspectiva de la ESI.

  • Se recomienda la incorporación de especialistas como médicos, psicólogos, expertos en educación, para que realicen aportes que permitan abordar de manera integral la sexualidad. Sobre todo, en los colegios secundarios, los jóvenes tienen más reparos para plantear temas más complejos frente a sus profesores que con profesionales de la salud. Se sienten menos juzgados. Con las maestras es algo diferente, porque los chicos son más desinhibidos y tienen mucha empatía con su seño.

  • En algunos colegios se demora o dificulta la implementación de la ESI porque los padres y madres ponen muchas trabas. Hay quienes suelen pedir estar en las charlas para ver de qué forma se aborda la ESI. Siempre hay que llevar tranquilidad, contarles que se aborda la sexualidad de manera integral y no solo tiene que ver con la relación del cuerpo desde lo sexual o genital, sino del respeto por el otro.

    Se puede trabajar desde los más chicos con el respeto por uno, por su propio cuerpo, enseñarles qué está bien y qué mal con su cuerpo y con el de otra persona, hablar de alimentación, de higiene, una rama de mucho más amplia de abordaje.

    “A veces, por presión de los padres no se tocan ciertos temas. Pero los chicos tienen relaciones sexuales desde los 13 o 14 años, no inician con relaciones habituales, sino que tienen otros rituales y ellos necesitan sentirse contenidos”, dice la médica. “Muchas veces, no encuentran esa contención en la casa y tienen que acudir a la escuela, si la escuela es cerrada respecto de estos temas ellos quedan perdidos en algo tan importante como es la educación sexual integral”.

    Según su experiencia, los padres y madres que se acercan terminan agradeciendo la experiencia. “Me sirvió mucho que estuvieran en los talleres”, dice Celano, que también es jefa de Pediatría del Sanatorio Modelo de Caseros. “Al principio estaban reticentes, se quedaban en el fondo del aula, con los brazos cruzados, pero terminan agradeciendo los temas que se abordan, el tono ameno y de mucha consideración”.

    Los adultos que acompañan a estos chicos son parte de una generación en la que no se hablaba de sexo y todo este cambio de paradigma genera incertidumbre en ellos. Sin embargo, cuando participan los adultos no solo pierden los miedos, sino que se llevan herramientas sobre cómo abordar el tema en casa.

Las nuevas familias

El educador Álvarez Klar, fundador de la Red Educativa Itinere, suma que la escuela es parte de una realidad en la que el concepto de familia cambió. “Saber que hay reconfiguraciones en este aspecto es parte de la sensibilidad y la mirada que la institución tiene que tener sobre esa realidad. Debe estar abierta a recibir y no buscar un modelo único de infancias ni de familias”, dice.

Entonces, se abren desafíos en este sentido. Hay que saber que no hay un modelo único de familia, sino un abanico variado: familias comaternales (con dos mamás) o copaternales (con dos papás), así como las familias ensambladas o monoparentales (con un solo adulto a cargo). “Estas premisas implican un modelo de calendario institucional que prevé saludos inclusivos, igualitarios y respetuosos”, señala.

¿Cómo se trabajan las diversidades?

El respeto por la diversidad es un concepto incorporado en la ESI, es un valor humano y educativo, además de factor vertebrador de nuestra cultura institucional. “En el ámbito escolar implica aulas heterogéneas, estrategias pedagógicas alineadas a distintos intereses y demandas, espacios de y para la inclusión de familias diversas y de perfiles profesionales diversos en los equipos de trabajo”, menciona Álvarez Klar.

Diversidad es variedad, multiplicidad, disparidad o abundancia de seres, situaciones, creencias o necesidades diferentes que, al mismo tiempo, tienen una identidad, un modo ser, sentir y hacer. Cuando lo diverso no es sinónimo de lo distinto (que implica algo por fuera de lo común) surgen enormes posibilidades y desafíos. Lo distinto se tolera, con lo diverso se convive y esta es la mejor condición para el aprendizaje.

“Las identidades de los estudiantes se presentan de distintas maneras y es importante nombrarlas. En el aula, en los libros de texto, en los espacios, en los materiales audiovisuales, en los proyectos y en las consignas de trabajo de una escuela se pone en juego la lengua y es nuestra tarea como educadores preguntarnos si los estudiantes se sienten identificados con el lenguaje que usamos para ser conscientes de las necesidades de cada grupo”, expone Álvarez Klar. El uso del lenguaje inclusivo, tan controvertido para algunos, se incorpora en este concepto de respetar la diversidad desde el discurso.  

La ESI nos invita a problematizar estas construcciones que parecen fijas y hegemónicas, para empezar a construir espacios sin prejuicios y respetuosos.

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