Constelaciones familiares: cómo puede ayudarte en el vínculo con tus hijos
Las constelaciones nos invitan a mirar hacia el sistema familiar, para entender mejor los comportamientos y desafíos de nuestros hijos. ¿Cómo pueden ayudarnos en la crianza las constelaciones familiares?
10 de noviembre de 2024
Constelaciones familiares: cómo esta disciplina puede ayudarte a promover una relación más armoniosa con tus hijos
Nadie tiene la receta para criar, pero sí sabemos que no nacemos de un repollo y que nuestra historia familiar incide en cómo criamos. Las constelaciones familiares ponen el foco en esta interdependencia con el clan y explican que los eventos del pasado pueden afectar nuestro presente. "La crianza muestra cómo fuimos hijos y qué nos faltó. Uno aprende a ser padre/ madre cuando fue hijo", señala Mabel Ugarte, médica y docente Internacional en Constelaciones Familiares.
Pero no solo cómo vivimos nosotros nuestra infancia, sino que en todo el árbol genealógico hay marcas que se traspasan de generación en generación. Creada por el psicoterapeuta alemán Bert Hellinger, esta disciplina explora los patrones y dinámicas inconscientes en la familia que pueden influir en las relaciones y el bienestar de sus miembros, incluso a lo largo de generaciones. Por eso, en la crianza, las constelaciones nos invitan a mirar más allá del individuo, para entender mejor los comportamientos y desafíos de nuestros hijos. Nos ayudan a ver que los problemas que ellos enfrentan pueden tener raíces en dinámicas y patrones familiares más amplios.
El lugar de los hijos
"La llegada de un hijo es la fuerza de la vida que se manifiesta en la familia, es el traspaso de los linajes unidos en él. Los hijos están al servicio de los padres desde su concepción, cargan con lo no resuelto por ellos, entregan su ser por amor e inocencia. Con sus síntomas muestran al sistema que hay algo incompleto, separado. Saber verlo y resolverlo es la grandeza de los padres", asegura Ugarte.
Uno de los principios fundamentales de las Constelaciones Familiares es el respeto al orden y la jerarquía dentro del sistema familiar. Hellinger dice que lo que ayuda a alcanzar la felicidad, es que cada cual esté en el lugar que le corresponde. Que los padres ocupen el lugar de los padres y que los hijos ocupen el lugar de los hijos. Esto significa que los padres ocupan un lugar de liderazgo, y los hijos, un lugar de recepción y aprendizaje. Asegurar que los hijos no asuman roles parentales (como cuidar emocionalmente a sus padres) puede fomentar un ambiente más saludable para su desarrollo.
Según las constelaciones familiares, la llegada de un hijo es la fuerza de la vida que se manifiesta en la familia.
Identificar patrones
"Las constelaciones familiares aportan Los Órdenes del amor. En una familia importa el orden de los lugares sistémicos para que fluya el amor. Podemos hablar de tres órdenes: la pertenencia (quienes forman parte del sistema); el equilibrio entre el dar y el tomar, llave de ingreso a los intercambios en las distintas relaciones humanas; y reglas y jerarquías: primero llegaron los padres y luego los hijos", explica nuestra experta consultada.
Por eso, esta disciplina permite identificar patrones de comportamiento, creencias y emociones que los mapadres pudimos haber heredado de nuestros propios padres y abuelos. Estos patrones pueden influir en cómo se cría a los hijos, afectando aspectos como la disciplina, el afecto, las expectativas y los límites. Por ejemplo, un padre o madre que creció en un ambiente muy estricto puede, inconscientemente, reproducir ese mismo enfoque en su hogar, o bien, ir al extremo opuesto, permitiendo demasiada libertad. Tomar conciencia de ello puede ayudarnos a comprender y resolver conflictos o patrones disfuncionales que se repiten, promoviendo una relación más saludable y armoniosa con nuestros hijos.
También, si hay conflictos no resueltos en la familia, como tensiones entre los padres o conflictos con los abuelos, estos pueden repercutir en los hijos. Las constelaciones ayudan a traer a la luz estas dinámicas y resolverlas, lo que puede mejorar la atmósfera en el hogar. Por ejemplo, un padre que no ha perdonado a su propio padre por una ofensa pasada puede, sin darse cuenta, manifestar esta tensión en su relación con su propio hijo.
Fortalecer el vínculo
"El rol de la madre es ser dadora de vida, maestra de emociones, fuente de seguridad afectiva. Es la puerta de entrada a lo que somos, completa, con todo lo que vivió, fácil o difícil, amoroso o doloroso", afirma Ugarte. Pero, a veces, arrastramos cargas emocionales que han estado arrastrando de generaciones anteriores, como miedos, inseguridades o traumas. Si una madre está lidiando con un trauma no resuelto de su infancia, podría proyectar ese dolor en la crianza de sus hijos.
Al trabajar con las constelaciones familiares, es posible liberar estas emociones y evitar que influyan negativamente en los hijos. Los mapadres pueden sentirse más seguros y empoderados en su rol, reconociendo su capacidad para guiar a sus hijos desde un lugar de amor y comprensión en lugar del miedo o la culpa. Esto le permite criar a sus hijos con más libertad y menos condicionamientos.
Además, las Constelaciones subrayan la importancia de que cada miembro de la familia sienta que pertenece. En la crianza, esto significa asegurarse de que los hijos se sientan valorados y reconocidos dentro del sistema familiar. Un chico o chica que se siente parte de su familia, respetado y aceptado, suele desarrollar una mayor autoestima y seguridad emocional.
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