Salvemos el mar argentino: cuáles son las principales amenazas de nuestro océano
El océano es productor de casi la mitad del oxígeno del planeta. Te contamos cuáles son las principales amenazas de nuestra plataforma marina y cómo podemos ayudar a evitarlas.
24 de enero de 2024
Contaminación urbana: el mal del plástico.
El mar argentino tiene una extensión de alrededor de un millón de kilómetros cuadrados y esconde una diversidad marina única y tesoros enterrados. El agua nos rodea, nos abraza, nos da la vida, sin embargo, sabemos poco de lo que sucede en el océano. Argentina enfrenta problemas que muchas veces vienen de la desconexión que tenemos con el mar. Es el 36% de nuestro territorio, y siempre nos fue muy fácil darle la espalda. Las amenazas en tierra se ven más: los incendios, la quema de los humedales, la desforestación, son mucho más sencillas de contar con imágenes. En cambio, lo que sucede en el mar queda oculto debajo de sus lejanas aguas. Pareciera que lo que no vemos no existe.
Si bien es difícil calcularlo con exactitud, se estima que el océano es productor de casi un 50% del oxígeno del planeta, por lo cual cuidarlo es de vital importancia. Sin embargo, hoy son muchos los peligros que lo acechan. Para entender qué sucede en el agua, hicimos zoom en tres de las problemáticas más grandes para poder tener un panorama más amplio y claro.
La pesca de arrastre
Pesca de arrastre.
Es el principal método de pesca que se utiliza en el mundo y también en nuestro país y es la técnica elegida para pescar merluza y langostino, dos de las tres principales especies que a la industria le interesan. Consiste en tirar, desde un barco, redes enormes que se sumergen hasta el fondo marino y arrastran todo lo que encuentran. Por supuesto que tiene un montón de consecuencias: la primera es la pesca incidental, es decir, la pesca de todas esas faunas que no se tiene la intención de pescar. Todo lo que atrapan sube al barco, pero se quedan solamente con lo que les sirve; lo que no, lo devuelven al mar, por lo general, ya muerto.
En Argentina hay mucha sobrepesca, se pesca bastante más de lo que se dice y de lo permitido. También hay irregularidades por el poco control. La industria pesquera en nuestro país está súper regulada, hay leyes, pero ninguna fiscalización, entonces, ¿quién garantiza que se cumplan?
Por otro lado, existe la pesca ilegal (o no regulada), que nos afecta directamente. Al borde del Mar Argentino, en la milla 201, se instalan cerca de 600 barcos provenientes de China, Corea del Sur y España que pescan en aguas internacionales, pero constantemente se cruzan a la milla 200, que es nuestra. Los barcos están todo el tiempo entrando y saliendo, ya que lo que es alta mar no pertenece a nadie y así evitan posibles multas. El nivel de sobrepesca es muy alto y altera todo el equilibrio del ecosistema.
Exploración y explotación offshore de petróleo y gas
Para la exploración offshore se usan plataformas emplazadas en el mar.
Lo más probable es que vengas escuchando, desde hace un tiempo, sobre la “exploración offshore”. Y también es muy probable que no entiendas bien a qué se refiere. Vamos paso a paso. Hace unos años se abrieron a licitación zonas para la exploración y explotación de hidrocarburos en la plataforma argentina y, en 2021, una empresa consiguió la licencia para hacer exploraciones petroleras enfrente de la costa de Mar del Plata. Desde entonces, todo el tiempo hay avances y retrocesos en materia legal.
La última noticia es que, luego de tres años de pelea judicial, apelaciones y recursos extraordinarios, la Corte Suprema de Justicia decidió autorizar la exploración sísmica y explotación petrolera en el partido de General Pueyrredón. ¿Qué implica esto? Que, a través de una flota de buques y unos cables, van a provocar un bombardeo sonoro (pequeñas explosiones de aire comprimido que registran información para encontrar posibles yacimientos) que genera enormes alteraciones en la biodiversidad del mar, principalmente porque especies como las ballenas tienen sistemas de orientación que están basados en lo auditivo.
Más allá del bombardeo acústico, el gran peligro que representan estas acciones son los derrames de petróleo, algo que la comunidad científica asegura que puede suceder, más allá de los informes presentados por las empresas involucradas.
La contaminación urbana: el mal del plástico
De acuerdo con el último informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, hay entre 75 y 199 millones de toneladas de plásticos en el océano. Hace un tiempo se difundieron fotos de cajones y redes en la costa de Península Valdés. Era impactante, había 20.000 kg de plástico y elefantes marinos viviendo entre ellos. Las playas se parecían más a un basural a cielo abierto que al paraíso que realmente son. Lo “positivo” es que, gracias a esta difusión, se empezó a hablar bastante de este tipo de contaminación, otro de los grandes problemas contra los que tiene que luchar el océano hoy.
En números, un 80% del plástico que llega al mar proviene de la tierra y el otro 20% es el resultado de actividades industriales o pesqueras que suceden en el agua. Pensemos que, de esos cajones y redes, solo una parte llega a las costas, que es lo que nosotros terminamos viendo, el resto queda en el mar y se convierte en una trampa mortal para la fauna marina. Las colas de las ballenas se enredan en los cabos, los cajones rotos terminan en el lecho marino y se convierten (luego de muchos años) en microplásticos. La problemática del plástico es mucho más grande de lo que nos podemos imaginar, teniendo en cuenta que solo vemos una parte.
Hace pocos meses se realizó una nueva investigación nacional en el Mar Argentino y se encontraron microfibras en el agua y en el interior de los animales. Los resultados fueron todos positivos, es decir, todo está contaminado. Recordemos que, hace un tiempo, una investigación alertó que una persona podría estar ingiriendo 5 gramos por semana de microplásticos, es decir, el equivalente a una tarjeta de crédito. Esto sucede, entre otras cosas, porque los plásticos ingeridos por animales, como los peces, luego son consumidos por los humanos.
La contaminación afecta directamente a la fauna marina, tanto por ingesta como por el machacamiento: se enredan, se estrangulan, mueren... Vemos aves haciendo sus nidos con pedazos de plástico y elefantes marinos en su hábitat entre cajones también de plástico. Y todo esto repercute en nosotros, que vivimos gracias al océano.
3 pasos para ser una guardiana marina
¿Te animás a ser la guardiana del océano en tu grupo de amigas? Es muy fácil, solo tenés que llevar adelante estas pequeñas acciones:
1. Reducí el consumo de plásticos. Así vas a generar menos residuos y con eso ayudás a disminuir las cantidades de basura que terminarán en el mar.
2. Colaborá limpiando las costas de mares o ríos. Suma mucho y cuesta poco. Averiguá qué acciones hacen cerca de tu casa y sumate como voluntaria.
3. Informate. Estate atenta a la información que brindan las ONG y sé vocera de estas. Si todos nos involucramos, podemos generar un escudo protector mucho más grande.